Sucedió en Sudáfrica. Una mujer secuestró una niña de sólo tres días de vida en 1997 en un hospital de Ciudad del Cabo, informa la cadena británica BBC. La educó como si fuera su hija biológica sin levantar sospechas hasta que la ya adolescente coincidió con una niña extrañamente parecida a ella en el centro de educación secundaria donde ambas estudiaban. Resultó ser su hermana.
La madre ficticia fue detenida el año pasado. Las pruebas de ADN demostraron el parentesco de ambas niñas y ahora la mujer de 51 años ha sido declarada culpable por un tribunal.
La niña, que el año que viene cumplirá 20 años, se llamaba Zephany, pero el nombre con el que fue educada no ha trascendido para proteger su identidad. La secuestradora ha defendido que ella también es una víctima. Asegura que creía haberla adoptado legalmente después de que su propio embarazo finalizara con un aborto involuntario. Se ha disculpado ante la familia Nurse.
El juez ha calificado esa versión como "un cuento". Aún queda por establecer la condena de la secuestradora.
Cómo fue descubierta
Después de que la familia de Zephany comenzara a sospechar debido a la similitud de ambas niñas, el padre -Morne Nurse- se las llevó un día a comer juntas y empezó a preguntarle a su hija desaparecida por su vida, según relató ante el tribunal y recoge la cadena británica.
La supuesta fecha de nacimiento de Zephany coincidía con la del día en que fue secuestrada y la foto que la chica le enseñó de su supuesta madre no se parecía nada a ella, continuó. Pasó un mes recopilando posibles pruebas antes de acudir a la policía.
El test de ADN confirmó sus sospechas. Había encontrado a la hija que había desaparecido en 1997.
Pero lo que para él y toda la familia Nurse fue un motivo de alegría, ha sido motivo de tristeza para Zephany, que sigue sigue considerando como su madre a la mujer que la educó. Hace unos días lamentó a través de un comunicado recogido por la prensa local el modo en que los medios de comunicación han tratado a su secuestradora (cuya identidad tampoco ha trascendido):
"¿No se dan cuenta de que es mi madre? Si es verdad o no, es algo con lo que ustedes juegan". Ahora la chica continúa viviendo con el hombre que la educó como si fuera su padre. "Se lo ruego de nuevo: no me hagan más daño con estas mentiras. Tengo 18 años. Estoy tratando de [re]estructurar mi vida. Gracias".