Con la primavera ya dejando sus estragos en España y el verano —casi— llamando a la puerta, nuestro humor es diferente. Hay más horas de sol al día y eso, aunque parezca una tontería, está demostrado que interfiere directamente con nuestro estado de ánimo.

Además de ser más felices, sentimos que somos más productivos. Tenemos ganas de hacer cosas cuando salimos de trabajar, ir al gimnasio, a tomar unas cervezas o simplemente darnos un paseo por el parque.

El sol trae muchas cosas buenas, incluso, autoestima. Cuando llegan los meses de calor por arte de magia nos vemos más guapos, de hecho, cogemos —o intentamos coger— ese color bronceado en el que estamos pensando durante todo el año.

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Lo cierto es que aunque a algunas personas el bronceado le resulte extremadamente fácil de conseguir, otras muchas pasan horas y horas en el sol esperando a que como mínimo se pongan un poquito rojas. Una costumbre que termina siendo muy perjudicial.

Con el fin de conseguir el mismo tono de todas las personas que vemos, probamos todo tipo de productos, incluso los que se quedan a parches, con el fin de vernos por fin bronceadas. Lo cierto es que consumiendo una serie de alimentos, estamos favoreciendo este tedioso proceso, entre ellos, las cerezas.

El alimento que potencia el bronceado

El bronceado es ese pequeño empujón a la confianza en uno mismo. Hace que nosotros mismos nos veamos mejor, que nos sintamos cómodos, con colores que nunca hemos usado o, incluso, que no haga falta echarnos maquillaje porque ya nos vemos bien con un par de tonos subidos.

La cereza es esa fruta que destaca entre las demás. Su sabor delicioso y refrescante nos hace esperar durante todo el año a que lleguen los meses de calor para poder comprar una caja y disfrutar de ellas.

Cerezas. Istock.

De hecho, una de sus principales ventajas es su color intenso. Las frutas presentan colores variados (verde, rojo, naranja, etcétera) y a mayor intensidad cromática, mayor concentración de vitaminas y minerales. 

Además de aportar un sabor único, las cerezas son un perfecto aliado para la estética de la piel. Aportan vitamina A en cantidad, además de vitamina C, una combinación ideal para proteger y suavizar la piel.

Las cerezas son también una excelente fuente de betacaroteno —el elixir de la eterna juventud— e incluso contienen casi veinte veces más que los arándanos y las fresas. Consiste en una provitamina que el hígado transforma en vitamina A con acción antioxidante, la cual permite eliminar los radicales libres que el organismo genera como respuesta a agresiones externas, como el exceso de sol.

El betacaroteno está entre los nutrientes más importantes en cuanto a favorecer el bronceado, aumenta la producción de melatonina, lo que favorece y acelera el proceso de color. De hecho, los productos más vendidos en cuanto a potenciar el tono son cápsulas de este compuesto.

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A pesar de que este alimento favorezca que la piel se broncee, no indica que se pueda prescindir del protector solar. Los expertos llevan años sugiriendo que es el producto más importante en cuanto al cuidado de la piel y evitarlo podría suponer daños e incluso enfermedades.

Añadido a todo ello, las cerezas también pueden ser un excelente aliado antiedad. Su gran contenido en antioxidantes consigue neutralizar los radicales libres que nos hacen envejecer, por lo que ralentiza el paso de los años y, por tanto, las arrugas y líneas de expresión que traen consigo. 

Otros alimentos que potencian el bronceado

Añadido a las cerezas y a las zanahorias, ambas con grandes contenido en betacaroteno, existen otros alimentos que podemos añadir al tupper los días que vayamos a la playa y conseguir que el bronceado sea más fácil de conseguir.

  • Tomate. Añadido a la zanahoria, los tomates también cuentan con un alto contenido de betacaroteno, por lo tanto, consumirlo puede ayudarnos a potenciar el tono.

  • Pescado azul. Sardinas, atún, boquerones, salmón… todos ellos son ricos en ácidos grasos y proteínas, ambos nutrientes esenciales de cara a reparar las células dañadas de la piel. 

  • Aceite de oliva. El ingrediente típico en España por excelencia, además de todos sus beneficios, es una gran fuente de vitamina E cuyo consumo evita alergias solares.

  • Espinacas. Esta verdura tiene fitonutrientes y pigmentos que protegen la piel de los rayos ultravioleta.

  • Pepino. Sus vitaminas y minerales ayudan a la piel a hidratarse naturalmente, lo que ayuda a que el bronceado dure más tiempo y se vea más bonito.

  • Albaricoque. A pesar de ser una de las frutas menos consumidas en España, tiene grandes beneficios, entre los que encontramos su riqueza en betacaroteno.

  • Pimiento rojo. Este alimento es capaz de preparar nuestra piel para broncearse y potenciar el moreno gracias a su alto contenido de caroteno.

  • Levadura de cerveza. Su contenido en vitamina B y minerales lo convierten en un aliado excelente para el cuidado de la piel. 

Está demostrado que cuando modificamos la dieta antes de los meses más calurosos o simplemente unos meses antes de tomar el sol, podemos evitar las alergias solares y combatir el envejecimiento cutáneo.

En elegir los alimentos correctos está la clave, ya no solo para potenciar ese color moreno que tanto tiempo buscamos, sino también de cara a cuidar nuestra piel y evitar posibles afecciones o enfermedades importantes.