En los últimos cincuenta años, el rol de la mujer en la sociedad ha cambiado mucho. Ya no es solamente la encargada de tener hijos, criarlos y cuidar del hogar. Aunque todavía con muchos déficits y puntos de desigualdad, las mujeres hemos conseguido crecer libres, decidir nuestro futuro y entrar en el mercado laboral de una manera que hace unos años era impensable.
Además, y más importante, poco a poco estamos consiguiendo la capacidad de decidir sobre nosotras mismas y nuestro cuerpo.
Todos estos factores, sumados a las pocas ayudas a nivel sociolaboral para conciliar la maternidad con una vida profesional plena, hacen que la decisión de tener hijos llegue a nuestras vidas demasiado tarde.
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El cuerpo de la mujer está diseñado para gestar idealmente antes de los 30 años, sin embargo, esto cada vez es menos frecuente. La gran mayoría buscamos a "nuestro príncipe o princesa ideal" para tener hijos y, además, hacerlo en las mejores condiciones económicas y profesionales posibles.
La suma de todos estos puntos hace que nuestras consultas como ginecólogos especialistas en reproducción asistida estén llenas de pacientes que quieren ser madres, pero no lo consiguen. Son mujeres físicamente jóvenes, activas, inteligentes, deportistas, luchadoras, pero su edad les juega una mala pasada.
Las frases "tus ovarios ya no funcionan", "tus óvulos ya no son de buena calidad" o "necesitas óvulos de una donante" son diarias en la consulta y caen como un jarro inesperado de agua fría.
Poco a poco, los ginecólogos especialistas y las sociedades científicas vamos realizando mayor divulgación sobre este tema e informamos a las chicas jóvenes de esta situación. El mensaje es claro: si quieres ser madre, no pases de los 35 años para intentarlo.
La reserva ovárica es un indicador de la cantidad de óvulos que tiene la mujer en un momento determinado de su vida. Las mujeres nacemos con una cantidad muy elevada de óvulos, en la pubertad quedan entre 300 y 500.000 óvulos y a partir de ese momento la cantidad va disminuyendo progresivamente.
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La reserva ovárica
Conocer tu reserva ovárica es la manera de poder planificar y prevenir posibles problemas de fertilidad. La edad de la mujer es el factor pronóstico reproductivo más importante y sabemos que a partir de los 35 años la reserva ovárica empieza a ser limitada.
Un buen asesoramiento te permite conocer tu reserva ovárica y en función de ello saber si debes tener más o menos prisa en intentar buscar embarazo, así como prevenir posibles problemas, realizando una vitrificación (congelación) de ovocitos si la maternidad en este momento no es posible.
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Para evaluar la reserva ovárica, los ginecólogos determinamos el nivel de hormona antimülleriana en sangre y realizamos una ecografía con recuento de folículos antrales los tres primeros días de ciclo. Con estos dos parámetros podemos evaluar si la reserva de la mujer es correcta para la edad que tiene y realizar un consejo reproductivo.
La antimülleriana se obtiene con una simple analítica en sangre para la que no es necesario estar en ayunas y la ecografía la realiza en nuestro centro un ginecólogo especialista en reproducción.
De esta manera, aquellas mujeres que deseen quedarse embarazadas podrán tener una orientación sobre si deben comenzar a buscar el embarazo con más o menos prisa y aquellas que no se planteen la maternidad en este momento podrán recibir consejo sobre la vitrificación de ovocitos.
Conocer la reserva ovárica es un procedimiento muy simple y permite evitar posibles problemas futuros.
*Por la Dra. Rebeca Begueria, ginecóloga especialista en Reproducción Asistida en la Unidad de Reproducción Asistida Teknon.
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