A medida que las mujeres alcanzan los 40 años, es común notar una mayor flacidez en ciertas zonas del cuerpo, como los brazos, uno de los principales síntomas que se hace evidente con el paso del tiempo. Conocido coloquialmente como "alas de murciélago", este cambio en tu físico puede llegar a acomplejarnos y, si no sabemos cómo, puede resultar muy difícil de combatir.

La flacidez en los brazos, al igual que sucede en otras partes como las piernas, es el resultado de una combinación del envejecimiento natural, más la falta de ejercicio, la pérdida muscular, e incluso por tomar sol en exceso. Además, si nos hemos visto expuestos a una rápida pérdida de peso y tenemos muy en cuenta la genética, también pueden contribuir a esta condición.

La prevención es la clave para mantener unos brazos tonificados. Así lo recomiendan los expertos, quienes afirman que una combinación de ejercicios de fuerza específicos para las zonas más propensas a la flacidez, junto con entrenamientos cardiovasculares y de flexibilidad, son el mejor resultado para combatir la flacidez en esta zona.  

Prevenir la flacidez en los brazos

No importa que seas hombre o mujer, al llegar a cierta edad, el cuerpo comienza a sufrir cambios en los que la flacidez suele ser un mal común. La pérdida de masa muscular, acrecentada por una ralentización del metabolismo y, por tanto, una mayor acumulación de grasa y menor pérdida de peso, son los principales causantes de este descolgamiento. 

Además de hidratarse adecuadamente, optar por una dieta equilibrada y un estilo de vida que nos ayude a conseguir nuestro objetivo, existen ejercicios específicos que contribuyen significativamente a mejorar la elasticidad y firmeza de la piel.

  • Plank o plancha. Este ejercicio, además de trabajar el core, también involucra los músculos de los brazos, lo que resulta perfecto para nuestro cometido.
  • Mountain climbers o escaladores. Activan todo el sistema cardiovascular y trabajan múltiples grupos musculares.

Pero, sin duda alguna, si existe un ejercicio que combate a la perfección las "alas de murciélago" ese son las flexiones o push-ups, uno de los más efectivos, no solo para tonificar los brazos, sino también los hombros y la parte superior del cuerpo. 

Cómo hacer flexiones correctamente

La técnica adecuada para hacer flexiones es crucial para obtener los beneficios que esperamos de este completo ejercicio sin riesgo de lesiones. 

  1. Colócate en posición de plancha alta, con las manos alineadas con los hombros y el cuerpo formando una línea recta desde la cabeza hasta los talones.
  2. Baja el pecho hacia el suelo manteniendo el cuerpo recto.
  3. Evita hundir la espalda o levantar las caderas. 
  4. Mantén los codos apuntando hacia atrás sin sobrepasar la línea de los hombros para minimizar el riesgo de lesiones.
  5. Si no te ves con fuerza, al principio, para hacer las flexiones estándar, apoya las rodillas en el suelo o aumenta la separación de los pies. Esto te permitirá adaptar el ejercicio a tu nivel de condición física y poder progresar gradualmente.

Puedes incorporar en tu rutina diaria en casa para hacer flexiones. Comienza con tres  series de 8-10 repeticiones y ve aumentando gradualmente hasta alcanzar 15-20 repeticiones por serie. La consistencia es clave para ver resultados.

Beneficios del ejercicio a partir de los 40 

No solo la flacidez es lo que combatimos al practicar ejercicio con regularidad alcanzado los 40. Además de ser clave para una buena condición física, un entrenamiento regular puede mejorar notablemente nuestra vida:

  • Los entrenamientos cardiovasculares mejoran la circulación y la salud del cardiovascular. 
  • El entrenamiento de fuerza aumenta la masa muscular, lo que a su vez ayuda a quemar más calorías, incluso estando en reposo.
  • La combinación de hidratación, ejercicio y una dieta equilibrada mejora la elasticidad y apariencia de la piel.
  • El ejercicio libera endorfinas, las hormonas encargadas de mejorar el estado de ánimo y reducen el estrés.

Complementar el ejercicio en casa con una rutina en un centro deportivo o gimnasio puede potenciar aún más los resultados, mejorando no solo la apariencia física sino también la salud general y el bienestar emocional.