Qué es la 'postura del cocodrilo': el ejercicio de yoga para terminar con las alas de murciélago más efectivo
- Se trata de una de las partes del cuerpo que más acompleja a las mujeres, sin embargo, con esta técnica, te resultará más fácil que nunca deshacerte de ellas.
- Más información: Adiós a la dieta: la entrenadora Patry Jordán revela el ejercicio más sencillo para tener un abdomen plano
Si estás buscando un ejercicio de yoga efectivo, que no solo te ayude a tonificar el cuerpo, sino también a mejorar tu salud general, la postura del cocodrilo, también conocida como Makarasana, es el ejercicio ideal para ti, especialmente si tienes más de 50 años.
Esta práctica, sencilla pero potente, que involucra el trabajo de hombros, brazos, columna y abdomen, es perfecto para las personas que desean mejorar su fuerza física mientras se benefician de una mayor relajación y bienestar mental.
Además, es una excelente forma de reducir las detestadas "alas de murciélago" en los brazos, ayudando a definir y fortalecer esta zona del cuerpo.
La postura del cocodrilo, Makarasana, es un ejercicio de yoga perfecto para tonificar y fortalecer el cuerpo en personas maduras. No solo te ayudará a reducir la flacidez en los brazos y mejorar la flexibilidad de la espalda, sino que también promueve la relajación mental y mejora el bienestar emocional.
Si buscas una forma efectiva y accesible de mantener tu cuerpo en forma y tu mente tranquila, este ejercicio es una excelente opción.
Qué es la postura del cocodrilo
La postura del cocodrilo es una pose que pertenece al Hatha Yoga. Su nombre proviene de la palabra Makara, que en sánscrito significa "cocodrilo". Esta postura es conocida por sus beneficios restauradores, lo que significa que no es solo un ejercicio físico, sino también una forma de calmar la mente y relajar el cuerpo.
A diferencia de muchas otras posturas de yoga que requieren un esfuerzo físico considerable, la postura del cocodrilo se centra en la relajación de los músculos, lo que la convierte en una opción ideal para las personas mayores de 50 años que buscan mantener su cuerpo tonificado sin ejercer una presión excesiva sobre él.
Beneficios de la postura del cocodrilo
La práctica regular de Makarasana puede aportar una serie de beneficios tanto a nivel físico como mental.
-
Fortalece hombros y brazos. Al realizar esta postura, activas los músculos de los hombros y los brazos, lo que ayuda a tonificar la parte superior del cuerpo. Esto es especialmente útil para aquellas personas que buscan eliminar la flacidez en los brazos, conocida popularmente como "alas de murciélago". Con el tiempo, los bíceps y tríceps se fortalecen, lo que mejora la definición y reduce la flacidez.
-
Mejora la flexibilidad y la postura. La postura del cocodrilo trabaja activamente sobre la columna vertebral, ayudando a alargar y estirar la espalda. Este alargamiento no solo mejora la flexibilidad, sino que también contribuye a una mejor postura corporal. En la vida diaria, una postura correcta puede prevenir dolores en la espalda y cuello, áreas problemáticas a medida que avanzamos en edad.
-
Tonifica el core. Aunque parece una postura pasiva, Makarasana implica el uso de los músculos centrales del cuerpo, es decir, el abdomen y la espalda baja. Con la práctica constante, se puede fortalecer el core, lo que no solo mejora la estética de tu abdomen, sino que también favorece el equilibrio y la estabilidad en la vida cotidiana.
-
Alivia el estrés y la ansiedad. Una de las características más destacadas de esta postura es su capacidad para calmar la mente. Al ser una postura restauradora, se enfoca en la respiración y en la relajación muscular, lo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Esta es una de las razones por las cuales Makarasana es especialmente recomendada para personas de más de 50 años que buscan mejorar su bienestar emocional.
-
Estimula la circulación y los órganos internos. Al realizar la postura correctamente, se facilita la circulación sanguínea en todo el cuerpo, lo que mejora el oxígeno y los nutrientes que llegan a los órganos vitales. Además, la presión suave sobre el abdomen estimula el funcionamiento de los órganos digestivos, como el bazo, los intestinos y la vejiga.
-
Mejora la salud postural. A medida que envejecemos, la flexibilidad de la columna vertebral disminuye. La postura del cocodrilo combate este efecto, aliviando la tensión en la parte baja de la espalda y estimulando el flujo sanguíneo en la columna vertebral. Esto puede ser muy útil para reducir molestias comunes como dolores lumbares.
Cómo hacer la postura del cocodrilo
A pesar de que la Makarasana es una postura sencilla, hay que tener en cuenta algunos detalles para maximizar sus beneficios. A continuación, te explicamos cómo realizarla esta eficiente postura paso a paso:
-
Comienza en posición de rodillas. Comienza arrodillándote sobre tu esterilla de yoga. Estira los brazos hacia el frente hasta que tus manos toquen el suelo y coloca las piernas estiradas detrás de ti.
-
Acomoda el cuerpo. Baja lentamente las caderas y lleva el estómago y el torso hacia el suelo, permitiendo que la parte superior de tu espalda se relaje sobre la esterilla.
-
Cruza los brazos. Cruza los brazos frente a ti, descansando la frente sobre ellos. Esta es la versión básica de la postura, que te permite concentrarte en la respiración y en la relajación muscular.
-
Opcional - Mayor Dificultad. Si deseas aumentar la dificultad, puedes separar las manos de los lados de tu cuerpo y estirarlas. Si te sientes cómoda, intenta levantar la parte superior del cuerpo ligeramente, lo que activará más los músculos del core y de los brazos.
-
Finaliza con calma. Después de mantener la postura durante unos minutos, regresa lentamente a la posición inicial y descansa.
Para obtener el máximo provecho de la postura del cocodrilo es importante seguir algunas recomendaciones. La primera de ellas, y quizás de las más importantes y que se suele pasar por alto, es que escuches a tu cuerpo. No fuerces ningún movimiento. La postura debe sentirse relajante, no dolorosa. Si en algún momento sientes incomodidad, ajusta la postura o haz una pausa.
La respiración también es clave para lograr los beneficios de la postura. Intenta realizar respiraciones profundas y controladas para ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir el estrés.
Por último, integra la postura en tu rutina para obtener resultados más visibles. Te recomendamos que practiques esta postura al menos tres o cuatro veces por semana, combinándola con otros ejercicios de yoga que favorezcan tu cuerpo y mente.