Son muchas las mujeres españolas que se encuentran constantemente en esa búsqueda interminable por alcanzar el cuerpo ideal. Ya sea porque desean lucir espectaculares en una boda o evento que tengan próximamente, deslumbrar en una fiesta o simplemente, prepararse para la llegada del verano.
De hecho, son muchas las mujeres que seguro han probado una dieta tras otra en su incasable esfuerzo por lograr sus objetivos de pérdida de peso. Sin embargo, esta búsqueda incesante por la perfección, muchas veces, conduce a un ciclo muy poco saludable y esto es lo que conocemos como efecto rebote.
Aunque también conocido como efecto yo-yo, se trata de un efecto que parece ser inevitable cuando hablamos de dietas restrictivas que prohíben ciertos alimentos y luego vuelven a introducirlos tras concluir un período de tiempo determinado. Sin embargo, lejos de tener efectos adelgazantes, esto conduce a todo lo contrario.
Qué es la alimentación intuitiva
Las dietas restrictivas habitúan a producir una pérdida de peso temporal, pero siempre seguida de un aumento de peso posterior y a menudo, dejando a las personas en una situación peor que cuando empezaron el proceso.
En este sentido y como oposición a las dietas convencionales, surge el concepto de la alimentación intuitiva en Estados Unidos en 1995. Un nuevo concepto que nace con el objetivo de dejar de lado las restricciones alimenticias y el contar calorías de forma constante, pero que además busca promover el disfrute con la comida y el respeto por las señales internas de nuestro cuerpo, así como el hambre y la saciedad.
Se trata de buscar la reconexión con nuestro cuerpo, con un propósito centrado en tomar decisiones alimentarias basadas en el autocuidado y la atención plena.
Los principios de la alimentación intuitiva
La alimentación intuitiva centra su atención en algunas claves fundamentales. Su mayor pilar es la oposición a las dietas restrictivas, que prometen una pérdida de rápida de peso, pero que a menudo resultan insostenibles a largo plazo.
En su lugar, anima a las personas a escuchar las señales de hambre y saciedad de su cuerpo, permitiéndose comer de todo, incluso alimentos considerados tradicionalmente como perjudiciales.
La eliminación de la culpa asociada con ciertos alimentos emerge como un aspecto crucial para mejorar la relación con la comida, evitando los atracones compulsivos y otros síntomas propios de vínculo tóxico con la alimentación.
Además, este tipo de alimentación promueve el comer disfrutando y con conciencia plena, evitando comer de forma impulsiva o emocional. Sugiere dejar de lado la conexión entre la comida y las emociones negativas como la ansiedad, la depresión o el aburrimiento y se anima a encontrar formas saludables de lidar con estos sentimientos.
Valorar y respetar el cuerpo, priorizar la salud y la alimentación saludable, así como incorporar la realización de actividad física de manera regular, son también componentes clave de la alimentación intuitiva.
Los beneficios de la alimentación intuitiva
Adaptar el enfoque de la alimentación intuitiva tiene múltiples beneficios. Expertos en nutrición afirman esta metodología ayuda a disminuir los trastornos de la conducta alimentaria al promover una relación más saludable con la comida.
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Además, se ha demostrado que este ideal mejora el índice de masa corporal y facilita el mantenimiento del peso a largo plazo, lo que lo convierte en una estrategia viable tanto para aquellos que buscan perder peso como para aquellos que simplemente desean mejorar su relación con la comida y su salud en general.
En el episodio 17 del canal de YouTube UPEKA, Anne Igartiburu junto con Gabriela Uriarte, experta divulgadora en el ámbito de la nutrición, nos desmonta precisamente todos esos mitos de la alimentación para promover una conexión saludable con la comida.
"La alimentación tiene que ser algo basado en el autocuidado, no puedes cuidar algo que odias", explican.
Sin embargo, también es importante remarcar que la alimentación intuitiva no es una solución rápida ni una dieta milagrosa. Requiere tiempo, paciencia y práctica para aprender a escuchar y responder a las señales de nuestro cuerpo de manera efectiva.
Aún así, los expertos lo tienen claro, sus beneficios a largo plazo demuestran que vale la pena el esfuerzo.