Ensalada de garbanzos.

Ensalada de garbanzos. E.E.

Salud y Bienestar

Rica en potasio y deliciosa: soy técnica en nutrición y esta es mi receta saludable que preparo en dos minutos

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Todos, en mayor o menos medida, tenemos la creencia de que comer sano es complicado, más teniendo en cuenta el ritmo de vida actual que levamos. Sin embargo, mantener una alimentación equilibrada no tiene por qué ser complicado ni requerirnos demasiado tiempo.

La clave está en elegir recetas que combinen nutrición y simplicidad, un desafío que resulta más fácil de lo que se piensa. Con los ingredientes adecuados, es posible preparar platos deliciosos y saludables sin dedicar largas horas en la cocina.

No te dejes llevar por el estrés y la monotonía en la que solemos caer a diario, que nos lleva en más casos de los que deberíamos en optar por platos precocinados o hacer pedidos de comida rápida que poco o nada benefician a nuestra salud. Es precisamente en esos momentos de hastío vital cuando más debemos recurrir a alimentos que nos aporten energía y bienestar. 

Para ello, debemos elegir ingredientes que estén repletos de nutrientes y, muy importante, que sepamos que van a tener una preparación sencilla, que se puedan preparar en pocos minutos. Es la principal diferencia para apostar por nuestra salud y estado anímico o caer en tentaciones mucho menos saludables. 

Ana Luzón, técnica en Nutrición y Dietética, tiene claro que llevar una alimentación saludable no tiene por qué ser complicado. Apostando por la sencillez y el equilibrio, demuestra que es posible preparar platos que no solo sean deliciosos, sino también nutricionalmente completos. A continuación, te presentamos una de sus recetas favoritas, perfecta para esos días en los que el tiempo apremia, pero no quieres renunciar a una comida saludable.

Ingredientes de la ensalada de garbanzos y aguacate

  • 200 gramos de garbanzos cocidos
  • Medio aguacate maduro
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • Unas gotas de zumo de limón
  • Sal y pimienta al gusto
  • Hojas de espinacas frescas o rúcula

Paso 1

Coloca los garbanzos cocidos en un recipiente grande.

Paso 2

Corta el aguacate en trozos pequeños y agrégalo a los garbanzos.

Paso 3

Vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra sobre la mezcla.

Paso 4

Añade unas gotas de zumo de limón para darle frescura.

Paso 5

Sazona con sal y pimienta al gusto.

Paso 6

Incorpora las hojas de espinacas o rúcula y mezcla bien todos los ingredientes.

Paso 7

Sirve y disfruta de esta ensalada nutritiva y rápida de preparar.

¿Por qué es saludable esta receta?

Esta ensalada de garbanzos y aguacate es la opción perfecta para quienes priorizan una alimentación saludable y nutritiva a cualquier otra opción mucho menos saludable. Combina ingredientes repletos de beneficios para el organismo, como el potasio o la fibra, aportando un equilibrio ideal entre sabor y bienestar. Cada componente de la receta está cuidadosamente seleccionado por sus valiosas propiedades.

Garbanzos

El gran protagonista de este plato son los garbanzos, un ingrediente clave de la preparación, pues aporta proteína vegetal, fibra y potasio que ayuda a mantener la saciedad durante más tiempo, aunque al mismo tiempo ayuda a hacer frente a diferentes complicaciones de la salud. De hecho, existen muy pocas legumbres que sean tan beneficiosas ellos, unos pequeños granos que se pueden tomar tanto en frío como el caliente, permitiendo incluirse en infinidad de recetas.

Su alto contenido en proteínas de origen vegetal, calcio, potasio, magnesio, hierro, fósforo, niacina, folatos, vitamina B6 y vitamina E, además de la fibra soluble e insoluble. Razones de más para convertirse en una excelente fuente de proteínas y vitaminas que ayuda a proteger las células frente a los daños causados por los radicales libres.

Por otro lado, estos ingredientes son ideales para regular el tránsito intestinal, promoviendo un mayor bienestar al reducir la inflamación abdominal, aliviar la distensión y combatir el estreñimiento, además de prevenir diversas enfermedades gastrointestinales. También contribuyen a la pérdida de peso gracias a su efecto saciante, mientras fortalecen huesos y músculos. Por si fuera poco, su contenido en ácidos grasos Omega-3 protege la salud cardiovascular al reducir posibles inflamaciones en el organismo.

Además, no nos podemos olvidar que los garbanzos ayudan a reducir los riesgos de enfermedades asociadas con la alimentación, como la diabetes de tipo 2 y la obesidad, y también son grandes aliados para combatir la fatiga, razón por la que no pueden faltar en la dieta de cualquier deportista.

Aguacate

El aguacate es un fruto extremadamente nutritivo, rico en vitamina E, minerales y una amplia variedad de vitaminas esenciales. Su contenido de grasas saludables lo posiciona como un aliado clave para el bienestar general, además de ser una alternativa natural y beneficiosa frente a las margarinas industriales.

Entre sus principales virtudes, destaca su capacidad para reducir los niveles de colesterol, lo que contribuye significativamente a mantener una buena salud cardiovascular y prevenir afecciones como la aterosclerosis y otras enfermedades coronarias.

El aguacate también destaca por sus beneficios para la salud ocular y su capacidad para prevenir la aparición de arrugas, además de contribuir a la relajación del sistema nervioso. Es especialmente recomendable para deportistas y mujeres embarazadas, ya que proporciona una amplia gama de nutrientes esenciales, como potasio y magnesio, indispensables en situaciones de alta actividad muscular o desgaste energético.

Incluso las mujeres embarazadas o que estén buscando tener un bebé, pueden encontrar en el aguacate una fuente complementaria de energía y de ácido fólico, una vitamina que ayuda a prevenir tanto nacimientos prematuros como defectos en la formación del cerebro y la médula espinal, ayudando a fortalecer los ojos, la piel y los huesos del futuro bebé.

Aceite de oliva

Dejamos para lo último uno de los grandes protagonistas de la dieta mediterránea: el aceite de oliva. Ampliamente reconocido por sus múltiples beneficios para la salud. Entre sus propiedades más destacadas, se encuentra su capacidad para reducir el colesterol LDL, conocido como "malo", y aumentar los niveles de colesterol HDL o "bueno". Además, gracias a su contenido en antioxidantes, se le atribuye un papel importante en la prevención del cáncer.

Este valioso alimento también promueve una mejor salud intestinal y contribuye a la prevención de enfermedades cardíacas al reducir la inflamación, mejorar la función del revestimiento de los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos no deseados.

Por si fuera poco, el aceite de oliva puede favorecer la pérdida de peso, prevenir la artritis y la diabetes tipo 2, y mejorar la salud de la piel, convirtiéndose en un auténtico aliado para el bienestar integral.