A medida que las mujeres se acercan a los 50 años y enfrentan los cambios que trae consigo la menopausia, el cuerpo y la mente requieren nuevos enfoques para mantenerse saludables.
Una de las prácticas que ha demostrado ser especialmente beneficiosa en esta etapa de la vida es el pilates. Este método de ejercicio, centrado en la conexión mente-cuerpo, la fuerza del núcleo y la flexibilidad, ofrece una gama de beneficios que pueden aliviar los síntomas físicos y emocionales de la menopausia.
El pilates es transformador
Abby McLachlan, instructora de pilates, afirma que este ejercicio puede "transformar completamente tu cuerpo" en tan solo unos meses. Según Abby, el pilates no solo fortalece los músculos y mejora la flexibilidad, sino que también proporciona beneficios antienvejecimiento y protege las articulaciones, lo que lo convierte en una opción ideal para cualquier edad y nivel de condición física.
"El pilates tiene casi 100 años y sus raíces están en la curación y la rehabilitación", explica McLachlan. Este método, creado por Joseph Pilates, se centra en la alineación de la columna vertebral y los pequeños músculos que apoyan el sistema musculoesquelético, promoviendo una postura adecuada y reduciendo el riesgo de lesiones. "Una vida de mala postura puede debilitar los músculos de la espalda y causar problemas articulares y discales", añade.
Además, el pilates mejora la conciencia corporal y la fuerza muscular con ejercicios específicos que fortalecen la columna, los glúteos y el "core" o parte central del cuerpo. Estos beneficios lo convierten en una práctica que puede mantenerse incluso en edades avanzadas, ayudando a preservar la densidad ósea, la capacidad cognitiva y el equilibrio.
Según Abby, no es necesario practicar durante años para notar cambios. "Te sentirás mejor en 10 sesiones, te verás mejor en 20 y tendrás un cuerpo completamente nuevo en 30 sesiones", asegura. Este enfoque accesible y progresivo hace que el pilates sea una herramienta esencial para cualquier persona que desee mejorar su salud y bienestar en esta etapa de la vida.
Los beneficios del pilates
El pilates es mucho más que un ejercicio físico; es un enfoque integral para el bienestar que empodera a las mujeres a enfrentar la menopausia con fuerza y confianza. Incorporar esta práctica a tu rutina puede ayudarte a mejorar la postura, aliviar tensiones musculares, fortalecer los huesos y reducir el estrés.
El pilates no es solo un ejercicio, es una práctica diseñada para fortalecer el cuerpo desde adentro hacia afuera. Esto lo convierte en una excelente opción para mujeres en la perimenopausia o la menopausia, cuando los niveles hormonales fluctuantes pueden afectar el equilibrio, la fuerza muscular, la densidad ósea y la salud mental.
Fortalecimiento del "core": Es uno de los pilares del pilates, lo que incluye los músculos abdominales, la espalda baja y el suelo pélvico. Durante la menopausia, estos músculos tienden a debilitarse debido a la disminución de los niveles de estrógeno, lo que puede contribuir a problemas como incontinencia urinaria o dolor lumbar.
A través de ejercicios controlados y precisos, el pilates mejora la estabilidad y la fuerza del núcleo, ayudando a reducir estos problemas.
Mejora de la postura y reducción del dolor: Los cambios hormonales y la pérdida de masa muscular durante la menopausia pueden conducir a problemas posturales. Las clases de pilates, con su enfoque en el alineamiento correcto y la consciencia corporal, ayudan a mejorar la postura, aliviar tensiones musculares y reducir el dolor crónico en áreas comunes como el cuello, los hombros y la espalda baja.
Incremento de la densidad ósea: La osteoporosis es una preocupación importante para las mujeres posmenopáusicas, ya que el descenso de estrógeno afecta la salud ósea. Aunque el pilates no es un ejercicio de alto impacto, muchas de sus versiones, como el pilates con reformer o el uso de pesas ligeras, pueden estimular la formación ósea y reducir el riesgo de fracturas.
Regulación del estrés y mejora del sueño: El pilates promueve la respiración profunda y consciente, lo que puede ser transformador para las mujeres que enfrentan insomnio o ansiedad durante la menopausia. Varios estudios han demostrado que el ejercicio regular que combina movimiento con respiración consciente puede reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y mejorar la calidad del sueño.
Flexibilidad y equilibrio: La pérdida de flexibilidad y el equilibrio son quejas comunes en mujeres mayores de 50 años. A través de movimientos suaves y controlados, el pilates ayuda a mantener la movilidad y a prevenir caídas, un riesgo creciente con la edad.
Además de los beneficios físicos, el pilates también ofrece ventajas emocionales y psicológicas:
Empoderamiento corporal: Muchas mujeres en la menopausia sienten una desconexión con su cuerpo debido a los cambios físicos y emocionales. El pilates fomenta la autoconciencia, ayudándolas a reconectar con su cuerpo de manera positiva.
Ambiente inclusivo: Las clases de pilates suelen ser accesibles para todos los niveles, desde principiantes hasta avanzados, lo que lo convierte en una práctica menos intimidante para mujeres que están empezando a hacer ejercicio o retomándolo después de un tiempo.
Cómo adentrarse en el pilates
Si estás considerando incorporar pilates en tu rutina, aquí tienes algunos consejos para comenzar de manera segura y efectiva:
Encuentra un instructor certificado: Es importante trabajar con un instructor experimentado que entienda las necesidades de las mujeres en la menopausia. Esto asegura que los ejercicios estén adaptados para tus objetivos y limitaciones físicas.
Comienza con lo básico: Si eres nueva en el pilates, opta por clases para principiantes o sesiones privadas. Esto te permitirá aprender los movimientos fundamentales y trabajar en tu forma antes de avanzar a niveles más intensos.
Prueba diferentes modalidades: El pilates tiene varias modalidades, como el pilates en suelo, con reformer, con bandas elásticas o con pesas ligeras. Experimenta para encontrar la que mejor se adapte a tus preferencias y objetivos.
Sé consistente: Para ver resultados, intenta practicar pilates al menos dos o tres veces por semana. La consistencia es clave para mejorar la fuerza, la flexibilidad y la salud general.
Incorporar el pilates en tu vida no solo puede ayudarte a sentirte más fuerte y conectada con tu cuerpo, sino también a abrazar esta etapa con confianza y vitalidad.