España es uno de los países del mundo con mayor longevidad. La esperanza de vida se sitúa en 85 años para las mujeres y en 79,5 años para los hombres, según el informe anual del Ministerio de Sanidad sobre 'Esperanza de vida en España en 2020'. Esta cifra, que no deja de aumentar año tras año, se fundamenta principalmente en la popularidad de llevar una vida saludable y equilibrada.
Cada vez son más los españoles que no dudan en integrar en su día a día un estilo de vida y alimentación más saludables con el fin de mejorar su salud año tras año; sin embargo, hay aspectos que siguen fallando. Mientras que la búsqueda de la dieta perfecta parece ser cumplida por casi todos, a otros factores como la separación de la comida, el descanso o, incluso, la soledad se les da menos valor.
Esta es la teoría que recoge Ana María Cuervo, una bióloga celular española, considerada una experta en la biología molecular del envejecimiento. La experta ha confesado que para envejecer de forma saludable es importante dejar de picar entre horas, dormir más y priorizar la compañía en la vejez.
Espaciar las comidas
Ana María Cuervo (Valencia, 1964) es una bióloga celular española que ocupa la cátedra Robert y Renee Belfer para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas en el Albert Einstein College of Medicine en Nueva York, donde además es codirectora del Centro de Estudios sobre el Envejecimiento.
En el pasado III Congreso Internacional de la Longevidad, la experta explicó que una dieta con comidas espaciadas en el tiempo, evitando picotear entre horas, es uno de los factores que contribuye notablemente a un envejecimiento más saludable.
"Nos pasamos la vida picoteando y así no es cómo se vivía antiguamente, ya que los hombres prehistóricos comían una vez a la semana, y nosotros estamos comiendo continuamente", explica la experta a EFE. Cuando espaciamos adecuadamente las comidas, permitimos que el sistema digestivo descanse y realice eficientemente sus funciones.
En cambio, cuando no permitimos un tiempo suficiente entre las comidas, pueden surgir diferentes problemas digestivos o, incluso, a la dilatación abdominal y la acumulación excesiva de gases, que causa malestar y molestias digestivas.
De esta forma, Ana María Cuervo recomienda hacer dos comidas al día: La idea para mejorar la autofagia y retrasar el envejecimiento sería comer dos veces al día. A las ocho horas y a las dieciséis horas. Cada uno puede organizarse de forma diferente, pero por ejemplo, saltarse el desayuno, comer a la una del mediodía, y luego a las nueve la cena es algo fácil de implementar", explica la experta a La Vanguardia.
Evitar la soledad
Además de espaciar la comida, Ana María Cuervo hace énfasis en el descanso, al cual "no le damos ningún valor". Las horas de sueño es el momento en el que "el organismo se restaura cada día y cada vez acortamos más el tiempo". De esta forma, priorizar este hábito puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y mejorar la calidad de vida en general.
A medida que pasa el tiempo, dormimos menos tiempo y de forma más superficial, además de despertarnos con más frecuencia porque pasamos menos tiempo en la etapa profunda. Por este motivo, es importante prestar atención a la higiene del sueño.
El buen descanso tiene beneficios para el reposo y recuperación metabólica, consolidación de la memoria y del aprendizaje, control emocional, regulación inmunológica y regulación hormonal. Los expertos recomiendan establecer unos horarios regulares y rutinas.
Todo ello, teniendo en cuenta que la bióloga también recomienda el ejercicio moderado y una vida dinámica. Estos dos factores se pueden relacionar entre sí, ya que si realizamos el primero correctamente y de forma habitual, podemos favorecer el segundo de un modo más sencillo.
La importancia de la compañía
El cuarto y último factor para un envejecimiento saludable, según Cuervo, son las interacciones sociales, "algo extremadamente importante" pero a lo cual los científicos no le prestan la suficiente atención.
Un último estudio publicado en la revista Jama Neurology asegura que la soledad no deseada aumenta un 37% las probabilidades de sufrir párkinson. Además, una investigación en la revista PLOS ONE determina que la sensación subjetiva de soledad y la falta de apoyo social influyen en el desarrollo de demencia.
La sociabilización, el tener relaciones con otras personas, está vinculado a una mejor salud mental, lo que tiene una asociación positiva con estas enfermedades, tanto, que los expertos explican que parecen tener un efecto protector en el cerebro.
Cuervo ha sostenido que "estos cuatro pilares" (espaciar las comidas, descansar correctamente, hacer ejercicio y evitar la soledad) mejoran la senescencia de las células, de manera que ayudan a ralentizar los factores que agravan el envejecimiento.