El agua es el origen de los seres humanos y sin ella no seríamos nada. De hecho, nuestro cuerpo y nuestro planeta están compuestos aproximadamente por un 70% de ella. El agua es, sin duda, uno de los bienes más preciados. Y ahora también uno de los medios más demandados para nacer.
Los partos en el agua han aumentado exponencialmente durante los últimos años, aunque esta práctica no es nueva. Las antiguas civilizaciones asentadas cerca de mares y ríos ya la utilizaron para dar a luz, como ellas mismas documentaron. Países como Hawái, Costa Rica y Nueva Zelanda son solo algunos ejemplos.
A día de hoy son cada vez más las gestantes que se animan a dar a luz en el agua. Sin embargo, una gran controversia rodea a esta práctica: no todas las instituciones creen que sea beneficiosa para la madre y el bebé. ¿Sabías que en los hospitales españoles no se realizan partos en el agua y en otros países sí? ¿Por qué ocurre esto?
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El debate está servido
La falta de evidencia científica y de estudios probados hacen que dar a luz en el agua sea objeto de debate. De hecho, todas las investigaciones científicas son revisiones y comparaciones de pequeños estudios anteriores. A día de hoy, no hay consenso internacional sobre los posibles peligros que puede provocar esta práctica.
La gran mayoría de los especialistas están de acuerdo en que los beneficios del agua son múltiples durante la primera fase del parto, en la dilatación. Sin embargo, no todas las instituciones apoyan el alumbramiento completo dentro del medio acuático: algunas sostienen que durante el periodo expulsivo existen riesgos para la madre y el bebé.
Carolina Paladino, ginecóloga: "No hay un apoyo a favor de que el expulsivo sea mejor en el agua. Hay que asegurar que el beneficio es mayor que el riesgo y todavía no está demostrado".
La Asociación Española de Pediatría elaboró en 2014 una guía sobre la atención del parto en el agua que respalda la idea. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos llaman a las mujeres a informarse sobre los probables riesgos; y la OMS no se ha pronunciado todavía.
¿Por qué no hay consenso?
Es un hecho que en la fase de dilatación el agua incrementa la satisfacción materna, hace que el parto sea de menor duración y disminuye la percepción del dolor de la gestante. Además, evita la utilización de la analgesia epidural o la oxitocina, que sirve para provocar las contracciones. Por ello, este servicio se ofrece en la mayoría de hospitales españoles.
Carolina Paladino, ginecóloga: "En general no hace falta epidural porque soportan bien el dolor, pero no quita que alguna mamá nos la pida. No alivia del todo, pero lo hace más llevadero".
Sin embargo, el parto completo dentro del agua solo se realiza en un par de centros debido a la falta de comprobación científica, por lo que las gestantes optan por dar a luz en sus domicilios. "Durante el expulsivo, las mamás liberan heces en el agua y el bebé las aspira. Puede tener unas secuelas letales y no se recomienda salvo que sea un ensayo clínico controlado", explica Carolina Paladino, matrona y especialista en Ginecología y Obstetricia.
Irene González, matrona y miembro de Federación de Asociaciones de Matronas de España y de MUNet España (Red de Centros de Nacimientos), afirma que los partos domiciliarios en el agua son seguros siempre y cuando estén protocolizados: "Se necesita un material adecuado que pasa por controles de calidad y departamentos de preventiva del hospital. El protocolo tiene que aprobarse y el material tiene que estar avalado, como los filtros del agua para evitar infecciones".
Irene González, matrona: "El parto en el agua tiene tasas más bajas de episiotomía, menos tasas de hemorragias postparto y se optimiza mejor la fisiología al estar dentro del agua".
El perfil de la mamá
Para acceder a este servicio es fundamental que la gestante sea una paciente de bajo riesgo, es decir, que no tenga ningún tipo de patología. "Cuando hablamos de partos en el agua, todos los trabajos que hay se han hecho con pacientes de bajo riesgo. De esto hay que informar a la población. Una chica de 27 años sana no es igual que una de 40 con diabetes", explica la matrona Carolina Paladino.
Además, no puede haber pasado por cirugías previas ni cesáreas, y tampoco podría darse en el caso de un parto gemelar. "Si cumple con esas características y médicamente no hay ninguna contraindicación, no habría ningún problema en que la gestante pudiera solicitar un parto en el agua", añade la experta.
Semana Mundial del Parto Respetado.
Del 13 al 20 de mayo. Esta celebración surgió en 2004 de la mano de la Asociación Francesa por el Parto Respetado, y fue impulsada por UNICEF.
Con ella, pretende visibilizar la atención digna de los partos, y los derechos de las mujeres gestantes y sus hijos.
Este año, se conmemora bajo el lema "Datos concretos, elección de la madre y cuidados flexibles".
Por otro lado, y como afirma Carolina Paladino, "el perfil solicitante se ajusta a mujeres que quieren poco intervencionismo durante el parto, que sea lo más fisiológico posible". Aún así, es necesaria la presencia de ginecólogos y anestesistas durante el alumbramiento. "Es todo natural, pero si algo se complica tenemos a un equipo completo para asistir a la mamá y al bebé", comenta la ginecóloga.
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Aumento de la demanda
"Las gestantes cada vez demandan más partos en el agua y, si no, el uso de la hidroterapia o inmersión durante la dilatación", explica la matrona Irene González. Además, expone las cifras de demanda en los pocos hospitales que realizan esta práctica: "En la casa Layetana pasaron de 65 partos en 2022 a 108 en 2023, y en La Plana en 2023 tenía un 20% de uso de agua durante la dilatación de su total de partos anual, y un 10% de partos en el agua", explica Irene González.
Este aumento de la demanda se debe a dos factores, según la experta: las gestantes cada vez están más informadas y los servicios hospitalarios cada vez ofrecen más opciones para dar a luz. "Los hospitales cuentan con más servicios de maternidad en este déficit de ofertas a las gestantes. Además, la información y la conciencia de las mujeres están cada vez más presente", explica la miembro de la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España).
Irene González, matrona: "Desde la FAME respetamos el derecho de las mujeres de decidir dónde y cómo dar a luz. Respaldamos los partos en casa y las unidades de nacimiento".
Por su parte, la ginecóloga y obstetra Carolina Paladino invita a las mujeres gestantes a seguir informándose sobre los tratamientos médicos a través de sus matronas: "El mensaje es que, si te planteas tener un bebé en el agua, lo hables con tu matrona o ginecólogo porque es quien mejor te puede asesorar. Sobre todo qué riesgos tiene en tu persona en concreto porque a lo mejor tu perfil no se ajusta a esas prácticas".