En la búsqueda de una vida más sana y equilibrada, la alimentación juega un papel crucial. Ya no solo saber eliminar de nuestra vida todos los placeres culposos, sino también conocer qué alimentos son imprescindibles en una dieta saludable. Con el fin de ayudar en el proceso, nacieron los superalimentos.
Muchos de ellos ya se han colado en nuestros menús, mientras otros llevaban años siendo una parte fundamental de ellos. Sin embargo, existen algunos superalimentos prácticamente desconocidos en España, que no solo son igual de beneficiosos —o más— sino que ofrecen sabores únicos y diferentes a todo lo que hemos conocido hasta ahora.
Hemos conocido las bayas de goji o la espirulina, pero hay una hortaliza que tiene un papel especial en diferentes comunidades, en especial la azteca, por todo lo que puede conseguir: el chayote.
Qué es el chayote
El chayote forma parte de la dieta pre colombiana, donde se encontraron los primeros hallazgos de sus beneficios para la salud humana; sin embargo, su especie más antigua era cultivada por los aztecas y mayas.
Es una hortaliza que consumían para conseguir energía, ya que su carne está cargada de vitaminas y minerales. Pero además de sus fines culinarios, el chayote se aprovecha para la nutrición animal, en aplicaciones biotecnológicas, elaboración de cosméticos y fármacos de origen natural, como jarabes y extractos.
Sus cualidades organolépticas están a medio camino entre el melón que conocemos en España y las patatas, aunque con su porcentaje de agua elevado, puesto que contiene un 90% en su interior en comparación con los tubérculos, que tienen un 77%.
Con aspecto de pera, es un alimento fundamental en muchas culturas latinoamericanas, aunque su principal productor y el país que más ha sabido sacarle partido es México. Su nombre científico es sechium edule y pertenece a la familia de las cucurbitáceas, al igual que el calabacín, el pepino o el melón.
Beneficios del chayote
El chayote destaca por su riqueza en fibra, bajo aporte calórico y su alto contenido en vitamina C, lo que lo convierte en una fuente destacada de antioxidantes. Estos compuestos son cruciales para mantener la salud en su máximo estado de plenitud, ya que combaten los radicales libres y, por tanto, luchan contra el envejecimiento celular.
Los antioxidantes son considerados contra el envejecimiento: previenen el deterioro celular, combaten el estrés oxidativo y refuerzan el sistema inmune. Además, estos compuestos pueden paliar o prevenir algunas enfermedades, como cardiovasculares.
Diferentes estudios han reconocido el poder protector de este superalimento para el corazón, gracias a su capacidad para disminuir los triglicéridos y el colesterol malo (LDL) debido a la presencia de fitoesteroles, factores alimenticios que reducen la absorción de colesterol en el intestino por competencia.
Además, el chayote destaca por su gran aporte de ácido fólico, lo que lo convierte en un excelente aliado para mujeres embarazadas. De hecho, los expertos recomiendan hasta 400 microgramos (0,4 miligramos) de esta vitamina para reducir los riesgos de que el bebé tenga defectos de tubo renal.
Rico en calcio y magnesio, el chayote también resulta beneficioso para prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis. Algunos estudios sugieren que las hojas y raíz del chayote tienen metabolitos especializados, compuestos antimicrobianos, antioxidantes y neuroprotectores.
Estas características proponen que este superaliemento también mejora la salud del cerebro y protege las células del estrés oxidativo. En la herbolaria, el chayote también es capaz de tratar enfermedades como el estreñimiento, la bronquitis o dolores articulares.
Los chayotes tienen un alto contenido en agua y fibra, así como de una poca cantidad de azúcares naturales, motivo por el cual son bajos en calorías comparados con otros frutos y se consideran una opción notable si buscamos bajar de peso.
Al contar con un 90% de agua, provoca que nos sintamos saciados por más tiempo y, por tanto, evitemos ingestas de otros alimentos entre horas. Además, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, este superalimento contiene tan solo 11 calorías por cada 100 gramos.
Cómo consumir
Del chayote se aprovecha todo, sus hojas, sus tallos y sus raíces, que suelen cocerse. Del fruto se comen hasta la pulpa y la semilla. La forma más efectiva para ingerirlo es crudo, tiene un sabor dulce ligero, pero de esta manera conseguimos todos sus beneficios, en especial, la pérdida de peso.
Se puede añadir a diferentes recetas, pero a la hora de cocinarlo una de las maneras más famosas es cocido. El chayote puede ser cortado en trozos y hervido hasta que esté tierno, de esta forma puede utilizarse en guisos, salteados y muchas otras preparaciones.
También se puede ingerir en forma de zumo, lo único que tenemos que hacer es agregarlo a una batidora con agua y, de manera opcional, otros ingredientes como jengibre fresco, limón o pepino.