Según diferentes estudios, seguir hábitos saludables puede ayudar a las personas a vivir más tiempo, incluso a edades avanzadas. Elegir bien aquello que añadimos a nuestro plato no solo es decisivo de cara a nuestro peso, sino que puede beneficiar o perjudicar en gran medida nuestra calidad de vida. Así como posibles enfermedades y riesgos.

En este contexto, cada vez más españoles apuestan por buenos hábitos, acompañados de ejercicio habitual, descanso, hidratación y una dieta saludable que poder seguir. Y a pesar de que nuestra gastronomía ofrezca grandes joyas nutricionales, los expertos cada vez recomiendan más alimentos 'exóticos', como los frijoles.

Y es que, hacer dieta hace mucho tiempo dejó de ser alimentarse únicamente de ensaladas, si no que tenemos a disposición un sinfín de opciones con las que poder hacer platos únicos y variar nuestro paladar. Los frijoles son la favorita de los mexicanos; sin embargo, en España su popularidad parece haberse disparado por su sabor pero, también, por sus beneficios.

Beneficios de los frijoles

Los frijoles son una fuente nutricional excepcional con múltiples beneficios para la salud, que los convierten en un alimento clave en muchas dietas alrededor del mundo. Una de sus principales virtudes es su alto contenido en proteínas vegetales, lo que los hace una excelente opción para quienes buscan alternativas a las proteínas animales.

Las proteínas en los frijoles no solo son esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos, sino que también ayudan a mantener la masa muscular y a mejorar la sensación de saciedad, lo que puede ser útil para el control del peso y, por tanto, a perder esos kilos que tenemos en mente.

Además de las proteínas, estos pequeños alimentos son ricos en fibra dietética, un componente crucial para la salud digestiva. Este compuesto ayuda a regular el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y favorece una microbiota saludable.

Uno de los grandes beneficios de los frijoles es que juegan un papel importante en la regulación de los niveles de colesterol, una grasa fundamental para el cuerpo, ya que produce hormonas que participan en funciones reproductivas y en la producción de vitamina D.

Es necesario para el cuerpo; sin embargo, su exceso habitual por nuestra dieta puede causar problemas serios de salud. Puede almacenarse en las arterias y llegar a obstruirlas. En el momento en el que la sangre no puede fluir a través de ellas y no llega al corazón o al cerebro, se puede originar un infarto o un derrame cerebral.

Consumir frijoles regularmente puede contribuir a reducir el colesterol LDL, conocido como 'colesterol malo', al aumentar la excreción de ácidos biliares, lo que disminuye la cantidad de colesterol que circula en la sangre. Con ello, podemos ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud.

Frijoles. Istock.

Los frijoles también contienen una variedad de vitaminas y minerales esenciales, entre ellos el hierro, magnesio, potasio y ácido fólico, que son importantes para el funcionamiento óptimo del organismo. El hierro es crucial para prevenir la anemia, mientras que el magnesio y el potasio contribuyen a la salud ósea y a la regulación de la presión arterial.

Además, este alimento mexicano es un gran aliado antiedad. Las arrugas y líneas de expresión son de los signos de desgaste y edad que más pronto se ven en el rostro. Con el paso del tiempo a esto se va sumando otros signos como la flacidez en rostro y otras zonas como los brazos, debido a la pérdida de colágeno que sucede con la edad.

La producción de esta vitamina es fundamental cuando empieza su disminución, así como también lo es encontrar aquellos alimentos que puedan ayudarnos. Los frijoles son muy ricos en nutrientes como el zinc y la vitamina C, que pueden apoyar la creación y reproducción en el cuerpo del compuesto responsable de su firmeza.

El zinc es un mineral que participa en la síntesis de colágeno y en la reparación de tejidos, mientras que la vitamina C es necesaria para la producción de colágeno y actúa como antioxidante, protegiendo la piel y otros tejidos del daño oxidativo, previniendo las arrugas y líneas de expresión.

Otro beneficio significativo de los frijoles es su capacidad para proporcionar una fuente sostenida de energía debido a su bajo índice glucémico. Esto significa que su consumo ayuda a mantener niveles estables de glucosa, lo que es particularmente beneficioso para personas con diabetes o aquellas que buscan evitar los picos de insulina que pueden conducir a un mayor almacenamiento de grasa.

Cómo consumir frijoles

Los frijoles cocidos se pueden utilizar de muchas maneras. Una de las formas más sencillas es servirlos como guarnición, condimentados con sal, ajo, cebolla y especias al gusto. También se pueden convertir en una sopa, combinándolos con caldo, vegetales y hierbas. En muchas cocinas latinoamericanas, los frijoles refritos son un plato popular, donde los frijoles cocidos se machacan y se fríen con grasa, como manteca de cerdo o aceite.

Otra opción es incorporarlos en ensaladas, donde los frijoles fríos se mezclan con ingredientes frescos como tomate, cebolla, cilantro y limón. Los frijoles también son la base de muchos platillos tradicionales, como el chili, donde se cocinan con carne molida, tomates y especias.

Para aquellos que buscan alternativas rápidas, los frijoles enlatados son una opción conveniente. Sin embargo, es recomendable enjuagarlos bien para reducir el contenido de sodio y eliminar el líquido de conservación. Aunque no requieren cocción adicional, se pueden calentar y sazonar según el gusto antes de servir.