"El cerebro de una mujer cambia durante la perimenopausia igual que lo hacen sus ovarios". Son afirmaciones de la Dra. Lisa Mosconi, directora de Women’s Brain Initiative y autora del libro The Menopause Brain.
La Dra. Mosconi en un estudio publicado en la revista Scientific Reports y con una base de 161 mujeres detectó una reducción real de materia gris y materia blanca, aumentos en los depósitos de proteínas amiloides beta (asociadas con el Alzheimer) y una disminución drástica de la glucosa, la principal fuente de combustible para las células del cuerpo.
Todo un descubrimiento impactante para todos aquellos que siempre habían mantenido que muchos de los síntomas de la menopausia se encontraban en la cabeza de las mujeres y no eran reales.
El sexo débil
¿Sabías que fuimos denominadas el sexo débil precisamente por nuestro cerebro? El hecho data del siglo XIX y en ese momento dos científicos se dieron cuenta de que no solo el cerebro de las mujeres era anatómicamente más pequeño que el de los hombres, sino que también pesaba menos, exactamente, 140 gramos menos.
En una época en la que 'lo más grande siempre era mejor' en señal de supremacía. Se determinó que las condiciones descubiertas en el cerebro de las mujeres dejaban clara la falta de inteligencia y la inferioridad mental, según narra la Dra. Lisa Mosconi en su libro, y acarreó discriminación hacia la mujer a nivel de educación o independencia hasta mediados del siglo XX.
Lo que sí es un hecho es que el cerebro de la mujer difiere considerablemente del cerebro del hombre y que cambia su forma y su funcionamiento en los periodos de perimenopausia.
De aquí que, aproximadamente tres cuartos de la población, experimente síntomas relacionados con el cerebro en este periodo y que el 75% de las mujeres no hayan sido tratadas de forma conveniente en este tipo de síntomas por el desconocimiento existente alrededor del mismo.
Parte de lo que le ocurre a nuestro cerebro tiene que ver con el estrógeno. "Pensamos en esta hormona como una hormona principalmente reproductiva, pero es lo que regula el cerebro femenino", explica la Dra. Mosconi. "Impulsa literalmente a las neuronas a quemar glucosa para generar energía y participa en el crecimiento, la plasticidad y la inmunidad, manteniendo el cerebro joven y sano".
A medida que los niveles de estrógeno disminuyen, advierte: "Las neuronas comienzan a reducir el ritmo y envejecen más rápidamente". Esto genera no solo cambios cognitivos como depresión, ansiedad y problemas de concentración, sino también otros síntomas relacionados con la menopausia.
La Dra. Mosconi defiende que debemos cuidar nuestros hábitos de vida. Ella misma afirma que una mayor exposición al estrógeno a lo largo de la vida, como tener más hijos, tomar anticonceptivos orales o hacer un tratamiento hormonal sustitutivo, parece contrarrestar parte de los efectos desencadenados por el cerebro.
"Parece que cuando las mujeres son madres, el cerebro se incentiva para ser más receptivo a ciertos aspectos de la vida que requieren memoria, atención y concentración sólidas", dice Mosconi. "Por lo que, si bien la transición a la menopausia hace que el cerebro femenino sea más vulnerable, todos estos otros eventos de la historia reproductiva lo hacen más resiliente".
Cómo cuidar el cerebro
La Dra. Mosconi apuesta por una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables como el aceite de oliva. Un estudio publicado en la revista Neurology halló que las personas que siguen este tipo de alimentación presentan menos depósitos amiloides en el cerebro, el cual es un precursor de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Incorpora el ejercicio a tu rutina diaria. Las mujeres que estaban alrededor de los 50 en buen estado físico eran menos propensas a sufrir enfermedades mentales en comparación con las mujeres sedentarias. El ejercicio, además, protege contra ciertos síntomas de la menopausia como los sofocos, ya que permite que entre mayor caudal en los vasos sanguíneos.
El estrés es nuestro mayor enemigo y debemos controlarlo, ya que nos incrementa de forma significativa la hormona del cortisol, acelerando así la reducción del cerebro en la mediana edad y dando síntomas así de fatiga mental. Este hecho se da más en mujeres que en hombres. Realizar ejercicios mentales, yoga, meditación o ejercicios de respiración son buenos para controlar los niveles de estrés diario a los que nos vemos sometidas.
Todas estas recomendaciones te ayudarán a sentirte bien durante el periodo más activo de la perimenopausia y menopausia. Considera que la media de duración de este estado y su efecto en el cerebro de una mujer dura un periodo de 3 a 5 años, estabilizándose posteriormente y devolviendo el cuerpo de la mujer a su equilibrio.