Cuando pensamos en Asia es inevitable que ciertos adjetivos no pasen por nuestra mente: figuras envidiables y rostros que parecen haber hecho un trato para lucir siempre jóvenes, con la piel tersa y brillante sin importar el momento.
Lo cierto es que ellos mismos saben cuáles son los atributos que les caracterizan, porque más allá de tener un canon estipulado en su sociedad, han empleado este poder para desarrollar ciertos consejos que lleguen más allá de su frontera.
Mientras que la cosmética coreana ha conquistado todos los comercios fuera del país, Japón es el espejo donde se miran todas las personas que quieren llegar a los 100 años con el fin de descubrir cuál es su secreto.
Aunque parezca que lo hacen sin querer, los asiáticos siguen una serie de hábitos que son los que contribuyen a ese elixir de la juventud. Unos comportamientos que han tenido tanto renombre en los últimos años, que también han sido un punto de inflexión para investigadores y expertos.
Las zonas azules nos enseñaron que un vaso de vino al día era parte de la longevidad, pero también conocer qué alimentos añadimos a nuestro plato. Y desde el famoso kimchi, un 'superalimento' que poco a poco ha conquistado España, ahora llega el pamplemusa.
Qué es el pamplemusa
El pomelo chino, también llamado Citrus máxima o pamplemusa está considerado como la variedad de cítrico más grande que existe. Es originario del sudeste asiático y lleva creciendo en China alrededor de 4000 años.
Con el paso de los años, el pomelo chino fue extendiéndose por otros países asiáticos como Japón, y consiguió instalarse en nuevos territorios como Nueva Zelanda y otras islas del Pacífico. En la actualidad, ya existen cultivos incluso en España, concretamente Valencia y Murcia, pero aun así, muy pocas personas lo conocen.
Es una mezcla entre el pomelo y la naranja, de hecho, si la vemos en el supermercado es muy posible que pensemos que es una fruta común como todas las demás. Cuenta con un sabor cítrico e intenso que, más allá de esta particularidad que ya conquista a miles de personas, tiene grandes beneficios que nos pueden ayudar a vivir mejor.
Las pamplemusas se venden sobre todo como fruta de mesa y aunque todos los asiáticos se interesan por ellas por sus grandes propiedades, los laboratorios cosméticos y las firmas de belleza también han comenzado a emplearla para elaborar productos, como mascarillas faciales hidratantes.
De hecho, sus propiedades han hecho que se convierta en un 'superalimento', es decir, un alimento muy completo, ricos en nutrientes, compuestos bioactivos y muy beneficiosos para la salud.
En España contamos con muchos 'superalimentos' que consumimos habitualmente, como el aceite de oliva, el brócoli, las nueces, la calabaza, las legumbres o las espinacas. El pamplemusa es uno de los que poco a poco está haciéndose un hueco en nuestras recetas.
Beneficios del pamplemusa
Los superalimentos son fundamentales para construir una dieta saludable, pero no todos aportan los mismos beneficios. A pesar de que sean considerados como 'milagrosos', todo en exceso es malo, por lo que también debemos controlar su consumo.
Este tipo de fruta, combinada con una dieta saludable y ejercicio de forma frecuente, se pueden conseguir resultados mucho antes de lo previsto. Además, los pomelos chinos tienen precios muy asequibles y gracias a su llegada a España, se puede encontrar en algunos comercios.
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Ayuda a adelgazar: el pomelo chino está considerado como una opción excelente para una dieta de adelgazamiento gracias a su bajo aporte calórico. Además, su contenido de proteínas y fibra ayuda a mantener una sensación de saciedad durante mucho tiempo, lo cual evitará posibles antojos e ingestas excesivas.
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Combate el estreñimiento: esta fibra además de favorecer el efecto saciante también combate el estreñimiento. La pamplemusa proporciona alrededor de 6 gramos de fibra, una cuarta parte del requerimiento diario promedio. Este motivo es el que facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
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Protege al organismo de las bacterias: la cáscara de este cítrico contiene aceites esenciales con propiedades antibacterianas y antifúngicas que ralentizan el crecimiento de bacterias.
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Frena el envejecimiento: el ser el mejor aliado de los asiáticos de cara a la 'eterna juventud', una de sus grandes propiedades es que es capaz de ralentizar el envejecimiento gracias a sus antioxidantes, que combaten los radicales libres y reparan el daño celular.
Además, es muy útil para rejuvenecer la piel, ya que reduce la producción de melanina, lo que ayuda a prevenir las manchas solares y hace que esté más elástica. Contiene un gran número de vitaminas A, B1, B2, B3, B6 y C y aporta minerales como el calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y zinc.
Su alta concentración en vitamina C favorece la formación de colágeno, proteína indispensable para el pelo, la piel, las uñas, las encías, los huesos, los ligamentos, los tendones, el cartílago y las arterias.
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Reduce el colesterol: la pamplemusa contiene limonoides, unas sustancias antioxidantes que ayudan a reducir el colesterol LDL —el conocido colesterol malo— y promueve la formación en el hígado de la enzima glutatión-s-transferasa, que facilita la eliminación de varios compuestos tóxicos.
Además, el pomelo chino también puede ayudar a aliviar el insomnio, los síntomas de la artritis y la gota gracias a sus propiedades antisépticas y previene los síntomas de los estados catarrales y de la gripe y además los alivia.
Cómo consumir el pamplemusa
El pomelo chino no es una fruta frecuente en las tiendas, por lo que es muy posible no reconocerlo o saber algunas recomendaciones básicas. Pese a que puede confundirse con el pomelo tradicional, la pamplemusa es mucho más grande, menos jugosa y su piel mucho más gruesa.
Además, es importante saber que es una fruta que se tiene que pesar para comprobar que tiene contenido en su interior, de lo contrario podría estar un poco seca. La piel no debe de presentar golpes ni manchas y debe de ceder ligeramente a la presión de los dedos.
Lo más común es consumirla en fresco, como fruta o como postre; sin embargo, también se puede tomar en forma de zumo, mermelada o gelatina. Incluso se puede añadir como complemento a ensaladas o macedonias.
Otra opción es servirlo como guarnición, salteándolo ligeramente a la plancha para acompañar carnes y pescados.