Publicada

La llegada de los superalimentos parece habernos hecho la vida más fácil. Conocemos los beneficios y las desventajas de todos esos alimentos que llevamos viendo en el súper durante años, y que nunca hemos averiguado si era saludable o al contrario, podría perjudicar el equilibrio de nuestro régimen.

Esa lista tan amplia nos ha permitido conocer superfrutas, fáciles de incorporar y agregar a nuestro día a día, pero ahora también, supersemillas, que con solo espolvorearlas en nuestros platos podemos conseguir un sinfín de beneficios, además de perder peso de la forma más sencilla posible. 

Una de las últimas de moda son las semillas de chía, cuyas propiedades no solo resaltan entre otras semillas, sino que son incluso superiores que muchos alimentos saludables de nuestro día a día. 

Qué son las semillas de chía

En los últimos años, y en España durante los últimos meses, las semillas de chía han cobrado especial importancia, tanto en producción como en su consumo, gracias a todos los beneficios que aporta para la salud y su versatilidad culinaria.

La chía es una planta herbácea de la familia de las lamiáceas, perteneciente a la familia de la menta. Proviene del centro y sur de México, El Salvador, Guatemala y Nicaragua y junto con el lino, es una de las especies vegetales con la mayor concentración de ácido graso alfa-linolénico omega-3, según el Gobierno de México. 

[Esta es la 'superfruta' veraniega que te ayuda a estar saciado y a perder peso: muy poco conocida en España]

Denominada supersemilla por todas sus propiedades, la leyenda dice que los guerreros aztecas podían sostenerse todo el día alimentados con una cucharada de chía; sin embargo, cayó en el olvido durante siglos hasta la actualidad, que cada vez más personas las agregan a sus desayunos.

Tal y como explican desde la institución, las semillas de chía tienen hasta cinco veces más calcio que la leche, tres veces más cantidad de antioxidantes que los arándanos, tres veces más cantidad de hierro que las espinacas, dos veces más cantidad de fibra que la avena y hasta dos veces más cantidad de proteínas que cualquier verdura. 

Por qué las semillas de chía ayudan a adelgazar

Uno de los principales motivos por los que las semillas de chía han conquistado a tanta gente es por ser un complemento perfecto en las dietas de adelgazamiento. El contenido en fibra del que puede presumir este superalimento es uno de los responsables de sentirnos saciados durante más tiempo, por lo que evitamos ingestas innecesarias. 

Dos cucharadas de semillas de chía tienen casi 10 gramos de fibra, lo que es alrededor del 40% de la ingesta diaria recomendada. Las dietas ricas en fibra se han relacionado con la pérdida de peso y, de hecho, según las investigaciones, comer 30 gramos de fibra al día puede ayudarnos a perder tanto peso como si siguiéramos una dieta más estricta.

Imagen semillas de chía. Istock.

La fibra de estas semillas también puede ayudar a una digestión saludable, al disminuir la probabilidad de estreñimiento y a reducir los niveles de colesterol malo (LDL), aumentando los niveles del bueno que protege el corazón. 

Las semillas de chía aceleran el metabolismo, favorecen la quema de grasas y evitan su acumulación en determinadas zonas del cuerpo, como el vientre y los muslos, por lo que conjunto a una dieta saludable y ejercicio de forma habitual puede ser nuestra gran aliada.

Añadido a ello, las semillas de chía son una buena fuente de proteínas, una cucharada contiene 1,6 g de este compuesto. Los alimentos ricos en proteínas tardan más en digerirse, lo que nos mantiene llenos y evita que comamos en exceso. Según los estudios, las proteínas son los macronutrientes que más sacian, ya que reducen los niveles de grelina, la hormona del hambre. 

Según la Universidad de Harvard, las proteínas de estas supersemillas también pueden ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en el organismo y proporcionar una fuente constante de energía. 

Otros beneficios de las semillas de chía 

Además de ayudarnos a perder peso, las semillas de chía pueden presumir de contar con más ventajas para nuestro organismo, aprobadas por los expertos. Esa misma fibra que nos ayuda a adelgazar también puede mejorar la salud del corazón, reducir los niveles del colesterol y promover la salud intestinal, así como a disminuir el riesgo de desarrollar diabetes o enfermedades cardíacas.

[El té que Sara Carbonero usa para mantenerse en forma: es antioxidante, acelera el metabolismo y adelgaza]

Las semillas de chía son una fuente inagotable de ácidos grasos omega-3, que desempeñan un papel esencial en la función cerebral, la salud del corazón y la reducción de la inflamación en el cuerpo. La incorporación de este tipo de grasa favorece el bienestar general. 

Añadido a ello, esta supersemilla es rica en un tipo de ácido graso omega-3, conocido como ácido alfa-linolénico (ALA). El cuerpo por sí solo no es capaz de producirlo, por lo que debemos obtenerlo a partir de diferentes alimentos para obtener diferentes beneficios y disminuir el riesgo de posibles enfermedades. 

También destaca su alto contenido en antioxidantes, los compuestos antiedad por excelencia. Incluye tocoferoles, fitoesteroles, carotenoides y compuestos polifenólicos que desempeñan un papel fundamental en la protección del cuerpo contra el daño causado por los radicales libres, que pueden provocar daños al organismo, así como enfermedades.

Cómo incorporar las semillas de chía a tu dieta

Si hay algo que podemos destacar de las semillas de chía, además de todos sus beneficios, es la facilidad con la que se puede añadir a nuestra dieta, especialmente a los desayunos. Lo más sencillo es espolvorear una o dos cucharadas sobre alimentos como el yogur, cereales, tostadas o si es a la hora de la comida, ensaladas.

También se puede añadir a batidos o sopas, o mezclarlas en la masa para realizar dulces como tortitas. Gracias a su sabor suave, es muy poco probable que cambien el sabor de nuestra receta, por lo que se puede agregar en cualquiera que nos plazca. 

Una de las formas más famosas de consumir semillas de chía es a base de agua de chía, que es muy sencillo de realizar. Basta con poner las semillas en un vaso con agua mineral y dejarlo reposar durante al menos 30 minutos. En ese tiempo, se formará una especie de pasta gelatinosa que se debe tomar con las semillas.