Tener la rutina de hacer deporte es complicado, sobre todo al principio. La pereza es una constante contra la que debemos luchar, ir al gimnasio en ocasiones supone sentimientos de rechazo y encontrar el ejercicio que se ajuste a nuestro nivel a la par que es efectivo, se hace una tarea cuesta arriba. Todo ello, sin hablar del cansancio que supone.
El cansancio después de hacer deporte es algo muy común, sobre todo tras una sesión intensa; sin embargo, hay personas que se ven muy limitadas por él incluso mucho antes de terminar, lo que imposibilita la eficacia del ejercicio. Puede tener múltiples factores por los que aparece, como estrés, falta de descanso, una dieta incorrecta o, incluso, no realizar correctamente la actividad elegida.
Si pensamos, por ejemplo, en un ejercicio como correr, a muchas personas se les nubla la mente: fatiga, falta de respiración, sudores y cansancio en una misma frase. Lo cierto es que, aunque parezca imposible, hay una técnica que puede ayudarnos a eliminar todo lo anterior y, sobre todo, a terminar esa carrera que hemos empezado. Se llama jeffing y lo único que tenemos que hacer es una combinación de correr con caminar.
En qué consiste el 'jeffing'
El jeffing, también conocido como el método de correr-caminar, es una técnica de entrenamiento que combina periodos de correr con breves descansos caminando. Este método fue popularizado por Jeff Galloway, un ex atleta olímpico y autor de varios libros sobre la disciplina que le otorgó la fama.
El objetivo principal del jeffing es permitir, tanto a quienes acaban de iniciarse en el deporte como aquellos que cuentan con años de experiencia, completar distancias largas sin agotarse, reducir el riesgo de lesiones y mejorar su resistencia general.
Quienes no están familiarizados con el método de Galloway, pueden pensar que hacer pausas para caminar durante una maratón es una señal de que están bajando el ritmo o de que se están 'dando por vencidos'. Sin embargo, correr y caminar durante la carrera en un entrenamiento por intervalos puede ser más eficaz que otros muchos ejercicios.
El principio detrás del jeffing se basa en la idea de que alternar entre correr y caminar permite que los músculos se recuperen durante los intervalos de caminata. De esta forma, no solo ayudamos a evitar la fatiga excesiva que se puede experimentar al correr de manera continua, sino que podemos obtener diferentes beneficios.
Los descansos caminando ayudan a mantener el ritmo cardíaco más bajo y a conservar la energía, lo que resulta en una experiencia de carrera más sostenida en el tiempo, efectiva y, sobre todo, una carrera de la que podremos disfrutar sin pensar cuanto tiempo queda para que termine.
Al implementar el jeffing, los corredores establecen intervalos específicos de tiempo para correr y caminar. Por ejemplo, una estructura común podría ser correr durante cuatro minutos y luego caminar durante un minuto.
Estos intervalos pueden ajustarse según nuestro nivel de habilidad. Los principiantes pueden optar por intervalos más cortos de correr y periodos más largos de caminata, mientras que los corredores más avanzados pueden hacer lo contrario.
El método también es flexible en su aplicación, lo que significa que puede adaptarse a diferentes tipos de terreno y condiciones de carrera. Por ejemplo, en una carrera con muchas colinas, podemos decidir caminar en las subidas para conservar energía y correr en las bajadas.
Los beneficios del 'jeffing'
A medida que envejecemos, es fundamental adoptar enfoques de ejercicio que sean seguros, pero también efectivos de cara a mantenernos saludables y en forma. En este contexto, el método jeffing es muy beneficioso cualquier edad, ya que se adapta perfectamente a todas las necesidades y condiciones físicas.
El método jeffing ofrece una serie de beneficios y ventajas que lo hacen atractivo para todos los niveles. Uno de los beneficios más significativos es la reducción del riesgo de lesiones. Al intercalar caminatas con carreras, el cuerpo experimenta menos estrés continuo en los músculos, tendones y articulaciones.
Añadido a ello, el jeffing tiene una gran capacidad para mejorar la resistencia cardiovascular y muscular. Al permitir que el cuerpo descanse brevemente mientras caminamos, podemos cubrir distancias más largas, por lo que podemos llegar a duplicar la eficacia de la disciplina. Todo ello, añadido a que es una ventaja de la que también podemos aprovecharnos en el día a día.
El método también es muy efectivo para gestionar la fatiga. Al incorporar descansos regulares, podemos mantener un ritmo constante durante más tiempo sin experimentar un desgaste excesivo. Esto se traduce en una experiencia de la que podemos llegar a disfrutar, lo que es especialmente importante en carreras de larga distancia.
Además de cambios físicos y la posibilidad de mantener una vida saludable de la forma más sencilla, el jeffing también tiene beneficios emocionales y psicológicos significativos. Correr puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima, proporcionando una sensación de logro y bienestar.