Estos son los efectos específicos del estrés en las mujeres y los consejos para afrontarlo
Presión arterial alta, insuficiencia cardiaca o mayor propensión a ictus cerebrales son algunos de los riesgos de mantener el cuerpo en constante alerta.
6 septiembre, 2024 01:55Llevamos una vida frenética y acelerada. El trabajo, las cuestiones personales y otras ocupaciones como pueden ser el cuidado de los niños o del hogar generan en nuestro cuerpo cantidades desmedidas de cortisol, la hormona del estrés.
La doctora Nuria Javaloyes, jefa de la Unidad de Psiquiatría y Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, habla con Magas para advertir de los efectos del estrés en las mujeres, más propensas a experimentarlos que los hombres: "En mi opinión, aunque la sociedad está cambiando, la planificación, logística, toma de decisiones y coordinación en el ámbito familiar sigue recayendo en mayor proporción en las mujeres. Así, la carga mental sigue siendo fundamentalmente femenina", señala la experta.
Los efectos
El estrés crónico en las mujeres provoca que su cuerpo esté permanentemente alerta incluso cuando no hay peligro, lo que supone poner en riesgo su salud física y psicológica.
"Con el tiempo, al mantener el cuerpo de forma constante en un estado de hiperactivación, pueden aparecer problemas como presión arterial alta, insuficiencia cardiaca, mayor propensión a ictus cerebrales, problemas en el aparato digestivo, problemas ginecológicos… Todo esto puede derivar en depresión y ansiedad, lo que se verá reflejado en el descuido de los hábitos de alimentación y ejercicio, generando un círculo vicioso de malestar físico y psicológico difícil de cortar sin ayuda especializada".
Si la hiperactivación y el estado de alerta se cronifican durante años, los mecanismos que en un principio eran adaptativos pueden empezar a fallar de forma incluso irreversible. Aunque nuestro cuerpo es muy resistente, también tiene un límite, y si no escuchamos sus señales podemos llevarlo a un punto de no retorno.
El estrés puede manifestarse en el cuerpo de la mujer generando alteraciones en el ciclo menstrual o incluso amenorrea (ausencia de la menstruación). También, al aumentar el cortisol, la mujer puede ver aumentada su presión arterial y tener dolores musculares o inflamación, entre otros síntomas.
¿Por qué ellas se estresan más?
La doctora hace referencia a las normas y valores socioculturales como grandes influyentes en los roles y comportamientos de los hombres y las mujeres, generando diferencias de género.
"Pese a que se observan avances en cuanto a la igualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres, a las mujeres se les sigue asignando más tareas relacionadas con el ámbito doméstico y familiar, lo que supone un esfuerzo mental importante para ellas", comenta.
Las mujeres suelen tener, además de las tareas propias de su puesto de trabajo, las relativas al cuidado del hogar con todo lo que conlleva, como la planificación del menú semanal, el apoyo escolar, todo lo relacionado con la ropa y su mantenimiento o la organización de las relaciones sociales con familiares y amigos. Por todo ello, tal y como afirma la OMS, incluir la perspectiva de género en la práctica psicológica permite entender y analizar la repercusión de estos roles en la salud integral de las personas.
Estrés y hormonas
Las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona, afectan a los sistemas de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo. Por tanto, las diferentes variaciones de estos niveles hormonales, ya sea por el ciclo menstrual o la menopausia, pueden ocasionar en algunas mujeres síntomas depresivos, ansiosos o de irritabilidad.
Estas variaciones en el estado de ánimo pueden influir a la hora de hacer frente a las tareas de la vida diaria, generando mayor vulnerabilidad frente a la sintomatología asociada a cuadros de estrés. Sin embargo, hay que señalar que no todas las mujeres experimentan estos cambios; hay mujeres que son muy susceptibles a presentar grandes efectos de las variaciones hormonales sobre su estado de ánimo y su salud mental debido a lo que se denomina "sensibilidad hormonal", y otro grupo de mujeres no se ven afectadas por tales variaciones.
El estrés, además, puede producir alteraciones en las hormonas de forma indirecta: definido como una reacción del cuerpo a la sobreexigencia de las demandas externas, el cuerpo se pone a nuestro servicio para ayudarnos a llegar a todo, de tal forma que se hiperactiva produciendo y liberando de forma constante hormonas como la tiroides, el cortisol, la adrenalina o la prolactina, entre otras.
Síndrome del estrés crónico
La diferencia entre el estrés agudo y el estrés crónico consiste fundamentalmente en que el primero no es problemático, ya que es puntual e incluso saludable: nos ayuda a adaptarnos al medio. El estrés crónico sí es problemático, y origina problemas de salud porque no desaparece y produce limitaciones funcionales.
"Cuando hablamos de los problemas relacionados con el estrés, siempre nos referimos al estrés crónico, no al puntual. El estrés puntual nos ayuda a hacer frente a demandas concretas y es un mecanismo adaptativo y saludable que nos mantiene activos y despiertos", añade la psicóloga.
Algunos consejos
La doctora ofrece, además, algunos tips para controlar el estrés:
- Programar horarios que diferencien la parte profesional de la personal
- Aprender a delegar responsabilidades, evitando cargar con más de lo necesario
- Planificar, priorizando y organizando las tareas con metas realistas que no impliquen un sobreesfuerzo constante
- Programar tiempos de descanso y cumplirlos
- Dedicar tiempo de calidad a las experiencias con familia y amigos
- Buscar apoyo en otras personas, comunicando los sentimientos y la sensación de sobrecarga.
- Dedicar tiempo a actividades físicas y deportivas, pero que no suponga una obligación más, sino un disfrute.
- Practicar la alimentación consciente
- Incluir en el día a día alguna técnica de meditación, o mindfulness para centrarnos en el momento presente.
Enfrentar el estrés laboral y familiar es un proceso que requiere tener las ideas claras y la voluntad de llevarlas a cabo. Las mujeres no necesitan ser productivas ni perfectas todo el tiempo; está bien descansar, decir que no, escuchar al cuerpo, dejar las tareas para más tarde y cometer errores. El principal consejo es recordar que el valor de la mujer no está en lo que hace sino en lo que es.