El nutricionista Vicente Clemente alerta sobre el consumo de proteínas.

El nutricionista Vicente Clemente alerta sobre el consumo de proteínas. iStock

Salud y Bienestar

El nutricionista Vicente Clemente alerta sobre el consumo de proteínas: "Puede ser perjudicial para la salud"

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En los últimos años, las dietas ricas en proteínas han ganado popularidad, sobre todo entre los deportistas y aquellos que buscan perder peso de manera rápida. Sin embargo, existe una gran controversia acerca de si consumir más proteínas de las necesarias puede tener efectos negativos sobre nuestra salud.

A menudo, circulan mitos sobre los peligros de una ingesta excesiva de este macronutriente. Para aclarar estas dudas, hemos consultado al experto en nutrición Vicente Clemente, profesor de la universidad Europea, quien explica lo que realmente ocurre en nuestro cuerpo cuando tomamos demasiadas proteínas.

Es crucial adaptar la dieta a las necesidades personales y evitar caer en el exceso, ya que las proteínas deben ser parte de una dieta equilibrada, que incluya otros nutrientes esenciales como carbohidratos y grasas saludables.

Para quienes buscan perder peso o mejorar su rendimiento deportivo, las dietas hiperproteicas pueden ser una herramienta útil, pero siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud o un nutricionista para asegurarse de que se siguen de manera adecuada.

La clave está en encontrar el balance perfecto que se adapte a cada persona y sus objetivos específicos. Como siempre, la moderación y el asesoramiento profesional son esenciales para mantener una buena salud.

Cuánta proteína necesitamos realmente

La cantidad de proteína que cada persona necesita varía en función de varios factores como la actividad física, la edad, el sexo y el estado de salud. La cantidad diaria recomendada de proteínas para un adulto promedio oscila entre 1 y 1,2 gramos por kilogramo de peso corporal.

No obstante, Clemente explica que "los requerimientos de proteínas en niños y personas mayores pueden ser un poco mayores. Además, los hombres necesitan más proteína al tener mayor masa muscular y para la regeneración del músculo". Por tanto, las necesidades de proteínas pueden variar considerablemente dependiendo del individuo y sus características físicas.

El mito sobre la ingesta excesiva de proteínas

Uno de los mitos más comunes sobre las proteínas es que consumir más de lo recomendado puede causar daño a los riñones, al hígado o al páncreas. Sin embargo, según el nutricionista Vicente Clemente, "si nos pasamos, no pasa absolutamente nada. Es un bulo que nos han vendido".

Según Clemente, varios estudios han demostrado que incluso se puede consumir hasta 4 gramos de proteína por kilogramo de peso sin efectos negativos. Aunque esta cantidad es extremadamente alta y difícil de alcanzar sin recurrir a suplementos, el experto afirma que no existe evidencia científica que sugiera que el consumo excesivo de proteínas afecte negativamente a órganos como los riñones o el hígado, al menos en personas saludables.

Mujer con un plato de salmón entre las manos.

Mujer con un plato de salmón entre las manos. iStock

"Al final, somos animales carnívoros y nuestro sistema digestivo está hecho por y para la digestión de proteínas y grasas", comenta Clemente, explicando que nuestro cuerpo está diseñado para procesar estas sustancias de manera eficiente. No obstante, es importante recordar que existen algunas excepciones, como las personas con enfermedades renales.

Quién debe limitar su ingesta de proteínas

Aunque la mayoría de las personas saludables pueden consumir grandes cantidades de proteínas sin consecuencias graves, aquellas personas que padecen enfermedades renales deben tener precaución.

La National Kidney Foundation recomienda que los pacientes con enfermedad renal limiten la ingesta de proteínas para ralentizar el deterioro de la función renal. Clemente aclara que "las investigaciones han demostrado que seguir dietas populares ricas en proteínas durante un período prolongado puede dañar los riñones". Sin embargo, este riesgo se presenta principalmente en personas con enfermedad renal moderada o grave.

Es importante tener en cuenta que el tipo de proteína también juega un papel crucial en los posibles efectos sobre la salud renal. Según la divulgadora Boticaria García, "la proteína que procede de carne roja puede aumentar el riesgo de enfermedad crónica renal", aunque no se ha observado que las proteínas provenientes de lácteos desnatados o mariscos tengan el mismo impacto.

El impacto de la proteína en el estado de ánimo

Un mito comúnmente extendido es que consumir demasiada proteína puede afectar negativamente la salud mental o el estado de ánimo. Sin embargo, este no es el caso. "Comer demasiada proteína no afecta de forma negativa a la salud mental", asegura Vicente Clemente.

De hecho, la falta de proteínas en la dieta podría ser más perjudicial para la salud mental. Clemente explica que los neurotransmisores, que son esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, necesitan aminoácidos, derivados de las proteínas, para formarse. Por lo tanto, "un bajo consumo de proteínas podría influir negativamente en el estado de ánimo".

Quién debería seguir una dieta hiperproteica

Las dietas hiperproteicas, en las que la ingesta de proteínas supera las cantidades recomendadas, son especialmente populares entre quienes buscan perder peso rápidamente.

"Si te intentas quitar la mayor cantidad de hidratos de carbono, la pérdida de grasa va a ser mayor y más rápida. Se trata de una herramienta nutricional que ayuda a la pérdida de grasa", comenta Clemente. Sin embargo, estas dietas no son necesarias para todo el mundo.

Las dietas ricas en proteínas son especialmente recomendadas para deportistas, especialmente aquellos que realizan entrenamientos intensos. Esto se debe a que los deportistas tienen unas necesidades mucho mayores de proteínas debido a las exigencias de su actividad física.

Como explica Clemente, "las altas demandas de entrenamiento hacen que los deportistas necesiten grandes cantidades de este nutriente" para favorecer la recuperación y el crecimiento muscular.