El ejercicio que más realizamos con el paso de los años es caminar. Estamos andando constantemente, de un lado a otro e incluso, los días que no queremos, estamos obligados a hacerlo si buscamos hacer algo que no sea estar tirados en el sofá toda la tarde. Lo cierto es que podría parecer que pasear al perro o ir al supermercado no supone mucho esfuerzo, pero de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo 30 minutos diarios son suficientes para que nuestro organismo obtenga esas mejoras asociadas a esta práctica.
Los pies son esa parte del cuerpo que están siempre implicados en nuestro día a día. Cuando andamos, pero también cuando estamos sentados, nos mantenemos en pie, saltamos, subimos escaleras o un sin fin de actividades que realizamos habitualmente. Estamos constantemente utilizándolos y muchas veces, de forma automática.
Todas estas rutinas se hacen realidad cuando llegamos a casa y nos quitamos las zapatillas. Todo el esfuerzo que no habíamos percibido con el paso de las horas es ahora una molestia muy grande, que nos obliga a pensar que tenemos que comprarnos una plantilla, cambiarnos de calzado o andar un poquito más despacio, con el fin de llegar a casa y no sentir que estamos caminando por un suelo de piedras.
Entre los remedios que encontramos para suavizar el dolor están los que realizamos todos, como los masajes o los remojos de agua en contraste. Estos funcionan muy bien de cara a neutralizar la molestia por unos minutos; sin embargo, a medida que pasa el tiempo volvemos a sentirnos igual.
Lo cierto es que si vamos a invertir el tiempo en una de estas soluciones, lo mejor es encontrar las más eficaces y duraderas. En este punto, el vinagre se posiciona como la mejor opción, que no solo es capaz de calmarnos el dolor, sino que aporta diferentes beneficios a nuestros pies que agradeceremos con el paso del tiempo.
El sencillo truco del vinagre para eliminar el dolor de pies
El vinagre es un condimento que podemos encontrar en todas las casas de España. Sus diferentes variantes nos permiten emplearlo en la cocina, pero también para cuidar y desinfectar el hogar. No solo eso, sino que gracias a sus propiedades medicinales, se ha usado durante años como un ingrediente efectivo en remedios caseros.
Entre todas sus propiedades, el vinagre destaca en el cuidado corporal por ser una excelente alternativa para tratar problemas en los pies. Según publica el Medical News Today, la piel de esta zona del cuerpo es susceptible a desarrollar problemas debido a la deshidratación y la exposición a ambientes donde pueden crecer bacterias u hongos, por lo que este condimento puede solucionar problemas relacionados con ello.
Sus propiedades antimicrobianas y antisépticas son las que lo convierten en un maravilloso agente para combatir infecciones fúngicas, como el pie de atleta. Mientras tanto, sus características exfoliantes y suavizantes pueden ayudar a eliminar las células muertas de la piel, así como callosidades o verrugas, dejando la zona suave.
El vinagre ayuda a aliviar la fatiga y el dolor en los pies, ya que facilita la relajación de los músculos y alivia la tensión acumulada. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar de cara a reducir la hinchazón y la sensación de pesadez común después de hacer deporte o llegar a casa de trabajar. No solo eso, sino que es capaz de aliviar la picazón y el ardor causados por algunas dermatitis dejando una sensación refrescante y relajante.
Si con todas estas propiedades, todavía no has replanteado salir a comprar un bote de vinagre, debes saber que también combate el mal olor. Debido a que este producto es antimicrobiano, el aceite puede ayudarnos a matar las bacterias y hongos que contribuyen al hedor fuerte de los pies.
Como añadir el vinagre a nuestra rutina
Todos estos beneficios se pueden obtener de diferentes tipos de vinagre; sin embargo, los más habituales son el blanco y el de sidra de manzana. Mientras que el primero es el más usado en los baños de pies debido a sus propiedades, el segundo es muy útil a la hora de aliviar muchos problemas.
Para llevar a cabo este remedio, simplemente debemos llenar un recipiente con agua caliente y añadir unas gotas de vinagre. Este producto es relativamente seguro cuando se usa en cantidades moderadas y diluido en agua, por lo que hay que ser responsables con las cantidades. De manera opcional podemos agregar aceites esenciales, como de lavanda, pero lo fundamental es dejar que nuestros pies se empapen durante unos veinte minutos.