El café podría considerarse como una tradición mundial. El gesto de prepararse una taza a primera hora de la mañana se convierte en una rutina imprescindible de millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, todavía hay más, y es que gracias a su sabor y, sobre todo, a su capacidad estimulante, este sencillo hábito se prolonga durante más horas del día, como después de comer.
Solo, cortado, con leche, americano, capuchino… todas sus formas son una opción excelente después de comer. De hecho, muchas personas han descubierto que beber café después de una comida puede ayudar con la digestión gracias a la cafeína, que estimula la producción de ácido gástrico en el estómago, que descompone los alimentos de forma más eficaz, haciéndolos más fáciles de digerir.
A pesar de esta gran ventaja, tomar café después de la comida también tiene algunas desventajas, entre ellas, su contenido de taninos, unos antinutrientes que pueden disminuir la absorción del hierro, tal y como explican las nutricionistas del pódcast Con jengibre y limón.
Por qué evitar el café después de la comida
Los antinutrientes son uno de los elementos más desconocidos y a la vez temidos en el ámbito de la nutrición. Como su propio nombre indica, bloquean o interfieren con la forma en que nuestro organismo absorbe otros nutrientes. Mientras que hay alimentos en los que se pueden eliminar de forma sencilla, como las legumbres, con el té y el café es más difícil.
El té y el café y algunas legumbres contienen taninos, unos antinutrientes que pueden disminuir la absorción del hierro. De forma general, se recomienda limitar la ingesta de alimentos que los contengan, repartirlos en varias comidas y no tomarlos junto a sus antagonistas, un motivo por el que los expertos recomiendan evitar estas bebidas después de comer.
El consumo de café justo después de una comida puede interferir con la absorción de ciertos nutrientes en los alimentos que consumimos. Por ejemplo, si comemos un bistec de ternera, puede reducir la absorción de hierro, que es un nutriente importante para el organismo.
Esto es particularmente relevante para las personas que tienen niveles bajos de hierro, como las mujeres embarazadas y las personas con anemia. Además, el café también puede provocar reflujo ácido, que puede resultar incómodo y provocar otros problemas de salud si no se trata.
Si bien ambas bebidas calientes contienen antioxidantes beneficiosos, su consumo después de una comida une el hierro y otros minerales de los alimentos y suplementos para inhibir su absorción. Según los expertos, beber café con una comida puede reducir la absorción de hierro hasta en un 80% y, al mismo tiempo, reducir la absorción de minerales como el zinc, el magnesio y el calcio, en este caso con los antinutrientes que contiene el té.
Por todos estos motivos, si lo que queremos es disfrutar de una bebida caliente, como el café o el té, la experta aconseja "dejar mínimo dos horas" entre las comidas y el postre, en el caso de que siempre optemos por la cafeína. O, también, por el yogur.
Lo cierto es que el café ha estado durante siglos rodeado a miles de enigmas acerca de sus beneficios o desventajas para la salud. Mientras que sus ventajas ya han sido comprobadas, especialmente por su perfil nutricional, los expertos siguen incidiendo no solo en cómo lo consumimos, también en la cantidad.
Mientras que ya sabemos que después de comer puede llegar a inhibir la absorción de ciertos nutrientes, hay expertos que recomiendan evitar beber café con el estómago vacío, puesto que esto puede provocar náuseas u otros problemas digestivos.
Cuando bebemos café con el estómago vacío, puede provocar un aumento en la producción de ácido estomacal. Esto puede suponer síntomas como acidez de estómago, indigestión y malestar. No solo eso, sino que también puede irritar el revestimiento del estómago, lo que podría provocar úlceras u otros problemas digestivos.
Entonces, ¿es seguro tomar café después de ingerir alimentos? La respuesta a esta pregunta depende de una serie de factores. En primer lugar, es importante considerar cuánto café bebemos, pero también, qué tipo de alimentos y cuál es nuestro objetivo. Si buscamos obtener nutrientes como hierro o calcio, lo ideal es esperar esas dos horas recomendadas.
La mejor hora para tomar café
El momento de tomar café después de despertarse puede depender de factores individuales y preferencias personales. Sin embargo, como pauta general, suele recomendarse esperar al menos entre 30 y 60 minutos después de despertarse antes de consumir café.
El conocido nutricionista Pablo Ojeda, conocido por sus intervenciones en programas como Más vale tarde, de La Sexta, destacó esta misma información en el programa. La razón de ello es que, una vez que nos despertamos, lo hacemos debido a un nivel muy elevado de cortisol, que es la hormona del estrés. Si en ese mismo momento se toma café, que es otro estimulante, este interferirá con el cortisol. Por lo tanto, en ese caso el café no hará el efecto que se está buscando.
No existe evidencia científica que respalde un "mejor momento". Pero una taza respetando estos horarios puede ayudarnos a obtener los mayores beneficios del café. Ahí es cuando los niveles de cortisol comienzan a bajar y obtendremos el mayor beneficio de la cafeína, que es el principal factor por el que las personas desayunan esta bebida.