Angela Merkel busca la remontada tras encuestas desfavorables y crecientes voces críticas en su propio partido, contrarias a su política de puertas abiertas a los refugiados. Y este lunes ha dado un paso importante para ganar apoyos al menos en el segundo escenario, el de los suyos.
“Es nuestro maldito deber”, dijo Angela Merkel a principios de octubre al ser preguntada por abrir las puertas a todos los solicitantes de asilo que llegaban a Europa. Dos meses más tarde ha dicho que Alemania debe “reducir drásticamente” el número de refugiados que acoge (ya ha alcanzado el millón este año). Es el acuerdo al que ha llegado para calmar los ánimos en su partido, donde hasta el líder del partido de la CDU en Baviera (el CSU, equivalente al PSC para el PSOE) había sido abiertamente crítico.
Así ha conseguido que solo dos cristianodemócratas de entre un millar votaran en contra de la “Declaración sobre terrorismo y seguridad, refugiados e integración” que este lunes se ha aprobado en el congreso anual del partido, un documento que refleja la frase del consenso de Merkel.
¿Cómo pretende la CDU conseguir esa “reducción palpable de refugiados” de la que habla la declaración? El texto enumera tres puntos clave:
- “ordenación de la migración, especialmente protección de las fronteras externas";
- “conducir la migración”, especialmente guiar de vuelta a los solicitantes cuyo asilo ha sido denegado, además de un reparto “justo” de refugiados en la UE;
- “luchar” contra las causas de la huida de los refugiados, en los países de origen y de tránsito.
“Es un comienzo [para superar su crisis de liderazgo]”, opina Gero Neugebauer, politólogo del Instituto Otto-Suhr de la Universidad Libre de Berlin (FU, por sus siglas en alemán). “Merkel ha sorteado a sus críticos muy hábilmente, aunque ya había retrocedido en los contenidos hace semanas, cuando habló de que era un problema europeo y global”.
La canciller ha transmitido la idea en las últimas semanas de que las dudas sobre su liderazgo también generaban dudas no solo en la ciudadanía alemana, sino también entre los socios europeos, a quienes no podía presionar de igual manera con su visión sobre la crisis de los refugiados, señala el experto.
Un “ambiente muy malo” pero sin alternativa
Este lunes Merkel sale reforzada de una época en la que le han llovido las críticas. “El ambiente en las bases es muy malo; ya se pueden esmerar mucho la señora Merkel y los dirigentes del partido”, decía un delegado de la CDU a la llegada al congreso anual que celebra este lunes y martes el partido de la canciller en declaraciones al rotativo Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ). Es Marcus Kitz, delegado de Renania del Norte-Westfalia. A pesar del giro que Merkel dio el domingo al limitar la acogida de los solicitantes de asilo, seguía criticando su “política de los brazos abiertos”. Ahora bien, asegura que no se le ocurre nadie que lo pudiera hacer mejor que ella.
“La alternativa a Merkel sigue siendo Merkel”, resume el FAZ. Neugebauer explica que la CDU tiene un “gran miedo a perder” en las próximas elecciones, con la cita más próxima en solo tres meses en los comicios de tres estados federados el próximo marzo. Pero al mismo tiempo asegura que “la CDU sabe perfectamente que si no tienen a Merkel, no tienen a nadie”.
La revista TIME y el prestigioso diario económico Financial Times la habían nombrado “personaje del año” en los pasados días, por su relevancia en la crisis de los refugiados y en la crisis económica griega, precisamente los dos asuntos que han hecho cuestionar su liderazgo en las filas de su partido.
Pero en los diez años que Merkel lleva al frente de la cancillería solo una o dos figuras han llegado a resonar como plausibles sustitutos al frente de los cristianodemócratas. Con mayor fuerza, el que fuera ministro de Defensa Karl Theodor zu Guttenberg, cuya carrera política se frustró tras un escándalo por plagio en su tesis doctoral en 2011. El otro nombre que sonó para sustituir a Merkel, la actual ministra de Defensa Ursula von der Leyen, se encuentra actualmente a la espera de una investigación por supuesto plagio igualmente en su tesis que deberá esclarecer la universidad que le dio el título.
Neugebauer apunta que aunque las últimas encuestas ha disminuido la popularidad de la canciller (hasta un 49% de apoyo a finales de septiembre de acuerdo con un estudio para la revista Stern y la cadena RTL), la tendencia general es positiva y sigue gozando de una aprobación mayoritaria, igual que su partido, notablemente por delante de sus socios de gobierno socialistas.
Así las cosas, este lunes los cristianodemócratas se han entregado a su líder y han regalado un larguísimo aplauso de hasta nueve minutos en el encuentro con los suyos. Ya lo ha dicho otro diario de referencia en Alemania, el Süddeutsche Zeitung: “La jefa ha vuelto”.