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Según datos publicados por Statista en 2021, en el año 2017, en España, por cada 1.000 personas con edades comprendidas entre los 35 y los 64 atendidas, aproximadamente 10 padecían anemia ferropénica, la más común de esta deficiencia de hierro en el organismo humano. 

La falta de hierro es uno de los problemas de salud más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo. Este mineral, esencial para el funcionamiento adecuado del organismo, es fundamental para la producción de hemoglobina, la proteína encargada de transportar el oxígeno en la sangre.

Cuando los niveles de hierro son bajos, el cuerpo empieza a manifestar una serie de síntomas físicos que pueden afectar significativamente la calidad de vida. Son muchas las personas que no identifican los síntomas, restándole importancia a un problema que puede desencadenar en una enfermedad mucho más seria.

Para prevenir la deficiencia de hierro, lo más importante es llevar una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en este mineral, como carnes rojas, pescados, mariscos, legumbres, frutos secos y verduras de hojas verdes. Además, la vitamina C favorece la absorción del hierro, por lo que combinar estos alimentos con cítricos puede ser de gran ayuda.

Por tanto, prestar atención a las señales de tu cuerpo es clave para detectar la deficiencia de hierro a tiempo y evitar que los síntomas empeoren. Por supuesto, es clave acudir a un experto de la salud si tienes dudas o experimentas varios de estos síntomas, y así obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Principales signos de la anemia

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial se estima que padezcan anemia el 40% de los niños de entre 6 y 59 meses; el 37% de las mujeres embarazadas y el 30% de las mujeres de 15 a 49 años.

La falta de hierro en nuestro organismo se puede detectar de múltiples maneras. No obstante, a continuación te dejamos los principales signos que aparecen en nuestro cuerpo y que, muchas veces, pasamos por alto hasta el punto de normalizarlo:

  • Cansancio extremo y debilidad

    Uno de los síntomas más comunes de la falta de hierro es la fatiga persistente. La anemia por deficiencia de hierro dificulta que el cuerpo transporte suficiente oxígeno a los tejidos, lo que se traduce en una sensación constante de agotamiento. Si sientes que te cansas rápidamente, incluso con actividades cotidianas que antes no te resultaban agotadoras, es posible que estés experimentando una carencia de hierro.

    El cansancio extremo puede ser difícil de identificar en un principio, ya que muchas veces se asocia con otros factores como el estrés o la falta de descanso. Sin embargo, si persiste y no desaparece con un buen descanso, es una señal clara de que algo no está funcionando correctamente en tu organismo.

  • Mareos y falta de aire

    Otro síntoma característico de la deficiencia de hierro son los mareos frecuentes y la dificultad para respirar. La falta de este mineral impide que los glóbulos rojos transporten adecuadamente el oxígeno, lo que puede llevar a una sensación de aturdimiento, mareos o pérdida del equilibrio. Además, es posible que experimentes dificultad para respirar, incluso durante actividades físicas moderadas.

    Este síntoma, junto con los mareos, es una señal de alerta que no debe pasarse por alto. Si experimentas estos síntomas de manera recurrente, lo mejor es acudir a un profesional para obtener un diagnóstico preciso.

  • Ojeras y piel pálida

    Si bien las ojeras y la piel pálida suelen asociarse comúnmente con la falta de sueño, estas también pueden ser indicativos de una deficiencia de hierro. Cuando los niveles de hierro en la sangre son bajos, los glóbulos rojos no transportan suficiente oxígeno a los tejidos, lo que afecta la apariencia de la piel, especialmente en el área alrededor de los ojos. La piel se vuelve más pálida y las ojeras se acentúan, incluso si has descansado lo suficiente.

    De hecho, los expertos en hematología advierten que si tienes ojeras de manera constante, sin estar relacionado con la falta de sueño, es importante prestar atención a esta señal, ya que puede estar vinculada a la falta de hierro. Además, el cabello quebradizo y las uñas frágiles también son indicativos de que tu cuerpo no está recibiendo la cantidad necesaria de este mineral.

  • Dolores de cabeza y mareos

    Los dolores de cabeza frecuentes también son un síntoma común de la deficiencia de hierro. La falta de oxígeno en los tejidos, debido a la insuficiencia de hierro, puede desencadenar dolor en la cabeza, lo que puede volverse muy molesto e incapacitante. Si los dolores de cabeza son persistentes y se acompañan de mareos, la causa podría estar relacionada con una deficiencia de hierro.

    El hierro es esencial para la producción de hemoglobina, y sin suficiente hierro, la circulación sanguínea se ve comprometida, lo que puede afectar la función cerebral y provocar estos dolores de cabeza recurrentes.

  • Antojos extraños y cambios en el apetito

    Uno de los síntomas más inusuales de la deficiencia de hierro es el cambio en los hábitos alimenticios, como los antojos extraños. Muchas personas con anemia por deficiencia de hierro experimentan un deseo repentino de comer cosas que normalmente no les atraen. Este fenómeno, aunque parece extraño, es conocido como "pica" y se ha relacionado con la falta de hierro en el cuerpo.

    Además de los antojos inusuales, la falta de hierro también puede influir en el apetito general. Algunas personas experimentan una disminución en su apetito o una preferencia por alimentos no nutritivos, lo que agrava aún más la deficiencia de hierro.

  • Uñas quebradizas o con forma de cuchara

    Las uñas débiles o quebradizas son otro signo físico que puede indicar deficiencia de hierro. En casos más graves, la falta de hierro puede causar que las uñas tengan una forma cóncava o en forma de cuchara, una condición conocida como coiloniquia. Si notas que tus uñas se rompen con facilidad o tienen una forma extraña, es importante que consultes a un médico para determinar si hay una deficiencia de hierro.
  • Irritabilidad y ansiedad

    La deficiencia de hierro no solo afecta el cuerpo físico, sino que también puede tener un impacto en tu bienestar emocional. Las personas con niveles bajos de hierro suelen experimentar irritabilidad, ansiedad e incluso depresión. El hierro juega un papel importante en la función cerebral, por lo que su deficiencia puede contribuir a problemas de concentración, alteraciones del ánimo y ansiedad.

Si experimentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para realizarte un análisis de sangre y confirmar si tienes una deficiencia de hierro. Dependiendo de los resultados, tu médico podrá recomendarte un tratamiento adecuado, que generalmente incluye suplementos de hierro y cambios en la dieta.