Publicada
Actualizada

Masticar chicle es una práctica común que muchas personas utilizan como una forma de frenar el hambre entre comidas o calmar la ansiedad. Sin embargo, a pesar de su popularidad, esta aparentemente inofensiva costumbre, podría estar saboteando tus esfuerzos por perder peso.

Uno de los mitos más extendidos es que mascar chicle puede ayudar a controlar el apetito y, por lo tanto, reducir la ingesta de calorías. Sin embargo, según varios estudios, este enfoque no solo es erróneo, sino que puede tener efectos adversos.

La nutricionista Sandra Moñino, en una reciente entrevista en un reconocido medio de comunicación, hablaba de lo perjudicial que puede resultar mascar chicles, ya que pueden generar inflamación en el cuerpo y alterar el metabolismo. 

"Tenía una paciente que no conseguía perder peso y no entendíamos por qué, ya que llevaba una dieta equilibrada y hacía ejercicio", declaraba Moñino explicando cómo el consumo de chicles puede interferir en la pérdida de peso.

"Después descubrimos que se tomaba cinco chicles al día, lo que generaba una inflamación en su cuerpo que impedía que adelgazara", concluye la experta en nutrición, afirmando que lo perjudicial que puede resultar el consumo de esta goma.

Un enemigo oculto

Una de las principales razones por las que los chicles dificultan la pérdida de peso es la presencia de edulcorantes artificiales. Estos compuestos, como el aspartamo y la sucralosa, se utilizan para dar dulzor sin añadir calorías, pero pueden tener efectos no deseados en el organismo.

Según Moñino, "el problema radica en que un solo chicle puede tener entre tres y cuatro edulcorantes distintos, cada uno contribuyendo potencialmente a la inflamación del cuerpo".

Mujer metiéndose un chicle en la boca. iStock null

Este exceso de edulcorantes no solo puede causar inflamación, sino que también afecta a la microbiota intestinal, el conjunto de bacterias que juegan un papel crucial en la digestión y el metabolismo.

Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition demostró que los edulcorantes artificiales pueden alterar el equilibrio de la microbiota, lo que a su vez puede incrementar la respuesta inflamatoria del organismo y dificultar la pérdida de peso. Esto convierte a los chicles en un enemigo oculto para quienes buscan adelgazar.

Inflamación crónica

La inflamación crónica es un problema de salud que puede dificultar la pérdida de peso de diversas maneras. Cuando el cuerpo está inflamado, es más probable que retenga líquidos y grasa, lo que ralentiza el metabolismo y bloquea la quema de calorías.

Además, la inflamación puede afectar la sensibilidad a la insulina, una hormona clave en la regulación del azúcar en sangre y el almacenamiento de grasa.

Cuando los niveles de insulina se desregulan, el cuerpo es más propenso a almacenar grasa en lugar de utilizarla como fuente de energía. Por lo tanto, el consumo frecuente de chicles, que a menudo contienen edulcorantes que interfieren con la insulina, puede agravar este problema.

"Fue dejar los chicles y mi paciente empezó a perder peso", añadió Moñino en su intervención.

Impacto en la salud digestiva

Otro aspecto negativo del consumo de chicles es su impacto en la salud digestiva. Mascar chicle con frecuencia puede provocar la ingestión de aire en exceso, lo que a su vez causa distensión abdominal, gases y malestar digestivo.

La gastroenteróloga Lisa Ganjhu, del Langone Medical Center de la universidad de Nueva York, explicó que "masticar chicle de forma habitual puede llevar a la deglución de aire en exceso, lo que causa malestar general en el sistema digestivo".

Mujer haciendo un globo con un chicle. iStock null

Además, masticar chicle estimula la producción de ácido en el estómago, lo que puede empeorar condiciones como el reflujo gastroesofágico. Aunque estos síntomas no afectan directamente a la pérdida de peso, pueden causar malestar que desmotiva a las personas a seguir con hábitos saludables.

¿Hay alguna alternativa?

Aunque los chicles sin azúcar pueden parecer una opción más saludable, los expertos recomiendan evitarlos si estás intentando perder peso. En su lugar, Moñino sugiere optar por alimentos naturales y ricos en fibra, como frutas o verduras crujientes.

Estas alternativas no solo satisfacen la necesidad de masticar, sino que también aportan nutrientes esenciales y ayudan a controlar el apetito.

Mujer comiendo una manzana. iStock

Otra opción es beber agua en lugar de recurrir a un chicle cuando se sienta hambre o ansiedad. Esto no solo mantiene el cuerpo hidratado, sino que también puede ayudar a reducir el apetito de manera natural.

Si estás buscando perder peso, es clave prestar atención a los pequeños detalles en tu dieta, como el consumo de chicles, y optar por alternativas más saludables que favorezcan un estilo de vida equilibrado.