El envejecimiento es uno de los procesos más temidos por todas las personas del mundo. El paso del tiempo provoca una nostalgia muy difícil de controlar, que en ocasiones nos hace pensar de más en los años pasados, todo ello añadido a los signos que aparecen para recordárnoslo, como las arrugas y líneas de expresión que comienzan a ocupar nuestro rostro.

A pesar de que sea un proceso obligatorio e imposible de frenar, es cierto que el paso de los años no sienta igual a todos, ni deja los mismos estragos en todas las personas. Es cierto que muchas veces es cuestión de genética; sin embargo, una gran parte de las ocasiones, nuestro estilo de vida y, por tanto, nuestra alimentación es la que puede conseguir frenar las consecuencias.

Aunque parezca que no, los alimentos que decidimos incorporar en nuestra dieta pueden suponer unos beneficios que creíamos imposibles. Y no es algo moderno, sino que de ello pueden hablar hasta imperios de hace siglos como los incas, que eligieron la lúcuma como un 'elixir de juventud', para mantenerse siempre jóvenes.

Beneficios de la lúcuma

La lúcuma es el fruto de la Pouteria lucuma, la especie más extendida y apreciada del género Pouteria y es considerado como el "oro de los incas" por todos sus beneficios. Es uno de los más desconocidos en la actualidad y es una fruta que se consume habitualmente en un estado muy maduro; sin embargo, también se puede agregar en polvo a nuestras comidas y bebidas.

Su sabor es una mezcla de caramelo y boniato, y aunque tenga este toque dulce, posee un índice glucémico bajo que la hace apta para las personas diabéticas. No solo eso, sino que su riqueza en nutrientes, fibra y antioxidantes la convierten en un potente agente que contribuye a retrasar el envejecimiento y reducir el riesgo de posibles enfermedades. 

Este 'superalimento' destaca por su gran densidad de nutrientes, fibra y antioxidantes, que tienen un impacto muy positivo en nuestra salud y bienestar. De estos últimos compuestos es de los que provienen una gran parte de todos sus beneficios, ya que protegen las células del cuerpo de los radicales libres que se producen durante la descomposición de los alimentos. 

La lúcuma tiene altos niveles de polifenoles y carotenoides, antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el cáncer y las enfermedades cardíacas, así como la diabetes. Un estudio descubrió que la capacidad de la superfruta para reducir el nivel de azúcar en sangre puede llegar a ser comparable a la de los medicamentos antidiabéticos.

Gracias a su alto contenido en betacaroteno, la lúcuma es un compuesto natural que puede proteger la piel de la principal causa de envejecimiento: los daños provocados por los rayos UV. La aparición de arrugas, en la mayor parte de las ocasiones, se puede neutralizar y prevenir con la utilización de protectores solares desde una edad temprana. 

Los betacarotenos son compuestos son formas activas de vitamina A, un nutriente con efectos antioxidantes y antiinflamatorios que ayudan a proteger a las células. Todo ello añadido a una gran cantidad de vitamina C, que además de fortalecer el sistema inmunológico, es necesaria para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, especialmente, para la formación del colágeno.

Lúcuma.

Añadido a todas sus propiedades antiedad, la lúcuma tiene otros grandes beneficios que podemos obtener si la añadimos a nuestra dieta. Es rica en fibra soluble e insoluble, vitales para mejorar la salud intestinal y la digestión, así como a sentirnos saciados por más tiempo. 

La lúcuma es empleada en dietas para bajar de peso y también tomada por aquellos que buscan evitar los daños en el organismo del consumo de azúcar. Su sabor dulce puede sustituirlo y conseguir que nuestras recetas engorden mucho menos, ayudando a mantener a raya los kilos y saciando los antojos puntuales. La cocina peruana la utiliza como endulzante para sus comidas más deliciosas, como son los postres.

Esta superfruta ayuda a reducir el colesterol debido a que es una fruta rica en niacina, más conocida como vitamina B3. Este nutriente esencial aumenta el colesterol bueno, elimina el malo y, de hecho, se emplea como medicamento para ayudar a reducir el colesterol y otras grasas en la sangre.

Esta misma vitamina B3 es capaz de disminuir el nivel de triglicéridos, un tipo de grasa que cuando se tiene en niveles altos provoca el endurecimiento de las arterias o el engrosamiento de las paredes arteriales, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías.