El paso de los años ha hecho que prestemos más atención a nuestra alimentación. Ya no solo que miremos qué dietas debemos seguir o que otras son perjudiciales para nosotros, sino también de cara a entender que todas esas veces que comemos entre horas pueden ser perjudiciales para nuestro objetivo de perder peso.
Picar entre horas es un hábito cada vez más popular, y más del 70% de las personas afirman que lo hacen al menos dos veces al día. Y por mucho que a todas ellas les gustaría que esas ingestas fuesen saludables, por lo general tendemos a perdernos entre las galletas, patatas fritas o bollería.
En el momento solo sentimos satisfacción; sin embargo, los estudios muestran que, si bien el picoteo puede traer una sensación de saciedad, a menudo son fugaces y solo conducen a un mayor consumo de calorías. Lo que puede suponer aumento de peso, pero también, a un mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas.
A pesar de todas sus desventajas, lo cierto es que picar entre horas no tiene por qué ser siempre una mala opción. Así lo avala una revisión científica publicada en la revista internacional Advances in Nutrition, quienes indican la importancia de saber elegir a qué alimentos recurrimos en estos instantes.
Los frutos secos son aquellos que siempre debemos tener en mente. Con una gran variedad de sabores y texturas, el paso de los años ha hecho que se conviertan en la mejor opción si nos entra hambre entre horas. De todos los que existen, el pistacho es uno de los más valorados, pero también, de los más beneficiosos.
Los beneficios de comer pistacho
De todos los frutos secos, los pistachos en especial han tenido un boom en España. No solo se consumen en grandes cantidades en comparación con otros años, sino que cada vez más agricultores apuestan por la plantación de esta 'delicia verde' en sus explotaciones.
Según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos que publica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en los próximos diez años España se convertirá en el cuarto productor de pistacho del mundo.
Y es que, a pesar de que muchas personas conozcan su excelente sabor, muchas otras lo priorizan debido a sus grandes beneficios.
Tal y como explica National Geographic, uno de los principales beneficios que se atribuyen a este alimento es la capacidad reguladora de la glucemia post-pandrial, esto es, el nivel de glucosa o azúcar en sangre después de las comidas.
Después de las comidas, estos niveles suelen aumentar mucho, por lo que los pistachos se convierten en la mejor opción para disminuirlos, según un estudio publicado en Nature por el Centro de Nutrición Clínica de Toronto.
Este fruto seco colabora a la reducción del riesgo cardiovascular. Según las investigaciones, si consumimos pistachos en una cantidad regular —e incluido en una dieta sana— afecta beneficiosamente a mejorar el control de la desaturasa, así como a producir un leve descenso en el colesterol malo (LDL), lo cual influye positivamente en reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Los pistachos, un antiinflamatorio natural
Los pistachos son la mejor opción para reducir la inflamación. Esta hinchazón es tan fundamental en el cuerpo que, como indica la BBC, en 2018 la revista Nature publicó un estudio donde recogía que más del 50% de todas las muertes en el mundo son atribuibles a enfermedades relacionadas con la inflamación.
Gracias a su gran contenido en antioxidantes, tanto el pistacho como las nueces son considerados antiinflamatorios naturales. En especial, los pistachos son un poderoso fitonutriente que contiene polifenoles y carotenoides, sustancias que pueden aumentar la actividad de algunas células inmunes, reducir la inflamación y reforzar el mecanismo de defensa antioxidante del cuerpo.
El consumo regular de este fruto seco aumenta las bacterias productoras de butirato, un compuesto que ayuda a mantener la salud intestinal y previene ciertas patologías inflamatorias o enfermedades como el síndrome del intestino irritable.
En el organismo, la presión arterial también constituye un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, asociadas en muchas ocasiones con la inflamación crónica. El pistacho es una rica fuente de potasio, el cual contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal.
Gracias a todos sus beneficios, los pistachos se convierten en el mejor picoteo posible. Lo que recomiendan los expertos es como máximo ingerir 30 pistachos con cáscara al día, una cantidad justa para obtener todas sus ventajas, así como a sentirnos saciados sin perjudicar a nuestro organismo.
Su versatilidad también nos permite disfrutar de él en diferentes formas, se puede comer en su forma natural, tostado o puede utilizarse en diferentes preparaciones, como ensaladas, salsas, pastas, panes, para hacer mantequilla o granolas juntos a otros frutos secos.