Sabemos que el café es ese gran aliado para desperezarnos cada mañana y también un gran aliado frente al cáncer de mama en mujeres, evidencia de ello es que los datos de consumo de café en España dan una cifra de consumo mayor a las 530 millones de tazas de café semanales, según el Informe Café & Té: Hábitos de Consumo de Café en España. Pero aún así, ¿sabías que las duchas de agua fría también podrían acabar convirtiéndose en tus aliadas?
Sabemos que a primera vista no puede parecer tan apetecible como el aroma y el sabor del café, pero ducharse con agua fría, al igual que la cafeína, también puede llegar a ser una herramienta muy útil si buscas perder kilos de más para lograr un peso saludable y a la vez también para ayudarte a despertar y activarte.
Ducharse con agua fría ayuda a adelgazar ¿mito o realidad?
La realidad es que científicamente no hay evidencias que confirmen dicha afirmación, pero lo que sí se sabe es que esta tendría una explicación muy sencilla. Esta tiene que ver con el descenso de temperatura corporal que el agua fría provoca en nuestro cuerpo y que ayuda a activar el tejido adiposo. Esto hace que la grasa se queme con mucha más facilidad, a la vez que ayuda a mejorar la circulación y previene la celulitis.
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Con el agua fría, estamos incitando a nuestro metabolismo a que contrarreste el frío superficial acelerando el metabolismo y aumentando el consumo energético. Y es ese aumento del metabolismo para generar calor el que hace que se queme la llamada grasa parda, que precisamente almacenamos para poder regular la temperatura.
Por lo tanto, esto quiere decir que las duchas de agua fría sí podrían influir en la quema de este tipo de grasa y por lo tanto también podrían ayudarnos a adelgazar. Siempre que las combinemos con una dieta sana y equilibrada y ejercicio físico regular.
La importancia de acelerar el metabolismo
Es importante entender la función del metabolismo y la importancia de activarlo y acelerarlo. Y es que, el metabolismo es el proceso por el que nuestras células transforman en energía los alimentos que consumimos, algo que habitualmente conocemos como “quemar calorías”.
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Incluso cuando estamos en reposo, nuestro cuerpo necesita cierta cantidad de energía para seguir realizando sus funciones vitales y concretamente el número de calorías que necesitamos cuando estamos en reposo es conocido como Tasa Metabólica Basal (TMB). Cuanto más activo sea nuestro metabolismo, mayor cantidad de calorías quemaremos estando en reposo y más rápido se procesarán las que consumimos con los alimentos.
Esto precisamente, es en lo que se basa la famosa dieta del metabolismo acelerado, pero existen factores como la falta de actividad física, los malos hábitos de sueño, el estrés, una mala alimentación… que pueden llegar a hacer que el metabolismo se vuelva más lento.
El mejor estimulante matinal
Aunque no se conoce mucho sobre los mecanismos que activa el agua fría sobre nuestro cuerpo, lo que sí se conoce es que el contacto con nuestros receptores superficiales en la piel y con el frío se encargan de activar numerosas señales dirigidas directamente a nuestro cerebro.
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Este responde activando el sistema de alerta, segregando noradrenalina y dopamina como respuesta. Lo que quiere decir, que el agua fría, sobre todo como contraste con el agua caliente que previamente puede haber ayudado a relajar nuestros músculos, ayuda a que nuestro sistema endocrino genere las hormonas del estrés. Lo cual ayuda a mantenernos activos y despiertos como si nos hubiéramos tomado dos tazas de café nada más despertarnos.
Otros beneficios de ducharse con agua fría
- Mejora la circulación sanguínea: el agua fría incita al cuerpo a trabajar un poco más para mantener la temperatura corporal, mejorando con ello la eficacia del sistema de circulación y aumentando el flujo sanguíneo.
- Mejora la salud mental y la inmunidad: las duchas de agua fría estimulan la producción de noradrenalina y beta-endorfinas, lo que puede tener un efecto antidepresico al estimular el sistema inmunológico y a la vez lo hace más resistente a enfermedades.
- Cabello y piel más hidratados: mientras que el agua caliente abre nuestros poros, las duchas de agua fría los cierran temporalmente, ayudando así a retener los aceites naturales en la piel y el cabello.
- Reduce el dolor: la exposición al agua fría contrae los vasos sanguíneos, lo cual puede ayudar a reducir la inflamación que causa el dolor.