El pan es uno de los alimentos más importantes en España. Así como en países asiáticos no pueden comer sin un acompañamiento de arroz, a nosotros no nos puede faltar un trozo de este manjar. No importa la hora del día, mientras que en el desayuno disfrutamos de una tostada, en la cena optamos por los colines para no engordar.
Porque por muy rico que esté, es cierto que no resulta tan saludable como nos gustaría. O, al menos, eso es lo que nos han dicho toda la vida: engorda, la miga es mala para la salud, si lo mojamos en salsa es aún peor… pero no siempre es así. Tal y como importan las cantidades, también es fundamental el tipo de pan que escojamos.
Y aunque el integral es una de las opciones más saludables en este caso, hay otro tipo que destaca entre los demás, sin nosotros saberlo: el pan de trigo sarraceno. No solo es rico en proteínas, fibra, antioxidantes y magnesio, sino que es perfecto a partir de los 50, ya que puede combatir el estrés oxidativo, que acelera el envejecimiento.
El pan perfecto a partir de los 50
El trigo sarraceno es uno de los ingredientes más valorados por los expertos, tanto, que es considerado como tesoro nutricional cuyo consumo recomienda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Es un pseudocereal originario de Asia Central, también llamado alforfón.
Es muy preciado por los celíacos, ya que no contiene gluten, y como la quinoa o el amaranto, el trigo sarraceno posee proteínas de alta calidad, aminoácidos esenciales y un bajo índice glucémico.
Desde la Academia Española de Nutrición y Diétetica destacan la calidad de las proteínas del trigo sarraceno como un punto a favor de este alimento frente al trigo convencional, sobre todo para aquellos que siguen patrones de alimentación que no incluyen alimentos de origen animal. Se puede emplear de muchas formas, risottos, porridges, tortitas, ensaladas, desayunos, repostería y para elaborar pan.
Los expertos recomiendan el pan de trigo sarraceno por todas sus cualidades nutricionales. 100 gramos de este alimento contiene 12 gramos de proteínas de alta calidad, dentro de las cuales encontramos nueve aminoácidos esenciales, algo que no suelen aportar los alimentos de origen vegetal.
El pan de trigo sarraceno tiene un alto contenido de fibra, que combate el estreñimiento, pero también evita que la glucosa pase rápido a la sangre, por lo que se convierte en una opción preventiva frente a la diabetes.
Al evitar los picos de glucosa, este alimento también reduce los antojos, por lo tanto, ayuda a adelgazar gracias a su efecto saciante y su fibra consigue que nuestro cuerpo no aproveche tan fácilmente todas las calorías que ingerimos.
Los beneficios de este alimento en los 50 años
Al llegar a los 50 años, es más habitual que las mujeres sufran anemia, una enfermedad que requiere suplementos de hierro para su tratamiento. La cantidad de hierro que incluye el pan de trigo sarraceno es superior a la de los cereales, lo que lo convierte en una opción excelente a partir de una edad.
Lo que también sucede en la quinta década de vida es que muchas mujeres experimentan transformaciones significativas debido a la menopausia. Se reduce la producción de estrógenos, lo que puede traducirse en aumento de peso, niveles más altos de colesterol y azúcar en sangre, y una mayor acumulación de grasa abdominal.
En este punto, hay muchas mujeres que deciden eliminar el pan de su alimentación por todos esos motivos; sin embargo, el trigo sarraceno hace frente a todos estos síntomas. Además de por todos los factores ya nombrados, este alimento es muy rico en antioxidantes.
Estos compuestos llegados a una edad son indispensables, ya que actúan como un escudo protector de nuestras células. El pan de trigo sarraceno es una gran fuente de quercetina, un potente antioxidante de la familia de los flavonoides, por lo que ayuda a combatir el estrés oxidativo y el envejecimiento celular acelerado que ocurre durante la menopausia.
Además, es rico en magnesio, un mineral clave que mejora la calidad del sueño, calma el sistema nervioso, previene dolores musculares y fortalece los huesos, aspectos que se ven muy perjudicados durante la menopausia y que pueden perjudicar a las mujeres en su día a día.