La menopausia marca una fase significativa en la vida de las mujeres en la que se producen profundos cambios hormonales que también pueden afectar a la salud ocular.
Piluca Barrau, farmacéutica y optometrista, subraya que el 95% de las personas que acceden a su consulta en estas etapas posee algún tipo de síntoma relacionado con la sequedad y se posiciona como uno de los problemas más comunes junto con los problemas con el sueño. Entre los 45 y 55 años, uno de cada dos personas tiene ojo sensible y tiene sequedad ocular.
Síntomas
Los síntomas como sequedad, picor, ojo rojo y lagrimeo son comunes en la menopausia y pueden estar relacionados con el síndrome del ojo seco.
Durante la menopausia, la disminución en la producción de hormonas sexuales puede afectar las glándulas que producen lágrimas. Esto conduce a una menor lubricación y humedad en los ojos, causando sequedad. Esta sequedad puede provocar irritación en los ojos, llevando a un picor constante. Esto puede ser especialmente incómodo y persistente si no se maneja adecuadamente.
También los ojos pueden aparecer rojos debido a la irritación o inflamación, dando señales que están más secos de lo normal o que existe alguna inflamación relacionada con la sequedad.
Adicionalmente, la bajada de estrógenos influye en la calidad y en la cantidad de la lágrima, haciendo que la lágrima de la mujer se evapore más rápido de lo normal y produciendo mucha sequedad.
Paradójicamente, según nos comenta Piluca Barráu, el síndrome del ojo seco a menudo conduce a un aumento del lagrimeo. Esto ocurre porque el ojo seco irrita la superficie del ojo, lo que hace que el cuerpo responda con un reflejo de producción excesiva de lágrimas para intentar aliviar la irritación. Sin embargo, estas lágrimas a menudo no tienen la composición correcta para lubricar el ojo convenientemente.
La bajada de estrógenos produce una evaporación de la lágrima más rápido de lo normal, provocando sequedad. Estos síntomas pueden ser más que molestias menores; pueden afectar significativamente la calidad de vida y la visión si no se manejan adecuadamente.
Tratamiento
La oftalmóloga Piluca Barráu nos da varias recomendaciones para aliviar el ojo seco como el uso de lágrimas artificiales. Estas lágrimas artificiales pueden aliviar los síntomas al proporcionar la humedad adicional que necesitan los ojos. También nos recomienda utilizar lágrimas que sean ricas en ácido hialurónico.
Según la oftalmóloga, otra solución adicional que funciona muy bien en estos casos, puede ser la aplicación de una crema más densa antes de ir a dormir como Recugel que permite regenerar las células que se han irritado durante el día y sobre todo en personas que duermen con una ligera apertura de párpados.
Entre los 45 y 55 años, uno de cada dos personas tiene ojo sensible.
En todo caso, es conveniente consultar con un especialista en salud ocular que nos ayude a evaluar estos síntomas y recibir el tratamiento adecuado. Factores como la exposición excesiva a pantallas de dispositivos pueden exacerbar los síntomas del ojo seco.
Otro factor por considerar es el impacto del estilo de vida en la salud ocular durante la menopausia. Factores como la exposición excesiva a pantallas de dispositivos pueden exacerbar los síntomas del ojo seco y otros problemas oculares. Por ello, Piluca recomienda tomar pausas regulares al utilizar dispositivos electrónicos, para permitir que los ojos descansen y se rehidraten y llevar siempre con nosotras las lágrimas artificiales
Recomendaciones prácticas
Para prevenir y tratar el ojo seco, se recomienda usar protección ocular como gafas de sol, mantener un ambiente húmedo con humidificadores, y una dieta rica en ácidos grasos omega-3 incorporando a la dieta nueces o salmón o algún suplemento rico en Omega 3.
Estos alimentos no solo ayudan a mantener una visión saludable, sino que también fortalecen el sistema inmunológico y promueven la salud de la piel, que también puede verse afectada durante la menopausia.
Estas medidas y tratamientos ofrecen una estrategia integral para abordar el ojo seco durante la menopausia, mejorando así la calidad de vida y la salud ocular de muchas mujeres durante esta transición significativa.