Los hábitos pueden condicionar de manera significativa el presente y el futuro de nuestra salud. Son muchos los avances tecnológicos, sociales e industriales que han mejorado la calidad de vida de la población, pero… ¿Tenemos mejor pronóstico que nuestras madres o abuelas en lo que a salud se refiere?
Esta es una pregunta dirigida especialmente a las mujeres milenial y de la generación X, ya que un estudio publicado en la revista The Lancet Public Health señala que tienen más posibilidades de padecer cáncer que sus antecesoras, concretamente el triple.
Los investigadores de la Sociedad Estadounidense del Cáncer informaron en este análisis de que las tasas de 17 de los 34 tipos de cáncer más comunes están aumentando en generaciones cada vez más jóvenes.
En el caso de las mujeres, se ve una especial incidencia en el cáncer de hígado y de los conductos biliares en comparación con las mujeres de la generación del baby boom (nacidas entre 1946 y 1964).
Según varios expertos en oncología, a priori, la explicación parece sencilla: "Nuestras abuelas en general tenían menos hábitos tóxicos (fumaban y bebían menos), y un estilo de vida más saludable. No iban al gimnasio, pero realizaban mucho más ejercicio diario; apenas usaban coche, ascensor y andaban mucho más", explica el doctor Rafael Álvarez Gallego, del Centro Integral Oncológico Clara Campal del Hospital Universitario HM Sanchinarro.
Y añade: "También llevaban una mejor alimentación, más variada, con más fibra, menos platos preparados y comida rápida".
Cáncer de hígado en mujeres
En el mismo sentido se pronuncia Gloria Ortega, cirujana oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid. "Hace años, el cáncer era una enfermedad de personas mayores y una explicación muy simple era el 'envejecimiento' de los genes", cuenta.
La doctora lo explica: "A día de hoy, aunque la interacción de los diferentes factores no es del todo conocida, el aumento de la incidencia en adultos jóvenes (menores de 50 años) se atribuye a varios factores, muchos de los cuales suponen una clara diferencia entre las generaciones pasada y las actuales, como es la actual epidemia de obesidad, una mayor exposición a radiación UV, contaminación ambiental, etc".
Alcohol, tabaco, sedentarismo y cuestiones ambientales forman un peligroso cóctel que hace que la palabra cáncer esté presente en las vidas de las mujeres (y hombres) jóvenes.
"Entre los múltiples factores que pudieran estar implicados en el aumento de incidencia de tumores en jóvenes, destacamos los relacionados con los hábitos de vida. En este sentido, la obesidad, las malas rutinas en la alimentación y el consumo de alcohol y tabaco, juegan un papel importante", explica el doctor Martín Valadés, jefe de sección Tumores Digestivos del MD Anderson Cancer Center Madrid.
Uno de los datos más llamativos que arroja el citado estudio es que las mujeres de la generación milenial (entre 30 y 42 años) corren un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado (aún en mayor proporción entre las más jóvenes), y de los conductos biliares. Aunque los problemas de hígado en muchas ocasiones nos lleva a pensar que hablamos solo de alcohol, no es necesariamente así.
"El alcohol ha sido el principal, pero no el único, factor de riesgo. En las últimas décadas, se ha observado también un aumento de prevalencia de obesidad y diabetes tipo II conduciendo a un aumento de la incidencia de dos entidades que pueden inducir a la aparición de cirrosis y fibrosis hepática y, por lo tanto, también a cáncer de hígado", aclara el doctor Martín Valadés.
"Probablemente, estemos infraestimando los casos que vienen causados por estas patologías y se espera que aumenten. Por todo ello, el control de factores de riesgo como el alcohol y la obesidad parece crucial. El alcohol constituye uno de los principales factores de riesgos de aparición de múltiples tipos de cáncer (no solo el cáncer hepático)", añade el oncólogo consultado.
Tabaco y 'vapers'
La pregunta que nos viene a la mente es instantánea, ¿qué pasa con los cigarrillos electrónicos y los vapeadores, tan de moda entre los más jóvenes?, ¿cómo afectarán a la salud?
"No lo sabemos, igual que no supimos hasta pasados muchos años el daño que iba a producir el consumo de tabaco. Pero no descabellado pensar que los productos químicos utilizados puedan en un futuro asociarse con el desarrollo de tumores", dice la doctora Ortega.
Por eso, tal y como recomienda el doctor Rafael Álvarez Gallego, del Centro Integral Oncológico Clara Campal del Hospital Universitario HM Sanchinarro, "es importante que todas las personas intenten bajar el riesgo ambiental al cáncer mediante la abstinencia de tabaco, vapeadores, alcohol y hábitos de vida saludables".
Los datos del estudio publicado en la revista The Lancet Public Health pueden resultar alarmantes, pero también hay que especificar que el riesgo de mortalidad se ha reducido notablemente con respecto al de nuestras madres y abuelas en muchos de los tumores (no en el de hígado en mujeres). Esto tiene una explicación clara.
"El aumento de la incidencia de cáncer en adultos jóvenes se debería a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Por otro lado, también estaría en relación con las mejoras en los programas de cribado y detección precoz y de los métodos diagnósticos en general", explica la doctora Ortega, de MD Anderson Cancer Center Madrid.
Medidas contra el cáncer
A modo de resumen, las medidas para 'protegerse' de la incidencia del cáncer nos las detalla el doctor Martín Valadés:
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No fumar, ni consumir ningún tipo de tabaco.
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Mantener un peso saludable.
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Hacer ejercicio a diario, evitar el sedentarismo.
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Llevar una dieta saludable.
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Evitar el consumo de alcohol.
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Evitar una exposición excesiva al sol/rayos UV, sobre todo en niños y niñas.
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Participar en programas de vacunación contra la Hepatitis B y el virus del papiloma humano (VPH).
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Participar en los programas de cribado del cáncer recomendados, según edad y sexo: cáncer de colon (hombres y mujeres), cáncer de mama (mujeres) y cáncer de cérvix (mujeres).
En cuanto al cáncer de mama, al que el informe también se refiere y que es uno de los que más visibilidad tiene en el caso de las mujeres, también hay una causa generacional en su mayor incidencia entre pacientes jóvenes.
"Las diferencias en número de hijos, edad al momento del primer embarazo y lactancia son factores conocidos del riesgo de cáncer de mama. Hay diferencias sustanciales entre nuestra generación y la de nuestras abuelas", asegura la doctora Gloria Ortega.