Erdogan espera que su partido recupere la mayoría perdida hace 5 meses.

Erdogan espera que su partido recupere la mayoría perdida hace 5 meses. REUTERS/Umit Bektas

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Las seis frases que definen la política de Erdogan

El presidente turco ha convocado los comicios del domingo para recuperar fuerza y renovar la Constitución, que le dará más poder.

1 noviembre, 2015 03:04

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¿Alguien conoce el nombre del primer ministro turco? Lleva un año como jefe del Ejecutivo y sin embargo el hombre que sigue saliendo en todas las fotos es quien fue primer ministro desde 2003 a 2014: sí, Recep Tayyip Erdogan.

Este domingo Turquía celebra unas elecciones parlamentarias anticipadas que él convocó después de que el partido que fundó, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) no obtuviera la mayoría deseada en los comicios de junio. Y es que, aunque como presidente debe ser neutral, quiere ampliar los poderes de su cargo, para lo que hace falta el apoyo de los suyos. (Por cierto, el primer ministro turco se llama Ahmet Davutoglu, antes ministro de Exteriores). Así ve su país su máximo dirigente:

Más poder

“Una nueva constitución para el camino hacia una nueva Turquía será una de nuestras prioridades… Inmediatamente después de las elecciones de 2015, todos los partidos del Parlamento deberían liberarse a sí mismos de prejuicios y unirse para escribir una nueva constitución basada en la reconciliación”, dijo Erdogan durante la campaña electoral a la presidencia el año pasado, un mes antes de resultar elegido.

La normativa turca le impedía seguir al frente del Gobierno del país y dio el salto a un puesto teóricamente institucional y representativo. En las elecciones legislativas del pasado junio pretendía alcanzar 400 diputados del AKP para reformar la Carta Magna sin tener que someterla a referéndum, explica el experto en Turquía del Centro de Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB), Eduard Soler, en un comunicado. Al no obtener ese número, volvió a convocar los comicios para este domingo y ha rebajado sus expectativas a 335, según Hurriyet Daily News.

“Si se alcanza esa cifra Erdogan seguirá con su hoja de ruta: constitución presidencialista y acumulación de poder. Ignorará las críticas, vengan de Turquía o del extranjero, argumentando que él tiene el respaldo popular. No sólo las ignorará sino que hará visible su desprecio a todo aquel que recele de sus planes”, augura Soler.

La seguridad de Turquía en juego

"Es una acción terrorista totalmente colectiva. La han planificado todos juntos". Erdogan se refirió así al peor atentado que ha sufrido Turquia en su historia moderna. Más de 100 personas perdieron la vida en un ataque a una marcha pacifista por el pueblo kurdo. La proximidad a las elecciones -sucedió el 10 de octubre- y la gravedad del atentado ha hecho que marcara la recta final del debate político de estas elecciones.

Erdogan ha llegado a culpar por igual al Estado Islámico, a la guerrilla turca del PKK junto a la milicia kurda de Siria y a la vez los servicios de Inteligencia de Bashar al Asad. “Ahora salen y dicen que lo hizo el EI. Yo no sé quién lo hizo. El Estado Islámico es parte, el PKK también, los 'muhabarat' (servicios secretos sirios) también y también la organización terrorista del norte de Siria, el PYD", ha declarado según EFE.

Un cóctel explosivo y sin embargo, altamemente improbable, dado que la inmensa mayoría de los supuestos autores son enemigos y lucha entre sí. Oficialmente, se ha identificado a un terrorista yihadista como uno de los autores del atentado.

Las milicias kurdas son todas terroristas

"El PYD (partido hermano de la milicia kurda siria que con apoyo de EEUU combate a Asad) es un grupo terrorista; no podemos hablar de terroristas buenos contra malos. Espero que nuestros amigos europeos muestren sensibilidad al respecto", ha dicho Erdogan durante las negociaciones con la Unión Europea sobre la gestión de los refugiados que llegan a Europa.

En verano suspendió las conversaciones de paz con el PKK, la milicia kurda turca que Estados Unidos y la Unión Europea sí consideran oficialmente terrorista, al igual que Erdogan.

Turquía ha atacado posiciones del PKK y también del YPG (el nombre de la milicia kurda siria) en una estrategia confusa, pues el YPG además de tener el apoyo de su socio estadounidense, frena el avance del Estado Islámico. Los kurdos sirios están frenando el avance del Estado Islámico al norte del país, pero a la vez consiguiendo terreno cerca de la frontera con Turquía y a Recep Tayyip Erdogan no le interesa que el pueblo kurdo (repartido por Siria, Turquía, Irak e Irán) se haga fuerte para reclamar su independencia.

"Turquía no necesita permiso de nadie: vamos a hacer aquello que sea necesario", ha afirmado Erdogan, dejando abierta la posibilidad de emprender acciones militares.

Acogida masiva pero dudosa de refugiados

“Si queremos resolver la crisis de refugiados, hay tres cosas que hacer: centrarnos en el entrenamiento y equipamiento (de la oposición siria), declarar una zona de seguridad protegida del terrorismo (para acoger a los civiles desplazados) y establecer una zona de exclusión aérea”, opinó Erdogan durante su reciente visita oficial a Bruselas. Allí fue recibido con todos los honores, pues la Unión Europea quiere que Turquía frene la llegada de solicitantes de asilo.

El presidente turco presume de que su país lleva tiempo acogiendo a refugiados y se jacta de los dos millones de personas a las que atiende el país mientras los Veintiocho se pelean por las cuotas para repartir a 160.000 refugiados entre sus estados miembros.

Sin embargo, la oposición turca asegura que “Erdogan no es la solución a los problemas. Más bien es la razón personificada de que la gente huya por las políticas que defiende”, ha asegurado el líder del Partido Verde, Cem Özdemir.

De hecho, Amnistía Internacional dio en septiembre un toque de atención a las autoridades turcas por denuncias que ponían en duda que respetaran el derecho internacional a la hora de conceder asilo. AI había obtenido testimonios de refugiados y solicitantes de asilo sirios e iraquíes retenidos en un campo contra su voluntad. Y lo hacían tras sobrevivir al naufragio de un barco que -aseguraban- había sido tiroteado por los guardacostas turcos.

Siria, una transición con Asad o sin él

“El proceso de transición es posible tanto con Asad como sin él. Lo que hace falta es la oposición… Nadie puede imaginar el futuro de Siria con Asad. No es posible aceptar a una persona responsable del asesinato de 300.000 a 350.000 personas, un dictador”, comentó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un acto público el pasado septiembre en Estambul recogido por el periódico Hurriyet Daily News.

En las conversaciones internacionales en Viena de este viernes para buscar una salida al conflicto países como Turquía, Irán, Rusia o Estados Unidos se han puesto de acuerdo en que la ONU convoque a representantes del Gobierno y la oposición siria para iniciar un proceso político que lleve a una gestión de gobierno “creíble, de inclusión y no sectario”, informa EFE. Deberán elaborar una nueva Constitución y celebrar elecciones supervisadas por la ONU.

Estado Islámico, tan enemigo como otros

“Turquía está contra el terrorismo de todo tipo, sin discriminación. Nunca hemos aceptado el concepto de 'terrorismo islámico'. Nadie puede adscribir el terrorismo al islam, que es una religión de paz”, ha manifestado Erdogan como respuesta a un controvertido artículo del New York Times que aseguraba que Turquía era una de las principales fuentes de reclutamiento para el autodenominado Estado Islámico. La polémica se debió a que la foto que acompañaba la información era de Erdogan en una mezquita teóricamente relacionada con ese reclutamiento, explica el Hurriyet Daily News.

Lo cierto, es que Turquía ha recibido fuertes críticas por sus ataques a las milicias kurdas que combaten el Estado Islámico al norte de Siria, ya que en la práctica pueden fortalecer al EI. Por eso Erdogan insiste en que su país combate a los grupos armados que considera terroristas, sean de la rama que sea.

Ello no obsta para que Erdogan sea considerado “satán”, por el Estado Islámico, que publicó un vídeo el pasado agosto llamando a sus afines a atacar también al presidente islamista. Lo hizo después de que Ankara acordara con Washington el uso de aviones estadounidenses de instalaciones turcas para sus operaciones contra este grupo terrorista en Siria.

Las elecciones anticipadas de este domingo son una apuesta personal de Erdogan, recuerda Soler, en la que se ponen a prueba sus políticas a pesar de ser unas elecciones parlamentarias en las que el presidente no se somete a votación.