Una alimentación equilibrada es fundamental en cualquier época del año; sin embargo, en verano parece que nos olvidamos de ello. No solo es porque se acercan las vacaciones y decidimos prescindir de la dieta, sino que se debe a otros factores como un mayor consumo de bebidas alcohólicas, de helados, dulces o la pérdida de frecuencia de ejercicio y la habitualidad de picar en los bares.

Aunque parezca lo contrario, en verano es cuando más atención debemos prestar a esta alimentación. El calor nos hace perder energía y, sobre todo, hidratación. En este punto, hay quienes tienen la costumbre de beber agua a menudo o quienes se olvidan de hacerlo y deben recordárselo a ellos mismos, en cualquiera de los casos, a menudo este hábito no es suficiente.

Lo cierto es que la hidratación no consiste solo en beber suficiente agua. Los líquidos pueden obtenerse de muchas fuentes, y no consumir los suficientes puede provocar graves complicaciones de salud. Algunas de ellas son advertidas por grandes expertos, como Boticaria García.

Los alimentos que debemos priorizar en verano, según Boticaria García

María de los Ángeles García, más conocida como Marián García o Boticaria García, es una farmacéutica y nutricionista española que acostumbra a compartir información muy interesante con respecto a nuestros hábitos alimenticios y su influencia en nuestra salud. En su último vídeo, la experta nos muestra cómo evitar la deshidratación con alimentos.

La hidratación es un proceso fundamental para el bienestar del cuerpo humano y, aunque pensemos lo contrario, va mucho más allá de simplemente consumir la cantidad adecuada de agua diariamente. Si bien el agua es esencial, se deben considerar diversos factores que contribuyen a mantener el equilibrio hídrico en el organismo.

El cuerpo humano está compuesto en gran parte por agua, alrededor del 60% del peso corporal, lo que nos corrobora que su existencia es crucial para el funcionamiento óptimo de todos los sistemas fisiológicos. Sin embargo, el agua sola no proporciona todos los electrolitos y nutrientes que el cuerpo necesita.

Los electrolitos, como el sodio, el potasio y el magnesio, son minerales que desempeñan un papel fundamental en la regulación del equilibrio de los fluidos dentro y fuera de las células. Estos minerales se obtienen principalmente a través de la alimentación y son vitales para funciones corporales como la contracción muscular, la transmisión de señales nerviosas y para mantener la hidratación.

"Cuando tenemos las reservas de electrolitos bajas, es como si a nuestro se le gastara la pila", explica Boticaria García, "Todo va a funcionar más despacio y habrá señales como fatiga y dolor de cabeza", finaliza. 

Es posible que sintamos que este tipo de alertas saltan más en algunas épocas del año, como el verano. Y es que en los meses más cálidos del año perdemos muchos más electrolitos cuando sudamos, por ello, además de beber agua, la solución está en reponerlos con alimentos.

Podemos conseguir electrolitos en diferentes alimentos, como la sandía, el yogur como el kéfir, semillas —que además podemos añadir al yogur—, almendras y espinacas o brócoli. Todos ellos contienen altas cantidades de agua y proporcionan, además, vitaminas y minerales esenciales. 

Las necesidades de hidratación varían según factores individuales y ambientales. La actividad física, por ejemplo, incrementa la pérdida de agua y electrolitos a través del sudor, lo que demanda una reposición adecuada no solo con agua, sino también con bebidas que contengan sales minerales. Por ello, Rafa Nadal se come un plátano en cada partido.

También es crucial considerar el impacto de las bebidas con cafeína y alcohol en la hidratación. Aunque contribuyen a la ingesta total de líquidos, estas sustancias pueden tener efectos diuréticos, aumentando la excreción de agua del cuerpo. Por ello, el consumo de este tipo de bebidas debe ser moderado y complementado con una adecuada ingesta de agua y alimentos hidratantes.

La señal de sed no siempre es un indicador confiable de las necesidades de hidratación, especialmente en personas mayores, cuyo mecanismo de detección de la sed puede ser menos efectivo. Por ese motivo, es importante desarrollar el hábito de ingerir líquidos a lo largo del día y este tipo de alimentos regularmente.