La caléndula (calendula officinalis) es una flor que posee numerosas e importantes propiedades curativas y de conservación para nuestro organismo. En España, es habitual el uso de la caléndula con motivo de mejorar la salud y el bienestar, pero esto es algo que se remonta a los antiguos egipcios, que ya la consideraban una planta milagrosa.

Con la llegada del frío y los cambios de temperatura, comienza a ser común las molestias y dolores de garganta. Síntomas que pueden ir desde una simple irritación o inflamación de las cuerdas vocales a diversas patologías como un resfriado, una afonía o una faringitis.

La flor de caléndula es una gran aliada para aliviar las molestias de la garganta de una manera rápida, fácil y agradable.

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Infusión de caléndula

La caléndula posee una importante capacidad antiinflamatoria y es muy recomendable para curar la gingivitis y la faringitis. Además, protege las mucosas de la garganta porque tiene propiedades bactericidas, antiinflamatorias, reparadoras y protectoras.

La infusión es la forma más común de tomar la caléndula. Tan fácil como infusionar en agua caliente la flor seca o fresca (4 cucharadas por litro de agua) durante 10 minutos para conseguir que la caléndula desprenda todas sus propiedades.

El efecto calmante de una infusión de flores de caléndula es casi inmediato. Se recomienda hacer gárgaras 3 veces al día.

Como consejo, es importante escoger caléndula que proceda de cultivos ecológicos y de proximidad, así tienes la certeza de que conserva todas sus propiedades.

Otros beneficios de la caléndula

La caléndula es un ingrediente muy utilizado en la cosmética y cuidados naturales porque se trata de una planta con principios activos muy importantes y necesarios como la calandina, los carotenoies, los flavonoides o el ácido silícico.

La caléndula tiene propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias, antisépticas, antioxidantes, calmantes, analgésicas, etc. Todos ellas la convierten en un componente básico en cualquier botiquín natural.

  • Se puede utilizar para curar heridas, tratar cicatrices, pies y manos agrietadas, pieles quemadas o con acné, úlceras bucales y eccemas.
  • Los flavonoides, que son sustancias que reparan los vasos sanguíneos y circulatorios (muy presentes en la caléndula) hacen que ayude a regular los dolores y espasmos de la regla.
  • Reduce los problemas digestivos, como indigestión y vómitos, gracias, también, a los flavonoides.
  • Es emoliente, calmante y suavizante,  lo que la hacen perfecta para utilizar en bebés, para evitar la irritación del pañal.
  • En adultos, los productos que poseen extractos de caléndula son muy recomendados para personas con piel sensible a otros principios activos y que precisan de cuidados más naturales y suaves.
  • Su aceite ayuda a curar las enfermedades producidas por hongos, como la candidiasis vaginal o el pie de atleta.
  • Sus propiedades antivirales y antibacterianas ayudan a combatir la conjuntivitis y las inflamaciones oculares.

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