En la esfera internacional, los españoles tenemos fama de perezosos, de pasar todo el día de fiesta o de dormir la siesta. Los datos confiesan que aunque lo parezca, no somos uno de los países más vagos del mundo; sin embargo, lo cierto es que tenemos un sinfín de hábitos que podrían colocarnos en el podio.

A nivel nacional, según una encuesta del año 2022 del Instituto Nacional de Estadística, un 27,4% de personas de 16 y más años se declaró sedentaria en su tiempo libre. Un estilo de vida que puede ser muy perjudicial, pero que puede cambiar de una forma muy sencilla.

El método NEAT se ha popularizado en los últimos años debido a su posibilidad de eliminar el sedentarismo, promover una buena salud y, por supuesto, adelgazar. El concepto tiene que ver con todas las calorías que quemamos a través de su actividad diaria, excluyendo el ejercicio físico intencional.

En qué consiste el método 'NEAT'

El método NEAT, que corresponde a las siglas en inglés de Non-Exercise Activity Thermogenesis (Termogénesis de Actividad No Ejercicio), es un concepto que ha ganado popularidad debido a su capacidad para ayudar a las personas a perder peso y mejorar su salud en general sin tener que realizar actividades físicas estructuradas, como los entrenamientos convencionales.

El NEAT es la energía que se gasta en todo lo que hacemos, excepto dormir, comer o hacer ejercicio físico. Abarca desde la energía que se gasta al caminar hasta el trabajo, escribir en el ordenador, subir escaleras, fregar los platos, moverse en el trabajo o incluso gesticular mientras hablamos.

Uno de los conceptos clave del NEAT es que muchas personas, especialmente aquellas que tienen trabajos sedentarios o estilos de vida que requieren estar sentados durante largos periodos, a menudo subestiman el impacto que sus pequeñas actividades diarias pueden tener en su gasto calórico.

Aunque el ejercicio regular, como correr o levantar pesas, es sin duda beneficioso para la salud, el NEAT sugiere que una gran parte de la energía que utilizamos a lo largo del día proviene de la actividad que realizamos fuera de un entorno de ejercicio estructurado.

Se estima que las personas pueden gastar una cantidad significativa de calorías simplemente realizando tareas cotidianas que no requieren que se destinen tiempos específicos para hacer ejercicio. Por ejemplo, los estudios muestran que los trabajadores agrícolas tienen una NEAT alta, mientras que la industrialización parece disminuirla.

El NEAT se diferencia de los entrenamientos tradicionales en que no requiere que se realice un esfuerzo prolongado o programado para estar en movimiento. Cuando simplemente caminamos mientras hablamos por teléfono, estamos activando este aspecto de manera importante.

Aunque no sea un entrenamiento intenso, estas pequeñas actividades suman y, a lo largo del día, pueden marcar una diferencia relevante en el gasto calórico total, siempre y cuando conozcamos el término y sepamos optimizarlo para conseguir los mejores resultados.

Cómo añadir el 'NEAT' al día a día

Una persona que es consciente de su nivel de NEAT puede hacer ajustes en su día a día, como caminar en lugar de coger el coche para viajes cortos, utilizar las escaleras en lugar de los ascensores o simplemente realizar estiramientos mientras trabajamos.

Los análisis sugieren que personas del mismo tamaño pueden tener niveles drásticamente diferentes de NEAT, en función de factores como su trabajo y la ubicación donde viven, así como su impulso biológico para levantarse y moverse.

Para entenderlo, los expertos ofrecen un ejemplo muy común: llegar a casa después del trabajo y sentarse en el sofá durante el resto de la noche. Si esa es la rutina habitual, nuestro NEAT podría terminar en solo 30 calorías.

Mujer subiendo escaleras. Istock.

Sin embargo, si cuando llegamos a casa, optamos por pequeñas actividades domésticas que nos obliguen a movernos, podría aumentar el NEAT en 700 calorías o más en el mismo período de tiempo.

Mientras que los entrenamientos estructurados pueden ser difíciles de mantener a largo plazo por la falta de motivación o la falta de tiempo, el NEAT se adapta a la rutina diaria de cada persona, de manera que la inclusión de estas actividades puede integrarse sin esfuerzo.

Además, estas simples actividades no solo ayudan a quemar calorías, sino que también puede mejorar otros aspectos de la salud, como la circulación, la flexibilidad, la postura y la prevención de enfermedades relacionadas con el estilo de vida sedentario, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

El método NEAT también puede aumentar la sensibilidad a la insulina y promover un metabolismo más eficiente, ya que el movimiento frecuente ayuda a que el cuerpo utilice de manera más eficaz los nutrientes y reduzca el almacenamiento de grasa.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque el NEAT puede ser una parte efectiva del proceso de pérdida de peso, no es una solución milagrosa por sí sola. La combinación de un estilo de vida activo y saludable sigue siendo el enfoque más efectivo para adelgazar.