Tener buena memoria es una de las mayores preocupaciones que la sociedad actual tiene. Una de las enfermedades más temidas es el Alzheimer y, aunque cada vez son más los estudios dedicados a este horrible mal, ejercitar la mente nunca está de más.
Los militares son expertos en ello. Trabajan su capacidad mental para adquirir, almacenar y recuperar información valiosa que han guardado, utilizando una de las técnicas más efectivas y que las personas con mejor memoria practican. Así lo ha confirmado un exmarino de las Fuerzas Especiales de la Armada estadounidense, quien ha compartido un ejercicio infalible para ello.
Para alcanzar la agudeza mental plena y mantener la calma ante situaciones de alta presión para acordarte de lo que necesitas, el experto Clint Emerson, que lo más efectivo es asociar, visualizar, practicar y agrupar los elementos que forman parte de ese recuerdo.
Emerson enfatiza en la importancia de involucrar todos los sentidos y prestar atención a los diferentes pasos mencionados anteriormente para mejorar la retención de memoria. Solo consiste en entrenar la mente y así obtener los mejores resultados a la larga.
Y, aunque es importante saber prestar atención a olvidos ocasionales, algo totalmente común por el ritmo de vida de las personas, y cambios en la memoria, con estas sencillas pautas que se pueden aplicar a nuestra rutina diaria, notarás la diferencia.
Cómo ejercitar la memoria
Emerson explica que "involucrar múltiples sentidos puede mejorar la retención de la memoria. Leer en voz alta, escuchar grabaciones o crear tarjetas con pistas visuales son estrategias efectivas. Cuantos más sentidos se involucren, más conexiones podrá hacer tu cerebro con la información".
Para describir los recuerdos, como por ejemplo una comida, debemos analizar los siguientes aspectos sensoriales, los cinco, para recordar todo tipo de detalles:
- Sabor. Describe los detalles, los sabores tal y como los recuerdes en tu paladar.
- Olor. El olor es uno de los aspectos más identificables de un elemento o persona. Inhala profundamente y describe a lo que te recuerda.
- Tacto. Un ingrediente crujiente, una textura suave en tu boca... todo es válido para memorizar una comida y después describirla.
- Vista. Observa el plato y memoriza cómo estaba presentado, cómo se disponían los alimentos, cómo aparecía ante ti visualmente.
- Oído. ¿Crujía al comerlo? ¿Tenía una textura suave? Cualquier detalle es sutil en el oído humano.
Esto se puede aplicar a cualquier circunstancia de la vida. Tan solo debemos identificar los sentidos en cada uno de ellos y quedarnos con lo más llamativo. De este modo podrás acordarte y describirlos a la perfección.
Señales ante las que preocuparte
Saber diferenciar entre un despiste ocasional, muy frecuente en todas las personas, y pérdidas de memoria más frecuentes, en este caso, ya preocupantes, es esencial para saber si basta seguir ejercitando la mente con este sencillo truco o, por el contrario, hay que acudir cuanto antes a un profesional.
Olvidarse de eventos importantes o tener dificultad para realizar tareas más cotidianas es la primera señal a la que tienes que prestar atención. Realizar tareas rutinarias, debido a esa misma cotidianeidad, es muy importante que no las pasemos por alto.
Del mismo modo, olvidar palabras comunes o tener dificultad para continuar una conversación cualquiera, cometiendo errores gramaticales continuamente, es otra de las advertencias que nuestro cuerpo nos hace para estar pendiente de la pérdida de memoria.
La irritabilidad, la ansiedad o cualquier otro estado de ánimo y alteración de la personalidad es también otro aspecto a tener muy en cuenta. Saber tomar decisiones con juicio, evitando la impulsividad, es clave en el proceso.
Ten muy en cuenta si tienes dificultades para precisar el día y la hora, o te cuesta mantener la mente despejada. Todo ello son alteraciones de la mente que pueden desembocar en aspectos mucho más serios.
Y, sobre todo, si estás preocupado por tu memoria, no lo tomes como algo pasajero y consulta a un médico. Un profesional, no solo evaluará tu situación, sino que puede prevenir enfermedades posteriores.