Los frutos secos son alimentos muy apreciados en nuestra gastronomía, no solo por su sabor sino también por sus interesantes aportes nutricionales. Una de sus grandes ventajas es su capacidad para proporcionar energía de forma constante, lo cual es especialmente beneficioso para las mujeres, quienes a menudo tienen demandas energéticas únicas debido a su ciclo menstrual y necesidades hormonales. Con una ingesta diaria, los frutos secos pueden contribuir a disfrutar de un mejor rendimiento tanto físico como mental.
Entre los más populares nos encontramos a las nueces, las almendras o los dátiles. Sin embargo, existe un fruto seco alternativo que es ideal no solo para tener energía durante todo el día, sino también para cuidar aspectos específicos de la salud femenina. Hablamos de las avellanas, un alimento que no solo aporta una gran cantidad de energía y fibra, esta última desempeñando un papel importante en aportar sensación de saciedad y para ralentizar la absorción de nutrientes, sino que también es rico en nutrientes esenciales que apoyan la salud cardiovascular y hormonal de las mujeres.
Los beneficios de las avellanas para la salud
Las avellanas son alimentos ricos en grasas, principalmente ácidos grasos, monoinsaturados, proteínas y fibras, además de poseer distintos micronutrientes como magnesio, calcio, vitamina E, potasio y ácido fólico.
[Soy médico y jamás recomendaría este fruto seco del 'súper' en España a mis pacientes]
Este fruto seco es un alimento pequeño que tiene poco peso y proporciona densidad nutritiva, con una gran cantidad de potasio y magnesio, así como vitamina E, con propiedades antioxidantes, lo que hace que sea ideal para quienes practican deportes de resistencia. Además, también ayuda a quienes padecen de estreñimiento, ya que la fibra y los ácidos grasos contribuyen a la mejora del tránsito intestinal.
También se trata de un alimento ideal para personas veganas, puesto que ayudan a equilibrar la dieta favoreciendo la ingesta de calcio; y para mujeres embarazadas, puesto que aportan el ácido fólico esencial para el correcto desarrollo del feto.
Consejos para comprar avellanas
A la hora de comprar avellanas hay que saber que existen diferentes variedades, siendo la avellana Filbert la más cultivada en los Estados Unidos y la avellana de Constantinopla, la que proviene del avellano turco, que es originario de Europa y Asia. En el caso de España, es muy conocida la avellana de Reus, una Denominación de Origen bajo la cual se incluyen las variedades tradicionales Pauetet, Culplá, Morella, Gironell y Negret.
La avellana fresca llega al mercado una vez que ha entrado el otoño, aunque su mayor demanda se produce con motivo de la Navidad. Se comercializa tanto con cáscara como sin ella, así como peladas o sin pelar. En el caso de que se vayan a adquirir con cáscara, será necesario fijarse para elegir aquellas que no presenten agujeros ni grietas. De igual modo, se pueden encontrar en el mercado avellanas enteras, molidas o troceadas, al natural, saladas y tostadas.
Al tratarse de un alimento con bajo contenido en agua, se debe tratar de evitar que el producto se humedezca para que se pueda mantener en perfecto estado. Para ello se debe conservar en un recipiente hermético cerrado, en un lugar seco y fresco y siempre protegido tanto de los insectos como del sol. Asimismo, conviene recordar que estos frutos secos se conservan mejor y durante más tiempo si se conservan con la cáscara, que se encarga de proteger su interior comestible. Una vez que se han pelado, se pueden conservar hasta tres o cuatro meses si son refrigeradas y hasta un año en el congelador.
El uso de las avellanas en la cocina
Las avellanas se pueden consumir de una gran cantidad de formas diferentes, ya sean frescas, tostadas, secas, saladas, sin cáscara o confitadas de maneras diversas. Es habitual consumirlas como aperitivo, pero también para incluirlas en otras elaboraciones como ensaladas, cereales o salsas. Asimismo, es común que se recurra al empleo de avellanas molidas para incluirlas en helados, bizcochos, pasteles, chocolates y otros muchos productos de confitería y repostería.
¿Cuáles son los mejores frutos secos?
Los frutos secos son el aperitivo favorito de muchos, mientras que otros prefieren evitarlos por su volumen de grasa y densidad energética. Sin embargo, dada su elevada cantidad de nutrientes esenciales para el organismo, es aconsejable incluirlos en la dieta. Además de las avellanas, los mejores frutos secos que puedes incluir en tu alimentación son los siguientes:
- Almendras: ricas en vitamina E y antioxidantes, que son nutrientes que protegen frente a diferentes enfermedades, se trata de un alimento muy versátil que se puede incluir como ingrediente complementario en una amplia cantidad de platos y elaboraciones.
- Nueces: las nueces poseen un alto contenido en ácidos grasos Omega-3, ayudando a proteger el organismo contra distintas afecciones como la prevención del colesterol alto, la protección del corazón y su contribución para hacer frente a los síntomas de depresión.
- Castañas: las castañas aportan altas cantidades de vitamina B1, B3, B6 y ácido fólico, además de un elevado contenido en fibra que contribuye a hacer frente a problemas de estreñimiento. Son adecuadas para la hipertensión y los problemas de riñón.
- Pistachos: los pistachos son uno de los frutos secos más consumidos, nada extraño teniendo en cuenta su exquisito sabor, lo que los lleva a ser ideales para servir como snack antes de una comida o bien para disfrutarlos en ensaladas, solos, salteados o crudos. En este caso, son recomendables por su capacidad para hacer frente a problemas degenerativos de la edad, como la pérdida de visión.
- Cacahuetes: el cacahuete es considerado por muchos como un fruto seco a pesar de que realmente es una legumbre, destacando en este caso por poseer un alto contenido en fibra, proteína, niacina, vitamina E, potasio, magnesio, zinc y fósforo.