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¿Es posible sufrir jet lag sin salir del país? ¿Y experimentar resaca sin haber probado una gota de alcohol? Pues sí, y la razón de esto es el cambio de hora que se da cada seis meses para adaptarnos al ritmo del invierno (o del verano). En España tenemos la costumbre de atrasar una hora nuestros relojes cada vez que llega el último fin de semana de octubre, es decir, que en la madrugada del sábado 26 al domingo 27, a las 3.00 h serán las 2.00 h. 

Esta alteración en nuestro reloj para adoptar el horario de invierno nos regala una hora más de sueño, sin embargo, para algunas personas supone una perturbación en el bienestar físico y también mental. "El impacto del cambio de hora puede afectarnos y sentir más somnolencia, cansancio, que el día nos cueste más y experimentar un poco más de embotamiento cognitivo" comenta Diego Redolar, neurocientífico y director de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Cataluña. 

Pese a que el cerebro puede adaptarse con normalidad a esta clase de cambios, algunas personas que presentan mayor sensibilidad sensorial sí pueden experimentar una incomodidad natural que se relaciona con un desequilibrio en los ritmos circadianos. 

Resaca horaria

"Necesitamos un día, desde un punto de vista fisiológico, para volver a adaptarnos a ese cambio de hora" tranquiliza el experto Redolar a la población general. Pero hace un inciso, para quienes sientan que no superan la resaca horaria, "las personas de edad avanzada o los niños, quizá necesiten más tiempo para que el cerebro vuelva a regular esos ritmos circadianos de manera correcta". Y también las mujeres sometidas a una alta carga mental. 

Este cambio marca una transición en la que la naturaleza se adapta a nuestros ritmos y los días se acortan, provocando en ocasiones una mayor sensación de angustia por no llegar a cumplir con la larga lista de tareas antes de que se vaya el sol. "El cansancio y la fatiga vienen acompañados por un sentimiento de culpabilidad" señalaba Mariela Feliz, psicóloga clínica, lo cual no hace más que dificultar la adaptación resiliente al horario de invierno. 

Ante esta apabullante sensación, lo mejor es seguir los consejos de los expertos para limitar el efecto negativo de la transición horaria y comenzar a disfrutar tan pronto como sea posible de los beneficios de que amanezca más temprano. 

Recupera tu equilibrio

Si bien la adaptación total dependerá de nuestro organismo, podemos tomar ciertas medidas para ayudar a este. El respeto por la rutina es la base de todo, sobre todo las que realizamos en las horas previas a dormir. "En este contexto, las infusiones se vuelven grandes aliadas para cuidar nuestra salud y bienestar" señalan desde Tea Shop. Las mezclas de temporada aportan calidez y relajan el organismo a la vez que aportan antioxidantes, "especias como la canela y la cúrcuma tienen propiedades antiinflamatorias" que reducirán ese estrés del cambio. 

Mujer en el campo Pexels

Mantener la mente ocupada y conectar con la naturaleza a través de actividades al aire libre es "un método sencillo para despejarnos". Mariana Salinas, especialista en Kundalini Yoga y baños de Gong, recomienda "hacer consciente la respiración" y "meditar por 12 minutos" pues está demostrado que ayuda a sobrellevar cambios. 

El último consejo es prestar atención a la alimentación. La llegada del frío nos hace propensas a descuidar los hábitos, comer más cantidad y tener más antojos de dulce por un desbalance estacional, por ello los expertos recomiendan anticiparnos y proveernos con una compra variada basada en alimentos de temporada con los que elaborar platos ligeros, nutritivos y que nos recarguen de energía para contrarrestar la astenia otoñal. 

"La realidad es que el cambio de hora puede suponer una incomodidad durante el primer día, pero con un poco de adaptación ayudaremos a nuestro cerebro a gestionarlo mejor para pasar página rápidamente" asegura con tranquilidad el especialista Diego Redolar. Así pues, recuerda irte a la cama temprano el sábado, disfrutar la hora extra de descanso que nos brinda la vida y ser amable contigo durante el proceso de adaptación al nuevo horario.