'Arreglarse'. Empezamos regular si pensamos, como nos han hecho creer durante (casi) toda la vida, que las mujeres tenemos que 'arreglarnos' antes de salir de casa como si estuviéramos rotas o algo parecido.

La socialización diferenciada que históricamente hemos recibido nosotras y los mandatos de género a los que hemos sido sometidas –ellos tampoco se libran, aunque solemos salir perdiendo nosotras– no solo se perciben a través de nuestros sentimientos y comportamientos, sino que también se verbalizan. Mal.

Hecha esta pequeña e importante aclaración, es de justicia reconocer que en pleno siglo XXI las cosas han mejorado sustancialmente con respecto a lo que se espera de una mujer, también en el plano físico y estético. Y prepararse antes de salir de casa, ya sea para trabajar o para ir a una cena, ir a la peluquería, hacerse la manicura o darse un buen masaje relajante de vez en cuando son algunas de esas rutinas que la mayoría de nosotras hemos interiorizado con el fin de vernos y sentirnos mejor.

Nota: En este reportaje hemos obviado el maquillaje, por ser una rutina especialmente subjetiva y que rara vez se deja en manos de una profesional más allá de bodas o eventos muy especiales.

Elegir el estilismo perfecto: primer reto

Las mujeres dedicamos de media unos 6.000 minutos al año a elegir el look del día, unos 17 minutos diarios frente a los 13 minutos que pasan de media los hombres frente al armario.

María Larrú. ©beasancho

Unos datos con los que coincide la estilista freelance de moda y decoración María Larrú: "Para un look rápido y sencillo de día, con prendas lisas y fácilmente combinables, lo más habitual es tardar 15 minutos", explica. "Pero si hablamos de crear un estilismo más elaborado como para una fiesta o una cena, el tiempo invertido es superior, unos 30 minutos. Se trata ya de crear algo más sofisticado y prestando especial atención a los accesorios, por lo que puede demorarse algo más de tiempo".

La peluquería, un lugar fundamental

España, con 51.911 salones, es el país europeo que más peluquerías tiene, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). El volumen de negocio del sector supera los 4 mil millones de euros anuales, y la presencia femenina es determinante no solo en número de trabajadoras, el 80% de los profesionales del sector, sino también por la clientela: un 60 % son mujeres, incluso en los casos de salones donde se ofrecen también servicios masculinos.

Dicho esto, es fácil comprender que la peluquería es uno de esos lugares a los que más nos gusta acudir a las mujeres y al que más tiempo dedicamos de entre todas nuestras rutinas de cuidado personal. De media: unos 90 minutos. Así lo afirma Esther Escolar, peluquera con más de 20 años de experiencia, colaboradora de la productora Boomerang en programas como La Voz y La Voz Kids y propietaria del salón La Niña Costa en Águilas (Murcia), quien explica que la duración de un tratamiento medio de corte, peinado e hidratación suele llevar una hora y media.

Esther Escolar

En todo ese tiempo, "hacemos el diagnóstico, elegimos el tratamiento –si es reconstrucción, cabello fino, graso…–, lavamos el cabello con el champú adecuado y, finalmente, aplicamos el tratamiento. Pueden ser ampollas tipo flash que son más rápidas, o un tratamiento con vaporal que tarda unos 15 minutos más en penetrar. Después se aclara el cabello, diseñamos el corte y peinamos".

Otra de las rutinas de peluquería más habituales entre las mujeres, sobre todo las mayores de 40 años, es el mantenimiento de la raíz –teñir las canas de toda la vida–, y que se suele hacer una vez al mes. "En este caso, el tiempo aproximado que se le dedica varía entre la hora y media y las dos horas, como mínimo", aclara.

Y reconoce la peluquera que desde la pandemia la clienta suele marcharse a casa con la próxima cita reservada, lo que demuestra que se trata de una visita totalmente incorporada a nuestras rutinas. Del mismo modo que las redes sociales como Instagram o Pinterest han influido en las nuevas formas de acudir a la 'pelu', ya que las mujeres ahora piden mucho más color y "emplean los servicios de la peluquería de una forma más práctica, aprovechando el menor tiempo posible. Nosotras abrimos a mediodía porque son muchas las clientas que prefieren utilizar el descanso del trabajo a mediodía", añade la dueña de este centro especializado en colorimetría.

Siguiendo con el tiempo que le dedicamos al cuidado de nuestro cabello y look capilar, las extensiones son cada vez más habituales. La gran mayoría de los salones en España utilizan extensiones adhesivas, las más conocidas, o las de queratina, que son pequeños mechones individuales que llevan una especie de silicona en la parte de arriba que se derrite pegándola al cabello.

Pero Ludmilla Garrido, mentora de Invisible Bead Extensions (IBE) en España, trabaja con este novedoso método que, en EE. UU., goza de una gran popularidad, pero que en nuestro país aún es bastante desconocido. "Es muy respetuoso con el cabello y con el cuero cabelludo porque no necesita calor ni lleva adhesivos o elementos artificiales", explica su única profesional certificada en España.

Ludmilla Garrido

"Son microcortinas de pelo hechas a mano que se cosen y quedan camufladas con el cabello natural, son imperceptibles a la vista. Si solo deseas dar grosor y más densidad, con una de estas tiras de cabello será suficiente y en una hora estaría hecho. Si queremos un cambio total de look, de media melena a melenón, podremos necesitar entre dos horas y dos horas y media en hacer un servicio completo", explica.

Y añade que uno de los puntos más importantes "es conseguir un resultado muy natural con un color que quede integrado con el de tu cabello. Nosotros escogemos el más parecido al pelo de la clienta y, una vez colocada la extensión, personalizamos el color para que no se note absolutamente nada", garantiza.

La manicura, uno de los mayores éxitos

Unos 9 millones de usuarias recurrentes en nuestro país demandan servicios de manicura con y sin aplicación de esmaltes. Y esto se concreta en la contratación de 40 millones de servicios profesionales a lo largo de un año, según los datos aportados por Stanpa. Lucero Hurtado (lucerohurtadonails.es) es una de las mejores manicuristas profesionales de nuestro país, y asegura que muchas de sus clientas se toman el ratito del servicio como una terapia.

Lucero Hurtado

"Algunas aprovechan el tiempo con el ordenador o con el móvil, incluso teletrabajando. Pero a otras les gusta más conversar y hacer un poco de terapia", asegura. Sobre los tiempos que le lleva realizar sus servicios oscilan entre los 50 minutos y la 1:45 h. "Depende de cómo traigan las uñas y las pieles de alrededor, pero una manicura en esmaltado tradicional son aproximadamente 50 minutos y debe repetirse cada 10 o 15 días. Una manicura de esmaltado permanente sube a 1h-1h15, y dura unas tres semanas".

En cuanto a la pedicura, Hurtado tarda alrededor de una hora y media y recomienda hacerla cada tres semanas o una vez al mes "para que el procedimiento pueda hacerse un poco más rápido y no haya muchas durezas", puntualiza.

Depilación, cejas y pestañas: el pelo protagonista

Hasta la depilación, antaño una tortura para muchas mujeres, está hoy considerada como uno de esos pequeños placeres a los que recurrimos de vez en cuando. Como dato, el centro de belleza madrileño My Little Momó realiza depilaciones en las piernas con roll-on a base de miel y terminado con aloe vera en las que se tarda entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la cantidad de vello.

También realizan el diseño de cejas que incluye la toma de medidas de las facciones de la cara, la retirada con pinza o hilo, más lento y más demandado, y masaje desinflamatorio. Y este proceso, aunque varía, requiere de entre 15 y 30 minutos. Además, realizan tratamientos de extensión de pestañas con aplicación pelo a pelo en el que se suele tardar unas dos horas. E incluye asesoramiento en base a un estudio de la mirada, diseño y limpieza de pestañas.

Masajes de cuerpo y cara

Los masajes faciales también han ido ganando protagonismo en las rutinas de muchas mujeres. Stephanie Marin, de Work Your Face, afirma que estos tratamientos son "como ir al gimnasio. Hay que mantener los músculos del rostro activos, y recomendamos venir una vez a la semana o cada 10 días". Y añade: "La clave es la constancia, exactamente igual que cuando cuidas tu cuerpo".

Stephanie Marin

En estos 'gimnasios faciales' con locales en Madrid, Barcelona y Andorra, tienen work outs (entrenamientos) que duran desde 30 minutos hasta 1h15 h y en los que se trabaja la musculatura del rostro, alisando arrugas y rediseñando el óvalo facial. "El tratamiento más demandado", explica Marin, "es el Premium Lift, dura una hora y se consiguen resultados notables y duraderos", asegura.

Por último, y en cuanto al masaje corporal, desde The Organic Spa, centro de referencia como mejor spa oriental en España, nos hablan de su 'Masaje Edificante' o Uplifting Massage, de tradición ancestral y que trabaja y estimula tanto los músculos como los puntos de acupuntura. Además, sirve para conocer, utilizar y optimizar el sistema energético según la Medicina Tradicional China, por lo que en 60-120 minutos, consigue relajar y descontracturar los músculos y la tensión acumulada, eliminando el estrés y la ansiedad.