Hay tres elementos esenciales necesarios para la supervivencia humana: oxígeno, alimentos y agua. Mientras que el primero de ellos lo tomamos por 'inercia', para el segundo y tercero recurrimos para vivir más tiempo. Sin embargo, al último no tendemos a darle tanta importancia y es que, según el sondeo elaborado por Bezoya, el 68% de los españoles no se hidrata correctamente.

Las recomendaciones para el consumo de agua suelen ser de ocho a 10 vasos de agua al día, cada uno de 200 ml. Además de que la hidratación es fundamental para nuestra vida diaria, la cual nos ayuda regular la temperatura corporal, lubricando articulaciones y órganos, también puede tener relación con nuestra pérdida o ganancia de peso.

Bajo esta explicación funciona la técnica japonesa sayu. El agua es crucial en la cultura japonesa, que inspira la purificación de la mente y del entorno. Dependen tanto de ella que han descubierto que beber agua tibia en ayunas puede ayudarles a perder peso en tiempo récord.

Qué es el método 'sayu'

La terapia de agua japonesa, también conocida como sayu, consiste en beber una cantidad específica de agua tibia a primera hora de la mañana con el estómago vacío. Sus defensores afirman que ofrece varios beneficios para la salud, incluida la pérdida de peso, una mejor digestión y mayores niveles de energía. 

La terapia de agua japonesa normalmente implica: beber 6-7 vasos de agua tibia a primera hora de la mañana, en ayunas; esperar entre 30 y 45 minutos antes de consumir cualquier alimento o bebida y seguir un horario de alimentación específico a lo largo del día.

Científicamente hablando, el método sayu se puede explicar con los valores oscilantes de nuestra agua corporal total (ACT). El ACT aumenta y disminuye con la edad. Los recién nacidos prematuros tienen un valor aproximado del 80%, los bebés del 70 al 75 por ciento, los niños pequeños del 65 al 70 por ciento y después de la pubertad, un 60%.

Debido a que la grasa tiene un contenido de agua menor que el músculo, estos valores fluctúan con la cantidad de grasa. Como resultado, las personas con más grasa tienen un ACT más bajo como proporción del peso corporal total.

El agua nos mantiene hidratados y saludables al eliminar las toxinas del cuerpo e incluso nos ayuda a controlar el peso. Aunque no queme calorías por sí solo, puede ayudar a mejorar el metabolismo y aumentar los niveles de energía.

La terapia de agua japonesa, en concreto, se centra en esa práctica para emplear el agua como un empujón en la pérdida de peso. Para ello, tenemos que beber de seis a siete vasos de agua tibia a primera agua de la mañana, al menos 45 minutos antes del desayuno.

Algunos estudios muestran que seguir esta terapia durante un período prolongado puede ayudar con algunos esfuerzos de pérdida de peso y mejorar su sistema digestivo. 

Beneficios del método 'sayu'

Beber varios vasos de agua tibia nada más levantarse, con el estómago vacío puede curar una variedad de enfermedades al limpiar el sistema digestivo y regular la salud intestinal, desde tratar afecciones como diabetes tipo 2 o el estreñimiento.

Incluir la terapia con agua puede acelerar el metabolismo y ayudar a perder peso porque beber agua con el estómago vacío promueve el proceso de desintoxicación natural del cuerpo al eliminar las toxinas.

Las personas con un metabolismo lento tienden a tener mayores problemas para perder peso, por lo que acelerarlo puede ayudarnos con nuestro objetivo de adelgazamiento. 

Imagen de un vaso de agua. Istock.

Se dice que el método sayu derrite la grasa y ayuda a quemar grasa abdominal. Esto se debe a que la temperatura corporal aumenta cuando bebemos agua tibia, lo que también favorecería el proceso de acelerar el metabolismo y la quema de calorías. 

Añadido a la pérdida de peso, el método sayu ayuda a mantener una hidratación óptima, indispensable en nuestro día a día, que cuenta con numerosas ventajas, como una función cerebral óptima, más vitalidad y la regulación de la presión arterial.

Además, aumentar la ingesta de agua puede ayudar a evitar cálculos renales, migrañas y estreñimiento. A modo de aspecto y estética, el método de tratamiento con agua también puede favorecernos, puesto que puede mejorar la salud de nuestra piel y promover una tez más brillante y equilibrar los niveles de pH del cuerpo.

Dado que el agua constituye el 75% del cuerpo, cualquier disminución en el contenido de agua afecta la piel, que es el órgano más grande. Si nuestra dermis no recibe suficiente agua, se volverá escamosa, seca y sin vida. De hecho, la piel seca es más propensa a las arrugas y líneas de expresión.