El abdomen plano es uno de los objetivos más buscados por las personas que hacen ejercicio. Ya no solo las mujeres se preocupan por lucir la nueva tendencia de los pantalones de tiro bajo con más seguridad, sino que los hombres también buscan el famoso six pack, que por alguna extraña razón, muchas veces pensamos que se hace solo o necesitan muy poco esfuerzo.
La grasa abdominal tiene un gran peso en nuestra vida. Esa pequeña acumulación nos condiciona más veces de las que nos gustaría, cuando llevamos camisetas pegadas, pero también cuando vamos a la playa y en ocasiones, nos vemos obligados a meter la tripa para que nadie se dé cuenta. Muchas veces no nos condicionan las personas, sino que somos nosotros mismos quienes nos boicoteamos.
La confianza en uno mismo es algo que puede dirigir nuestra vida en diferentes caminos. Resulta fundamental construir una relación con nuestro cuerpo tan sana como podamos; sin embargo, hay veces que tenemos objetivos en mente que queremos conseguir más allá de si influencian en nuestra autoestima o no. O simplemente, queremos vernos bien.
El ejercicio, en parte, se estableció para eso. Para poder mantener una vida saludable, pero también poder conseguir el cuerpo que llevamos años teniendo en mente. Lo cierto es que no siempre es necesario pasar horas interminables haciendo pesas, sino que el secreto está en conocer todos esos ejercicios que pueden actuar en zonas específicas y de manera mucho más efectiva.
De acuerdo con un trabajo realizado por expertos de la Universidad de Sídney, publicado en Obesity Reviews, el ejercicio más recomendado para la eliminación de grasa visceral es el HIIT. El High Intensity Interval Training, lo que viene siendo entrenamiento interválico de alta intensidad en español, es un tipo de entrenamiento de periodos repetidos de ejercicios desarrollados a máxima velocidad o potencia intercalados con periodos de ejercicio de baja intensidad o reposo absoluto.
En qué consiste el HIIT, el mejor ejercicio para un abdomen plano
El entrenamiento de alta intensidad (HIT) es una de las alternativas más eficaces en el tiempo en comparación con los programas de ejercicio tradicionales. Según los resultados de un estudio publicado en National Institutes of Health, es superior en cuanto a mejorar la aptitud cardiopulmonar y reducir el porcentaje de grasa corporal en adultos en comparación con el ejercicio tradicional.
En España, son pocas personas las que realizan entrenamientos de alta intensidad, a excepción de pequeños grupos. Todo ello es motivo de que parece un entrenamiento únicamente dirigido a profesionales o aficionados; sin embargo, los entrenadores confiesan que se puede incorporar este tipo de actividades en las rutinas varias veces al día.
De hecho, se podrían obtener grandes beneficios para la salud tan solo realizando de tres a cinco sesiones breves de HIIT con un total de tan solo cinco a diez minutos al día, la mayoría de los días de la semana. Su gran versatilidad nos permite realizarlo en muchas disciplinas: bici, pesas, cintas, entrenamiento de suspensión… pero con una distinción, debe ser de forma concentrada durante el tiempo que dura la sesión.
Los entrenamientos de alta intensidad se pueden incorporar en nuestra rutina, incluso si no vamos al gimnasio. Las personas podrían, simplemente, implementar actividades como breves carreras de velocidad o subir escaleras en lugar de esperar el ascensor. Incluso, correr y jugar con niños a su ritmo, no evitar las cuestas o ir a casa desde el trabajo. Todos estos ejercicios consumen seis veces más energía por minuto que cuando en reposo, que es la medida estándar para actividades de alta intensidad.
La clave fundamental en cuanto a su eficacia es elegir movimientos en los que podamos alcanzar nuestra máxima capacidad, en la que nuestras pulsaciones aumenten. En el gimnasio, el lugar perfecto para implementar este entrenamiento, se pueden realizar sesiones cortas, de no más de 20 minutos o un máximo de 10 para principiantes, en los que debemos dar nuestro 100% desde el principio.
Practicando el HIIT, con solo diez minutos será suficiente para hacer desaparecer la grasa visceral y lucir un abdomen plano. En estas sesiones se pueden realizar carreras cortas, aumentar la velocidad de la bicicleta estática, sentadillas con salto, burpees, saltos con la cuerda o circuitos de levantamiento de pesas. También podemos preparar nuestro propio circuito en el que alternemos varios ejercicios.