La flacidez en todo el cuerpo, pero en general en brazos y piernas, es un problema común de hombres y mujeres como resultado de una combinación de factores como la falta de ejercicio, la pérdida muscular, la exposición al sol y, sobre todo, el envejecimiento natural.

Los cambios en la piel están entre los signos más visibles del paso del tiempo. Así como aparecen arrugas y líneas de expresión, diferentes partes de nuestro cuerpo se ven más débiles que nunca, sobre todo, si no hemos realizado ejercicio de forma constante a lo largo de nuestra vida.

Aunque parezca que no tiene solución y que solo queda arrepentirnos, lo cierto es que nunca es tarde de comenzar a ejercitarnos. Sobre todo, cuando elegimos los ejercicios correctos que se centran en eliminar esta tediosa flacidez, como es el caso de la plancha hacia arriba o Purvottanasana.

En qué consiste la 'Purvottanasana'

Purvottanasana, también conocida como la postura de la mesa o plancha hacia arriba, es una postura de yoga que implica una combinación de fuerza, equilibrio y flexibilidad. Con solo un movimiento sencillo, podemos conseguir diferentes beneficios.

Casi todas las posturas de yoga reciben su nombre del idioma sánscrito y Purvottanasana también recibe su nombre del mismo idioma. La palabra consta de tres términos: Purva , que significa "Este", Uttana , que significa "Estiramiento intenso", y Asana , que significa "Postura". Por lo tanto, en esta postura de yoga, el cuerpo se estira intensamente de la cabeza a los pies.

Para realizarla, comenzamos sentados en el suelo, con las piernas extendidas frente al cuerpo y las manos apoyadas detrás de las caderas, con los dedos apuntando hacia los pies. Desde esta posición, presionaremos las palmas de las manos contra el suelo mientras se elevan las caderas hacia arriba, llevando el cuerpo a una posición de tabla invertida.

El peso del cuerpo se distribuye entre las manos y los pies, mientras los muslos y el tronco se alinean en una línea recta. La cabeza se puede mantener en una posición neutral o caer hacia atrás suavemente, dependiendo de la comodidad y la flexibilidad del cuello.

Durante la ejecución de Purvottanasana, es crucial mantener la activación de los músculos de los glúteos, las piernas y el abdomen para sostener el cuerpo en el aire y evitar que las caderas caigan. Los hombros deben estar firmes y abiertos, alejándose de las orejas, mientras los omóplatos se juntan ligeramente para abrir el pecho.

Así como en todos los ejercicios, la respiración juega un papel fundamental de cara a la efectividad y duración de la actividad. En este caso debe ser profunda y controlada, permitiendo que el cuerpo se relaje en la postura mientras se mantiene la fuerza y la estabilidad.

Beneficios de la 'Purvottanasana'

Purvottanasana es una postura que ofrece numerosos beneficios, incluyendo el fortalecimiento de los músculos de la parte posterior del cuerpo, como la espalda, los glúteos y los isquiotibiales. También estira los músculos del pecho, los hombros y los tobillos, mejorando la flexibilidad y la postura general.

Es especialmente beneficiosa para tonificar los brazos y combatir las llamadas alas de murciélago, que son esos depósitos de grasa o flacidez en la parte posterior de los brazos que pueden volverse más pronunciados con la edad, especialmente en mujeres a partir de los 50 años.

Al sostener el cuerpo en esta postura, se activa intensamente la musculatura de los brazos, incluyendo los tríceps, que son los músculos clave en la parte posterior de los brazos donde suele acumularse la flacidez.

Los tríceps se activan cuando se levantan y sostienen las caderas, mientras que las palmas de las manos presionan contra el suelo. Esta contracción de forma prolongada fortalece la zona, ayudando a reducir la flacidez con el tiempo, siempre y cuando seamos constantes con el ejercicio.

Además, la postura también trabaja los hombros y los músculos del pecho, creando un efecto tonificante en toda la parte superior del cuerpo. La postura no solo estira y fortalece, sino que ayuda a mejorar la circulación en los brazos, lo que puede contribuir a una apariencia más firme y definida.