Frutos secos.

Frutos secos. Istock.

Salud y Bienestar

Ni pistachos ni nueces: el fruto seco que los españoles ignoran pero está repleto de colágeno y ayuda a bajar de peso

La Fundación Española de Nutrición (FEN) destaca este fruto seco por encima del resto como uno de los más saludables.

28 septiembre, 2024 07:05

En los últimos años, los frutos secos han ganado una popularidad abismal. Esta fama no solo se debe por un pequeño aperitivo, versátil y fácil de comer en cualquier lugar, ni tampoco por su gran sabor o variedad, sino por contener en pequeñas dosis un sinfín de beneficios, que valoran hasta los mayores expertos. 

A pesar de su variedad, es cierto que algunos de ellos son más valorados que otros. Según las estadísticas, los hogares españoles consumieron más de 15 millones de kilogramos de cacahuetes ese año, una cifra superada únicamente por las nueces. Otros, como los anacardos, han sido más infravalorados.

En España, el anacardo es un producto cuyo consumo es inferior al de otros frutos secos como la almendra o la nuez; sin embargo, poco a poco ha ido introduciéndose en los hogares por diferentes motivos, y uno de ellos, es su multitud de ventajas para la salud. 

Beneficios de los anacardos

Los anacardos pertenecen al grupo gastronómico de los frutos secos, cuya forma natural es la de semilla del fruto del árbol Anacardium occidentale. Con una textura dura, seca y algo crujiente, comparten características con las legumbres y las semillas nutricionalmente hablando.

A pesar de su pequeño tamaño, ofrecen numerosos beneficios para la salud. Son una fuente excelente de grasas saludables, especialmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que son conocidos por su capacidad para mejorar la salud cardiovascular.

Estas grasas ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y a aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno), lo que disminuye el riesgo de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos.

Además, los anacardos son una fuente rica de proteínas de origen vegetal, lo que los convierte en un alimento ideal para quienes buscan aumentar su ingesta proteica, especialmente en dietas vegetarianas o veganas.

Estos frutos secos son también ricos en minerales esenciales como el magnesio, el zinc, el hierro, el selenio y el cobre. Este último es indispensable para la producción de colágeno en el cuerpo, ya que actúa como un cofactor en la síntesis de esta proteína, ayudando a mantener la elasticidad y firmeza de la piel, así como a prevenir la formación de arrugas y otros signos de envejecimiento. 

Además de los minerales, los anacardos tienen un alto contenido en antioxidantes, como la vitamina E y ciertos fitoquímicos, que protegen al organismo del daño causado por los radicales libres. Esto contribuye a la prevención del envejecimiento prematuro y a la reducción del riesgo de enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Anacardos.

Anacardos. Istock.

El cobre también es muy importante para la producción de energía y la formación de glóbulos rojos, mientras que el zinc es esencial para el sistema inmunológico y la cicatrización de heridas.

Esta gama de aminoácidos esenciales son fundamentales para la reparación y el crecimiento de los tejidos del cuerpo. El magnesio, por ejemplo, es crucial para la función muscular y nerviosa, la regulación de la presión arterial y la síntesis de proteínas.

El consumo de anacardos beneficia la salud ósea debido a su contenido de calcio, magnesio y fósforo, que son esenciales para mantener huesos y dientes fuertes. La vitamina K presente en los anacardos también desempeña un papel muy significativo en la salud ósea.

Los anacardos tienen un bajo índice glucémico, lo que significa que no causan picos bruscos de azúcar en sangre, siendo beneficiosos para las personas con diabetes o aquellas que desean controlar su nivel de glucosa.

Gracias a su alto contenido de fibra, ayudan a mantener un sistema digestivo saludable y a regular el tránsito intestinal, lo que contribuye a la sensación de saciedad y puede ser muy útil para el control del peso.

Aunque se trata de un fruto seco calórico, algunas investigaciones recientes sugieren que el organismo no puede absorberlas todas y que su fibra contribuye a la sensación de saciedad.

Cómo consumir anacardos

Es importante que tengamos claro que no se pueden consumir crudos como sí sucede con otros frutos secos porque son altamente tóxicos. Esto se debe a una sustancia conocida como urushiol, que es un tipo de aceite que se encuentra en las hojas del árbol del anacardo.

Por eso se tuestan o se fríen, para eliminar este tóxico que puede producir irritación en la piel, edemas, inflamación, supuración y dermatitis, entre otros. Eso sí, lo más saludable es tomarlos tostados y no fritos, y siempre sin sal añadida, tal y como suelen venderse habitualmente.