Considerada la 'reina del verano', la sandía es una de las frutas más deliciosas y refrescantes que siempre debemos tener en nuestra nevera, especialmente cuando las temperaturas más altas empiezan a dominar los termómetros. Con un contenido de agua que oscila entre el 90 y el 95%, es una excelente opción para mantenerse hidratado y saciado, especialmente en los días calurosos.
Según Boticaria García, farmacéutica y experta en nutrición, una ración de 200 gramos de sandía equivale a un vaso de agua, lo que la convierte en una aliada perfecta para eliminar toxinas y mantenernos frescos.
Durante el verano, especialmente en España, donde las temperaturas son muy elevadas, apostar por alimentos que altamente hidratantes es muy recomendable. La deshidratación en verano es un riesgo más común de lo que se piensa, de ahí que su consumo regular sea muy beneficioso, además de mantener a raya nuestro impulso de picar entre horas.
Saciante y antiinflamatoria
Boticaria García, a través de uno de sus últimos posts confirmaba lo que otros muchos expertos en nutrición comparten: comer sandía, especialmente en verano, te ayuda a cuidar de tu salud intestinal, favorece la eliminación de líquidos y además, te ayuda a mantenerte saciado durante más tiempo.
Partiendo de la premisa que se trata de una de las frutas por excelencia del verano por lo refrescante y deliciosa que resulta tomarla en cualquier momento, la sandía fomenta la depuración del organismo y, por tanto, consigue que tengas una barriga más plana.
Las maneras en las que puedes tomar sandía son tan diferentes y todas ellas tan deliciosas, que en cualquier circunstancia te apetecerá comerla. Recuerda que tan solo una pequeña rodaja de sandía equivale a un vaso de agua, con todos los beneficios que ello aporta a nuestra salud.
La alta cantidad de agua y las propiedades diuréticas naturales que tiene la sandía pueden ayudar a eliminar toxinas del cuerpo, incidiendo en una mejor apariencia de la piel, haciendo que esta luzca más clara y con menos imperfecciones.
Beneficios de consumir sandía
"Es refrescante, saciante, nutritiva y fácil de digerir, ya que no tiene nada de grasa y apenas contiene fibra o calorías (unas 70 en una ración de 200 gramos", asegura Beatriz Robles, tecnóloga alimentaria, haciendo incidencia en que esta fruta lo tiene todo. Además, gracias a su alto contenido en azúcar intrínseco, podemos consumirla tantas veces como queramos.
No podemos pasar por alto que la sandía es una infinita fuente de vitaminas A, B, C y D, pero también una excelente manera de incorporar antioxidantes a nuestro organismo gracias a su alto contenido en licopeno, el componente que aporta el color a esta, además de a otros múltiples frutos y verduras como el pimiento o el tomate.
Otro de los grandes 'superpoderes' de la sandía es su gran contenido en citrulina, un aminoácido presente en la sandía que puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea. Sin duda, una mejor circulación puede ayudar a mantener la piel más flexible, brillante y bonita, ya el sinfín de nutrientes y oxígeno que aporta a las células de la piel, hace que luzca su mejor versión.
No olvides tener siempre una sandía bien fresquita en tu nevera. Bien en rodajas, en una ensalada de fruta, con yogur o a modo de smoothie, esta fruta te mantendrá hidratada, saciada y con un aspecto radiante.