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El paso de los años ha hecho que los frutos secos cobren especial importancia en la dieta de millones de personas. Mientras que antes disfrutábamos de ellos como un "placer culposo", ahora todas sus características los convierten en un picoteo que, además de rico y saciante, tiene grandes beneficios para la salud. 

Son múltiples los aportes nutricionales de los frutos secos. Entre otros, son ricos en fibra, minerales como el potasio, magnesio, calcio y fósforo, y contienen oligoelementos como el zinc. Pero, además, existe un tipo en específico que es capaz de reducir la inflamación de nuestro cuerpo.

Se trata de la nuez pecana, un fruto seco que tiene sus raíces en el sur de los Estados Unidos, durante los siglos XVII y XVIII, pero que tardó poco tiempo en extenderse a nivel mundial. A pesar de sus grandes beneficios, aún es desconocida para gran parte del público español y quienes lo conocen, ya destacan sus propiedades.

El fruto seco antiinflamatorio

Hace siglos, la nuez pecana solo era conocida por los nativos americanos y los colonos europeos que habitaban en la región. Con el paso del tiempo, traspasó la frontera y se coló como ingrediente culinario en millones de hogares y cocinas alrededor del mundo. En España, poco a poco, estamos aumentando su consumo. 

Las nueces pecanas se tratan de la semilla del árbol pecano, un árbol originario de América del Norte, por lo que de manera correcta no son exactamente un fruto seco, a pesar de que se haya establecido como tal con el paso de los años. 

Gracias a su sabor, pero también a sus beneficios, la nuez pecana se convirtió en un elemento muy importante en recetas, gracias a que están disponibles durante todo el año. Sin embargo, su principal consumo es como snack, en granolas, dulces, helados y cremas. 

A diferencia de la nuez tradicional, su cáscara es lisa y ovoide, al igual que su fruto, el cual muchas personas han destacado que cuenta con un sabor más dulce que la hace especial, por lo que es hora de introducirla a nuestra dieta. 

Beneficios de la nuez pecana para la salud

Las nueces, de manera general, son frutos secos muy beneficiosos para nuestro organismo. Son ricas en muchas vitaminas y minerales importantes para la salud de la piel, los ojos, los dientes, huesos, músculos y los nervios. Además, así como pasa con otros, son frutos pequeños, pero hipercalóricos

Con solo 100 gramos de nueces pecanas, podremos aportar a nuestro organismo más de 650 calorías que se dividen en diferentes componentes, de los cuales destacan los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas monoinsaturadas.

Como ya hemos comentado, las nueces pecanas cuentan con un sabor más dulce que las tradicionales; sin embargo, tienen un bajo contenido en azúcar, por lo que mejoran nuestros niveles en el organismo. Además, disminuyen la velocidad con la que lo absorbemos, mejorando los niveles de energía y disminuyendo los picos.

Un estudio de la Universidad de Texas A&M ha demostrado que las nueces pecanas pueden ayudar a prevenir la obesidad y reducir la inflamación. Sus propiedades antiinflamatorias, observadas en la investigación, redujeron la inflamación que conduce a la inflamación crónica y al desarrollo de una variedad de enfermedades prevalentes.

Nuez pecana. Istock.

No solo eso, sino que también demostró que las nueces pecanas son capaces de mantener el peso corporal y prevenir la diabetes a pesar de consumir una dieta alta en grasas. Al tratarse de un tipo de grasa que se origina en árboles, sus propiedades para perder peso son muy eficaces. 

Las nueces son una gran fuente de ácido oleico, una grasa saciante y muy beneficiosa para la salud que nos hace sentir llenos y al mismo tiempo mejora la salud del corazón. Además, la misma investigación nombrada anteriormente descubrió que las nueces pecanas aumentaban el gasto energético.

Este contenido en ácidos oleicos les proporciona a las nueces pecanas la función de cuidar nuestro sistema cardiovascular, además de mejorar los problemas de circulación y todos los que puedan ir relacionados con estas complicaciones.

La mayor parte de la grasa que se encuentra en las nueces pecanas son monoinsaturadas. Comer alimentos con este tipo de grasas, en lugar de alimentos con alto contenido de grasas saturadas (como las patatas fritas) ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL), lo que a la vez reduce los riesgos de sufrir posibles enfermedades.

La vitamina A, la vitamina E y el zinc, que se encuentran en las nueces, apoyan el sistema inmunológico para que el cuerpo pueda combatir infecciones y reparar daños y, además, son una gran fuente de los aliados antiedad por excelencia: los antioxidantes.

Estos compuestos pueden ayudar a proteger el cuerpo del daño celular que causan diferentes factores con los que convivimos y luchamos a diario, tanto dándonos cuenta como sin saberlo. Según el USDA, las nueces pecanas tienen más flavonoides que cualquier otro fruto seco.

Las personas que consumen dietas ricas en flavonoides tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes, algunos cánceres y deterioro cognitivo. Además, al ser un tipo de antioxidante, puede cuidar nuestra piel, neutralizar las arrugas y prevenir su aparición.