Definido como "excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras, egolatría, egocentrismo, vanidad, presunción, egotismo", por la RAE, el narcicismo es uno de los rasgos de personalidad más polémico.

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Percibido como negativo en esencia, algunos expertos afirman, sin embargo, que puede ser sano en cierta medida. Descubre en qué sentido.

¿De dónde viene?

"El mito de Narciso se originó en la mitología griega y fue relatado por el poeta romano Ovidio en su obra Las Metamorfosis. Según la leyenda, Narciso era un joven extremadamente hermoso que despertaba el deseo de todos aquellos que lo veían, pero que era incapaz de amar a nadie", explican los expertos de Buencoco.

"Un día, mientras se encontraba en un bosque, se detuvo a contemplar su propia imagen reflejada en un arroyo y se enamoró perdidamente de ella. Narciso se quedó allí, obsesionado con su propia imagen, sin moverse ni comer, hasta que finalmente murió de hambre y sed. Después de su muerte, en el lugar donde se encontraba nació una flor que lleva su nombre", añaden.

"El mito ha sido interpretado como una alegoría sobre la vanidad y el amor propio excesivo, así como sobre la incapacidad de amar a otros y la falta de empatía, y ha sido una fuente de inspiración para la literatura, el arte y la cultura en general a lo largo de la historia", detallan.

La persona puede reconocer sus limitaciones y estar dispuesta a recibir críticas constructivas. Unsplash

¿Qué es?

"El narcisismo es un término que, a menudo, se asocia con una personalidad egocéntrica, arrogante y excesivamente centrada en uno mismo. La persona narcisista puede sufrir depresión y ansiedad cuando no recibe la atención que esperaba o sentirse abrumada por la presión constante de mantener una imagen perfecta", comenta Anna Valentina Caprioli, psicóloga de la citada plataforma.

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"Es importante tener en cuenta que no todas las personas con rasgos narcisistas experimentan estas dificultades en la misma medida: cada individuo es único", subraya.

Los tipos de narcisismo

  • Narcisismo grandioso o exhibicionista: caracterizado por la arrogancia, la necesidad extrema de admiración y la falta de empatía.
  • Narcisismo encubierto o vulnerable: aparentemente humilde, pero obsesionado consigo mismo, busca constantemente validación y manipula situaciones para parecer una víctima.
  • Narcisismo maligno: se caracteriza por comportamientos antisociales y sádicos, careciendo de remordimientos y explotando a los demás.
  • Narcisismo introvertido: oculta su autoestima inflada y se retira

    socialmente, para proteger su autoimagen idealizada.
  • Narcisismo histriónico: necesita atención y aprobación constantes, con comportamientos teatrales y manipulación para mantenerse en el centro de atención.
  • Narcisismo pasivo-agresivo: expresa hostilidad de manera indirecta a través de comportamientos como la procrastinación y la negación de la responsabilidad.
  • Narcisismo borderline: caracterizado por una autoimagen inestable y relaciones interpersonales turbulentas.
  • Narcisismo descubierto: carece de autoconciencia y culpa a los demás por sus dificultades.
  • Narcisismo inverso: se enfoca en cuidar y apoyar a los demás en exceso, a menudo descuidándose a sí mismo.
  • Narcisismo benigno: se considera más saludable, con una

    autoestima realista y empatía.

¿Y el narcisismo sano?

El narcisismo no tiene por qué ser, sin embargo, negativo. De hecho, los expertos diferencian el narcisismo sano y patológico. "El narcisismo sano se refiere a un nivel saludable de autoestima y autoconfianza. Las personas con un grado adecuado de narcisismo sano tienen una actitud positiva hacia sí mismas y pueden reconocer y apreciar sus fortalezas y debilidades", destacan los expertos.

"Además, pueden alcanzar sus objetivos de crecimiento personal y establecer relaciones interpersonales saludables y satisfactorias, respetando los límites de los demás", añaden.

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"La persona puede reconocer sus limitaciones y estar dispuesta a recibir críticas constructivas. Es importante destacar que el narcisismo patológico puede tener graves consecuencias en las relaciones interpersonales (a menudo la persona no consigue amar ni amarse a sí misma), la vida profesional y la salud mental en general.

No es fácil el diagnóstico y a menudo el término está sobre utilizado y banalizado. El tratamiento con un psicólogo especializado puede ser muy útil, ya que no olvidemos que detrás de la imagen de una persona que parece muy egocéntrica puede haber un malestar interior profundo", concluyen los expertos.

El amor propio es clave

"El amor empieza con uno mismo y se eleva a los demás. El autocuidado y la autocompasión son elementos fundamentales para empezar a querernos a nosotros mismos. No debemos caer en el error de pensar que tener amor propio es igual a ser narcisista", afirma Alejandra Sánchez de Deusto Salud.

  • Haz un uso responsable de las redes sociales. Responsabilizarse de uno mismo supone, también, saber alejarse de las redes sociales siempre que sea necesario. En este sentido, el uso abusivo o incorrecto de las redes es una de las fuentes principales de baja autoestima. A pesar de esto, también es importante tener en cuenta los usos potencialmente beneficiosos de las redes sociales: sigue a personas que puedan acompañarte en el proceso.
  • Practica el cuidado personal. Una de las bases del amor propio es cuidar de forma correcta de las necesidades básicas de cada uno. Así pues, realizar actividades saludables servirá de impulso para la autoestima: dedicarse tiempo a uno mismo es una fuente importante de amor propio.
  • Trabaja el bienestar emocional. El amor propio es un tándem entre el bienestar físico y emocional. Así pues, no servirá de nada luchar para tener una salud física satisfactoria si se olvida trabajar lo emocional. Aceptar el azar de la vida, alejarse de personas perjudiciales o establecer límites es alguno de los consejos para cosechar el bienestar emocional.
  • Acudir a un profesional. Esta opción no es solo válida para casos de baja autoestima severa. Asistir a algún tipo de terapia puede ser beneficioso para todo el mundo, incluso si se disfruta de una buena autoestima.