Conocido por sus múltiples beneficios, especialmente en el campo de enfermedades cardíacas, la mejora de la circulación y la reducción del colesterol, el omega-3 es un componente esencial para nuestra salud.
Sin embargo, no todos los omega-3 son iguales, y esto es algo que la nutricionista Marian García, más conocida como Boticaria García, ha dejado claro en uno de sus últimos mensajes en redes sociales.
En su cuenta de Instagram, la famosa divulgadora científica explicó la diferencia crucial entre el omega-3 que se encuentra en el pescado azul y el que proviene de las semillas, concretamente de los frutos secos. Una advertencia clave para quienes buscan equilibrar su dieta y maximizar los beneficios de este ácido graso esencial.
Por qué es importante el omega-3
Este ácido graso poliinsaturado es crucial para el funcionamiento de nuestro cuerpo. No solo ayuda a mantener las membranas celulares flexibles y sanas, sino que también desempeña un papel clave en la reducción de la inflamación, la mejora de la salud cardiovascular y el apoyo a la función cerebral.
Pero, una de las premisas más interesantes del omega-3 es que nuestro cuerpo no puede producirlo por sí solo, lo que significa que debemos obtenerlo a través de nuestra alimentación.
Para quienes buscan mejorar sus niveles de omega-3, Boticaria García ofrece algunos consejos prácticos, pero también una seria advertencia acerca de cuáles son los mejores métodos para consumirlo.
Además de evitar las grasas industriales y consumir alimentos ricos en este nutriente como el pescado azul o los frutos secos, la nutricionista también recomienda diversificar las fuentes de omega-3 en la dieta.
Pescado azul vs. frutos secos
Boticaria García explica que no todas las fuentes de omega-3 son igual de eficaces para el cuerpo humano. El omega-3 que proviene del pescado azul, como el salmón, la caballa o las sardinas, está listo para ser absorbido y utilizado directamente por nuestras células.
Esto se debe a que el omega-3 de este tipo de pescado ya se encuentra en su forma activa, lo que facilita su incorporación a las membranas celulares y, por ende, su efectividad en el organismo.
Por otro lado, el omega-3 que encontramos en los frutos secos no está "lista" para ser utilizada. Según García, esta proteína actúa como un precursor, lo que significa que debe pasar por una serie de procesos metabólicos en el cuerpo antes de poder ser utilizado eficazmente.
Para entenderlo mejor, la nutricionista lo compara con un viaje a través de un túnel: solo una pequeña parte del omega-3 que ingerimos de frutos secos y semillas llega a convertirse en la forma útil que nuestro cuerpo necesita.
Los precursores en los frutos secos
Este concepto de precursor es esencial para comprender por qué no basta con consumir frutos secos y demás semillas sin más. Aunque alimentos como las nueces, las almendras y las semillas de chía son fuentes saludables de omega-3, su efectividad depende de varios factores.
Uno de los puntos más importantes que subraya Boticaria García es la necesidad de preparar correctamente estos alimentos para maximizar la absorción de omega-3.
Las semillas, por ejemplo, deben consumirse molidas o remojadas, ya que si se comen enteras, el cuerpo no las digiere completamente y "salen tal cual entran", perdiéndose sus beneficios.
¿Qué pasa si no consumes pescado azul?
El mensaje de Boticaria García es especialmente relevante para aquellas personas que, por diversas razones, no consumen pescado azul regularmente en su dieta. La nutricionista ofrece alternativas para obtener suficientes niveles de omega-3.
"El omega-3 es un ácido graso que se incorpora a la membrana de las células y hace que estén más flexibles y contentas", aclara, por eso aconseja no consumir margarinas, grasas industriales y aceites de semillas, que puedan bloquear las vías metabólicas que el cuerpo utiliza para convertir el omega-3 de los frutos secos y las semillas en su forma activa.
Si las vías metabólicas están ocupadas por estas grasas, el cuerpo no podrá convertir eficazmente el omega-3 de los frutos secos en la forma útil, lo que reduce su efectividad. De ahí la importancia de aumentar el consumo de semillas de lino, chía y nueces, siempre preparadas de manera adecuada, para asegurar una mejor absorción de este nutriente esencial.
Si bien tanto el pescado azul como los frutos secos y las semillas son alimentos saludables y ricos en omega-3, la forma en que nuestro cuerpo procesa este nutriente varía significativamente.
Aquellos que no consumen pescado azul regularmente deben prestar atención a la forma en que preparan y consumen los frutos secos y las semillas para maximizar los beneficios de este ácido graso esencial.