Al igual que los cambios hormonales en la mujer pasan por diferentes etapas a lo largo de la vida, lo mismo ocurre con el deseo sexual. De hecho, algunos estudios como el realizado por el Instituto Kinsey para la Investigación en Sexo, Género y Reproducción de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), evidencian que a medida que se cumplen años el número de relaciones sexuales tiende a descender.
Pero, más allá de los años, existen otros factores que también pueden influir en el descenso del deseo sexual, como el denominado trastorno del deseo sexual hipoactivo. Una condición que en España afecta al menos al 20% de las mujeres.
Un trastorno de deseo hipoactivo que suele caracterizarse por falta de interés o de deseo sexual de manera recurrente y persistente en el tiempo. Algo que puede afectar tanto a la propia satisfacción de quien lo padece, como a la relación de pareja. Pero, ¿cómo podemos reconocerlo y tratarlo? Te lo contamos.
Qué se conoce como trastorno de deseo sexual hipoactivo
El trastorno de deseo sexual hipoactivo tiene que ver con la falta de interés crónica o continua de la persona que lo sufre en el sexo. Una falta de interés que llega a ser incluso angustiosa para la propia persona y para la relación y que, aunque puede afectar tanto a hombres como a mujeres, se caracteriza por ser mucho más común en el género femenino, de hecho, algunos estudios apuntan a que el 20% de las mujeres lo sufren en comparación con un 5% de hombres.
El trastorno de deseo sexual hipoactivo puede llegar a ser una condición frustrante para la persona que la experimenta, debido sobre todo a esa disminución del deseo, pero no deja de ser una condición tratable de la que es posible salir. Y es que, aunque puede llevar algún tiempo descubrir qué es realmente lo que la está causando, una vez localizado el problema un tratamiento adecuado podrá devolver esa vida sexual satisfactoria.
No hay que olvidar que la libido femenina puede fluctuar a lo largo de la vida, pudiendo ser más alta cuando la persona se siente bien, tranquila y confiada y pudiendo descender en momentos de inseguridad, baja autoestima o estrés. Algo que también puede llegar a ocurrir en las mujeres durante etapas de cambios hormonales como el embarazo o la menopausia.
Causas comunes del trastorno del deseo sexual hipoactivo en las mujeres:
- Ansiedad o depresión
- Problemas de pareja
- Problemas con la imagen corporal e inseguridades
- Estrés
- Cansancio
- Traumas del pasado
- Niveles bajos de hormonas sexuales (menopausia, embarazo o lactancia).
- Otros problemas médicos como diabetes, problemas de corazón...
- Medicamentos antidepresivos, quimioterapia, terapia hormonal, medicinas para la presión arterial...
Síntomas del trastorno de deseo sexual hipoactivo
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En cuanto a los síntomas del trastorno de deseo sexual hipoactivo, se incluyen la disminución o falta de interés sexual, falta de receptividad a los avances de la pareja para la actividad sexual o falta de pensamientos sexuales.
Síntomas que suelen ser persistentes llegando a durar más allá de los 6 meses si no se tratan y que normalmente pueden derivar en angustia personal, problemas en la relación... En cualquier caso, no se trata de una falta de atracción, sino de una falta de deseo que puede ser diagnosticada por un médico profesional.
Cómo puede tratarse el TDSH
Si crees que puedes estar sufriendo los síntomas del trastorno de deseo sexual hipoactivo, no dudes en pedir cita con un médico profesional que pueda diagnosticar este trastorno, detectar sus síntomas y determinar el tratamiento más adecuado para tu caso particular y en función del estado de tu salud y de lo que pueda pasar en tu vida sexual.
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El tratamiento dependerá en cualquier caso de la causa del problema, aunque para dejar atrás el TDSH suelen recomendarse ejercicios de kegel para mejorar el suelo pélvico y fortalecerlo, una mejora de la comunicación sexual con tu pareja, ejercicio regular para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, tomar menos alcohol y dejar de fumar, hablar con un terapeuta especializado sobre tus relaciones y dificultades con el sexo, e incluso la toma de determinados medicamentos que puedan ayudar a aumentar el deseo sexual, entre otros.
Cómo puede tratarse la falda de deseo sexual en la menopausia
En el caso de que la falta de deseo sexual se produzca durante la menopausia, la realidad es que existen muchos tratamientos capaces de paliar estos síntomas. Tratamientos que van desde la reposición de estrógenos locales, hasta tratamientos con terapia láser que pueden mejorar la mucosa de la zona recuperando el colágeno o incluso sérums a base de aceites esenciales para reactivar la lubricación natural durante esta etapa.
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Y es que, la hidratación diaria de la zona a través de lubricantes, que se utilizan solo durante las relaciones íntimas y a través de productos hidratantes para la zona, es recomendable utilizarla a diario para hidratar la vulva y mantenerla húmeda durante la menopausia. Algo con lo que podrás ayudar a mejorar la libido y reducir la molesta sequedad vaginal que suele ir asociada también a la menopausia.
Analizar el estado del suelo pélvico también es recomendable y este tendrá que ser de forma personalizada, de manera que cada mujer pueda saber cuáles son los ejercicios más adecuados para mejorar el tono de su musculatura pélvica. De hecho, fortaleciendo el suelo pélvico, estaremos fortaleciendo los músculos que participan en el orgasmo, haciendo que sea más fácil disfrutar de estos y mejorando con ello las relaciones íntimas.