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Las sartenes antiadherentes han sido un invento revolucionario para la cocina moderna, pero lo que muchos no saben es que su uso puede tener serias implicaciones para nuestra salud.

Aunque en apariencia parecen una herramienta conveniente para cocinar sin que los alimentos se peguen, estos utensilios tan utilizados en todas las cocinas, concretamente los fabricados con este material, pueden liberar sustancias tóxicas que afectan a nuestra salud de maneras alarmantes.

Las sartenes antiadherentes son aquellas que tienen un recubrimiento especial, generalmente de teflón o materiales similares, que evita que los alimentos se peguen durante la cocción.

Este recubrimiento facilita la preparación de comidas, reduce la necesidad de usar grasas y aceites, y hace que la limpieza sea mucho más sencilla. Sin embargo, estos beneficios vienen con un costo oculto: los compuestos químicos presentes en los recubrimientos de las sartenes pueden ser perjudiciales muy para la salud.

Estos compuestos tóxicos que se liberan durante los cocinados pueden alterar tu sistema hormonal, debilitar tu sistema inmunológico, aumentar el riesgo de cáncer, dificultar el control del peso y afectar tu fertilidad. La clave está en cambiar a alternativas más seguras, como las sartenes de hierro, que no solo son mejores para tu salud, sino que también ofrecen un rendimiento superior en la cocina.

Sartenes antiadherentes: ¿Cómo afectan tu salud?

Son diferentes los expertos en salud y nutrición los que alertan sobre los riesgos que conlleva el uso de sartenes antiadherentes. Este material tan común en la fabricación de utensilios de cocina liberan sustancias tóxicas conocidas como PFAS (sustancias perfluoroalquiladas). 

También conocidas como "forever chemicals" o "químicos eternos". Estas sustancias son tan peligrosas porque, una vez que entran en el cuerpo, se acumulan y es casi imposible eliminarlas, lo que genera efectos a largo plazo en nuestra salud.

  • Alteraciones hormonales. Los PFAS presentes en las sartenes antiadherentes tienen la capacidad de alterar la función hormonal de nuestro cuerpo. Esto incluye tanto las hormonas sexuales como las hormonas tiroideas. Esta alteración hormonal puede tener consecuencias graves, como cambios en el ciclo menstrual, problemas de fertilidad, y afectación en el metabolismo general del cuerpo.

  • Riesgo aumentado de cáncer. La toxicidad de los recubrimientos antiadherentes también está relacionada con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer. Estudios han demostrado que la exposición a estos químicos está asociada con un mayor riesgo de cáncer de hígado, riñón y testículos. Estos datos son alarmantes, especialmente cuando consideramos la exposición prolongada que muchos tienen al utilizar estas sartenes de manera habitual.

  • Inmunosupresión. El uso constante de sartenes antiadherentes también puede producir inmunosupresión, lo que significa que el sistema inmunológico se debilita y se vuelve menos eficiente en la lucha contra enfermedades y virus. Esta condición puede hacer que las personas sean más susceptibles a infecciones y otros problemas de salud a largo plazo.

  • Dificultad para regular el peso. Otro efecto preocupante de los compuestos tóxicos liberados por las sartenes antiadherentes es su impacto en el metabolismo basal. El metabolismo es responsable de regular el peso corporal, y un metabolismo alterado puede dificultar la pérdida de peso o la regulación del mismo. Este fenómeno puede contribuir al aumento de peso no deseado, lo que a su vez puede incrementar el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

  • Fertilidad y salud reproductiva. Los efectos tóxicos de las sartenes antiadherentes también están relacionados con problemas de fertilidad, tanto en hombres como en mujeres. Paloma Quintana señala que los químicos presentes en estos utensilios de cocina están altamente asociados con los problemas actuales de fertilidad, lo que puede resultar en dificultades para concebir o incluso en nacimientos prematuros. Esto subraya la importancia de ser conscientes de los productos que usamos a diario y su impacto en la salud reproductiva.

El peligro de los "químicos eternos"

Los PFAS, como mencionamos en líneas anteriores, son conocidos como "forever chemicals" porque una vez que entran en el cuerpo, permanecen allí durante mucho tiempo, incluso para siempre.

Estos compuestos no se descomponen fácilmente en el medio ambiente ni en el organismo, lo que significa que los efectos de la exposición pueden acumularse con el tiempo, generando un daño progresivo.

Esta acumulación puede ocasionar una serie de problemas de salud que se manifiestan de manera lenta y, a menudo, son difíciles de diagnosticar hasta que se vuelven graves.

La alternativa segura: sartenes de hierro

Afortunadamente, existe una alternativa natural y sin tóxicos que puede reemplazar perfectamente a las sartenes antiadherentes: las sartenes de hierro. Estas sartenes son completamente seguras para la salud, ya que no contienen productos químicos que puedan filtrarse en los alimentos.

Además, el hierro es un material duradero que no solo mejora la calidad de la cocción, sino que también puede aportar beneficios para la salud. De hecho, el uso de sartenes de hierro puede ayudar a aumentar la ingesta de hierro, un mineral esencial para el funcionamiento del cuerpo.

Sartén de hierro sobre tabla de madera. iStock

Las sartenes de hierro tienen la ventaja adicional de ser extremadamente resistentes y, cuando se cuidan adecuadamente, pueden durar toda una vida. Aunque requieren un poco más de mantenimiento (como la necesidad de curarlas para evitar la oxidación), los beneficios que ofrecen a largo plazo superan ampliamente a los de las sartenes antiadherentes.