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Las especias son el elemento diferenciador de cualquier cocina. En España, se podría decir que son fundamentales, tanto, que una de las primeras cosas que uno echa de menos al salir del país es la variedad de sabores que pueden llegar a aportar los condimentos.

La influencia de las especias en España es tan amplia que incluso cada región del país tiene sus favoritas. En el norte, por ejemplo, prescinden de hierbas aromáticas como el comino o la albahaca, tan típicos del sur, pero utilizan otras como la canela, el laurel o el perejil.

No obstante, hay algunas de ellas que son obligatorias en todas las cocinas, como el orégano. Uno de los clásicos de la dieta mediterránea que no solo se ha utilizado desde tiempos inmemoriales para dar sabor a los alimentos, sino que cuenta con un sinfín de beneficios que lo hacen perfecto.

Beneficios del orégano

El orégano es una hierba aromática ampliamente utilizada tanto en la cocina como en la medicina tradicional debido a sus numerosos beneficios para la salud. En España, es una de las especias más famosas por el gran sabor que aporta a numerosos platos.

Sin embargo, más allá de su sabor, el orégano destaca por su capacidad antioxidante, que ayuda a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del envejecimiento prematuro y del riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y otras cardíacas.

Esta propiedad antioxidante del orégano se debe a la presencia de compuestos como los flavonoides y los ácidos fenólicos. Ambos proporcionan una amplia gama de beneficios a la salud e, incluso, ventajas estéticas al influenciar sobre el envejecimiento y las consecuencias de la edad.

Otro beneficio importante del orégano es su acción antiinflamatoria. Gracias a compuestos como el carvacrol y el timol, que son aceites esenciales presentes en la planta, el orégano puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.

La acción antiinflamatoria es especialmente útil en el tratamiento de enfermedades como la artritis y otras afecciones crónicas que causan dolor y malestar. Una dieta rica en alimentos antiinflamatorios ayuda a estabilizar el azúcar en el cuerpo y, por tanto, a regular la respuesta de la insulina.

El orégano también tiene propiedades antimicrobianas y antifúngicas. El carvacrol, junto con otros compuestos, ha demostrado ser eficaz en la lucha contra bacterias y hongos, ayudando a prevenir infecciones tanto internas como externas.

Orégano seco. Istock.

Por esta razón, el aceite de orégano se utiliza a menudo como un remedio natural para problemas como las infecciones respiratorias y digestivas, así como para tratar afecciones cutáneas causadas por hongos.

Un estudio descubrió que el aceite de orégano posee la mayor actividad antibacteriana contra E. coli, lo que sugiere que el extracto puede usarse para promover la salud gastrointestinal y prevenir la intoxicación alimentaria.

En el ámbito digestivo, el orégano es conocido por estimular la producción de bilis, lo que facilita la digestión de los alimentos grasos y ayuda a evitar problemas como la indigestión o los gases.

Además, se cree que puede ayudar a aliviar los espasmos intestinales y mejorar el tránsito digestivo, lo que lo convierte en una buena opción para tratar problemas como el síndrome de intestino irritable.

Está comprobado que esta hierba aromática ayuda a las personas que padecen de colesterol alto, por lo que su consumo es aconsejable. Especialmente, es el té de orégano el que puede reducir el colesterol LDL (malo).

A nivel respiratorio, el orégano se ha utilizado tradicionalmente como un remedio para aliviar la congestión y la tos. Sus propiedades expectorantes ayudan a despejar las vías respiratorias, mientras que sus compuestos antivirales pueden colaborar en la lucha contra infecciones virales que afectan el sistema respiratorio, como los resfriados y la gripe.

El orégano también tiene propiedades analgésicas leves, lo que puede ayudar a aliviar dolores de cabeza, dolores musculares y otros tipos de molestias corporales. En la medicina natural, se ha empleado tanto en infusiones como en forma de aceite esencial para aliviar este tipo de dolores de manera suave y efectiva.

Cómo añadir el orégano a tu dieta

El orégano es posiblemente una de las especias más versátiles y fáciles de agregar a la dieta. Es una hierba fácil de cocinar y combina bien con cualquier receta mediterránea, incluidas salsas, platos de pescado y carne, sopas y ensaladas.

Sin embargo, consumo de orégano seco o fresco, como todos los alimentos, es seguro en cantidades normales, cuando se agrega a las recetas. Las personas alérgicas a las hierbas de la familia Lamiaceae, como la menta y la albahaca, deben tener cuidado al consumirlo por primera vez.

El aceite es mucho más concentrado y solo debe consumirse durante períodos cortos, como máximo dos semanas. También debe diluirse con agua o aceite de coco cuando se toma internamente.

Para tomarlo como té o infusión solo debes hervir una taza de agua y añadir una cucharada pequeña de hojas de orégano cuando entre en ebullición. Luego, dejar reposar durante 15 minutos y colar. Se recomienda tomar esta preparación a media mañana tres veces a la semana.