Los jóvenes en edades comprendidas entre 18 y 25 años suponen una fuente inagotable de aprendizaje para las generaciones de más edad. Ellos que "buscan la autenticidad por encima de todo", como revelan estudios llevados a cabo por Tinder, la app de citas líder en España, son una generación consciente de sí misma, no temen fluir y están abiertos a todo tipo de concepciones sobre género, sexualidad y relaciones. Sí, también en la que tienen consigo mismos.
Abiertos a un mundo nuevo, la generación Z adora el autocuidado y se preocupan por su salud mental, algo que "ya no es un tabú, en comparación a cómo lo era hace algunos años". Según el informe Future of Dating: "La salud mental es prioridad máxima para los y las jóvenes solteros/as. Trabajan su seguridad y autoestima para que puedan sentir que son su mejor versión. De hecho, cuando piensan en sus metas para los próximos 3 o 5 años, los encuestados mencionaron trabajar en el crecimiento personal y el bienestar como su prioridad número 1".
Paul C. Brunson, experto global de Tinder sobre relaciones, lo suscribió comentando que: "Hemos entrado en la era de las relaciones de 'todo o nada'. La Generación Z está marcando el inicio de una nueva era en la que se valoran las conexiones significativas y el bienestar general. Está desafiando las normas tradicionales sobre el amor y las relaciones, integrando el conocer y salir con alguien en su vida diaria y priorizando la salud mental".
Saber qué queremos y qué buscamos es el primer paso para aproximarnos al amor, sobre todo cuando hablamos del amor propio. "Cada vez más jóvenes se dan cuenta de que antes de comenzar una nueva relación debes establecer una relación sana con uno mismo. Es importante que antes de embarcarnos en una relación dediquemos tiempo a pensar qué sentimos, qué queremos y cuáles son nuestros límites", comenta la psicóloga Marta Ridaura, del equipo de Somos Estupendas.
Para alcanzar ese conocimiento interno, existen muchos caminos posibles, entre los que se encuentra la terapia con un profesional, el autocuidado y también el yoga. Hablamos con una experta en esta práctica deportiva (y espiritual) para saber por qué deberíamos asistir a una clase de yoga.
"Para poder gustar, tienes que gustarte. Para poder disfrutar, tienes que disfrutarte. Y para ello, necesitas redescubrir tu cuerpo, conectar con él, respetarlo, cuidarlo, amarlo y habitarlo bien", según nos adelanta así Amalia Panea, especialista en bienestar y profesora de yoga, los principales beneficios de la práctica de yoga.
No por nada está posicionado como uno de los tres deportes más practicado por la generación Z durante 2023 y la explicación de ello es que son muchos los jóvenes que han encontrado en el yoga una manera honesta y amable de autocuidado para trabajar su salud mental.
Por qué practicar yoga
Amalia Panea llegó a esta práctica a través del Body Balance, una disciplina impulsada por Les Mills que combina pilates, estiramientos y yoga. "Estaba agotada del ejercicio de alta intensidad. Mi cuerpo y mi mente lo recibieron como un regalo. Me permitía moverme y ejercitar el cuerpo de una forma más amable". En su sincera declaración encontramos la primera razón para practicar yoga: es un deporte para todos.
Y de la misma se destila la segunda razón: en una realidad donde el estrés es compañero diario de rutina, el yoga permite volver a la calma de tu interior y bajar el ritmo, equilibrando así tus niveles de cortisol.
Para esta profesional, la práctica yogui cambió su vida en todos los sentidos y gracias a su andanza formativa en este sector ha encontrado la tercera razón para apuntarnos a una clase de yoga: el autoconocimiento y la transformación personal.
Desde ese punto, con nosotras mismas, es mucho más sencillo llegar a conectar con otros, así como proyectar seguridad y una actitud que eleve nuestro atractivo. La cuarta y no última razón.
"El yoga es una de las disciplinas más maravillosas y beneficiosas para la mujer. Nos reconcilia con nuestro cuerpo y aprendemos a habitarlo mejor, nos permite reconectar con nosotras, calmarnos, bajar el ritmo y vivir en presencia, que es el estado natural de nuestro ser interno". Resume así las razones previamente mencionadas, e introduce la parte más física de la disciplina.
"El yoga nos permite tonificar y flexibilizar el cuerpo y la mente, recuperar la energía y la alegría, descubrir nuestras capacidades y talentos, vivir desde otro lugar más consciente, sereno y feliz", así Amalia nos hace perder la cuenta de todos los porqués que invitan a esta práctica que está ganando popularidad.
"Cada persona comienza a practicar yoga por un motivo diferente pero en algún momento descubre que es más que posturas bonitas. Se trata de un camino de autoconocimiento y liberación"
- Amalia Panea
El secreto 'yogui'
De la respiración a la práctica de asanas, sin olvidar la relajación, "todo en la práctica nos ayuda a calmarnos, vaciarnos de estímulos diarios, desbloquear y cuidar el cuerpo de forma respetuosa". Pero el secreto de quienes han comenzado a incluir el yoga en su rutina es que consiguen "pensar menos y sentir más" algo necesario en un momento como el actual.
La mejor asana
Si bien cada asana (postura) de yoga cumple una misión en tu práctica, queríamos conocer cuál es "la mejor" para Amalia Panea por aquello que le despierta o que le da.
Ella hace una recomendación e invitación a todas las mujeres para que conecten con su feminidad a través de la postura de la diosa tumbada o Supta Baddha Konasana.
Esta asana consigue calmarnos, conectarnos con la cadera y el bajo vientre, "zonas clave en la anatomía femenina". Y puedes incluso hacerla en la cama, antes de dormir.
Solo necesitas tumbarte, juntar las plantas de tus pies creando la forma de un diamante con las piernas y dejar que las rodillas caigan hacia el suelo. Los brazos pueden acompañar a tu cuerpo y reposar a su lado, puedes colocar las manos sobre tu vientre o estirarlos tras la cabeza.