Hay frutas que concebimos como imposible que se puedan comer con piel: kiwi, sandía, melón, naranja o plátano, cuya cáscara gruesa o, incluso, peluda, sería extraña de morder. Siempre hay ese pequeño porcentaje de gente que lo hace y que nos obliga a preguntar cómo son capaces; sin embargo, no solo se ha vuelto una moda para no desperdiciar, sino que en algunos casos esa cáscara es mucho más saludable que su interior.
Las cáscaras y pieles de muchas frutas y verduras son ricas en fibra y nutrientes adicionales como potasio y magnesio, lo cual mejora el valor nutricional de la dieta. Mientras que hay algunas que no son aptas para el consumo, como es el caso del mango, cuya piel contiene urushiol, el mismo compuesto que se encuentra en la hiedra venenosa, con el melocotón sucede todo lo contrario.
En el melocotón, los mejores valores nutricionales se encuentran en la piel: en su capa fina, aterciopelada o lisa que muchas personas tienden a desechar, se concentran las propiedades más importantes de la fruta, como antiinflamatorias y digestivas, pero especialmente antioxidantes.
¿Por qué comer melocotón con piel?
Un estudio publicado en la revista Current Research in Food Science descubrió que las cáscaras de las manzanas, los melocotones y los caquis tienen mayores concentraciones de antioxidantes (como galocatequina, epicatequina y epigalocatequina) que su pulpa o semillas.
Los efectos saludables del consumo de cáscaras son tan prometedores que algunos fabricantes de alimentos están enriqueciendo otro tipo de alimentos con ellas, como panes y galletas, con cáscaras de frutas y verduras. Al final, esta capa superficial es la encargada de proteger a las frutas contra el sol, la lluvia y las plagas.
Como ya hemos comentado, la piel del melocotón es una fuente muy importante de antioxidantes, como los polifenoles y la vitamina C. Estos compuestos son fundamentales de cara a combatir el envejecimiento, ya que protegen las células del causado por los radicales libres, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Los antioxidantes pueden promover una piel más suave, firme y uniforme. Al estimular la producción de colágeno y elastina, ayudan a mejorar la elasticidad de la piel y a reducir la apariencia de poros dilatados y cicatrices. Además, los polifenoles también tienen propiedades antiinflamatorias, lo que puede contribuir a reducir la inflamación en el cuerpo, rostro y mejorar la salud en general.
La piel del melocotón también contiene una variedad de vitaminas y minerales esenciales, como las vitaminas A y E, que son importantes para la salud de la piel y la vista, y potasio, que es crucial para el funcionamiento adecuado del corazón y los músculos. Estas vitaminas y minerales trabajan en conjunto para apoyar diversas funciones corporales y mantener un sistema inmunológico fuerte.
Más allá de sus beneficios para envejecer saludablemente, la vitamina A se utiliza en cremas tópicas para reducir las arrugas finas, las manchas, las asperezas en la piel, y para tratar el acné. Por otro lado, la del grupo E, te ayuda a proteger la piel delicada del daño y funciona tanto como 'humectante' como 'emoliente', por lo que le devuelve la hidratación al rostro.
Esta capa superficial también es rica en fibra dietética, que es esencial para una buena digestión y salud intestinal. La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y contribuye a mantener una sensación de saciedad, lo que puede ser útil para controlar el apetito y, sobre todo, el peso corporal.
Otro aspecto fundamental de consumir melocotones con piel es la preservación de su perfil de nutrientes. Al pelar la fruta, no solo se pierde la fibra y los antioxidantes, sino también una parte de las vitaminas y minerales. Por lo tanto, consumirlos con cáscara garantiza que se aprovechen todos los beneficios que la fruta tiene para ofrecer.
Sin embargo, es importante lavar bien los melocotones antes de comerlos con piel para eliminar cualquier residuo de pesticidas o suciedad. Optar por melocotones orgánicos puede ser una buena idea para minimizar la exposición a productos químicos.